La peligrosa lucha por el cambio en el Congo

¡°No present¨¢bamos ninguna amenaza. Es incomprensible que la polic¨ªa dispare a civiles totalmente desarmados y pac¨ªficos¡±, cuenta Stewart Muhindo, militante del movimiento pac¨ªfico Lucha (acr¨®nimo del franc¨¦s Lutte pour le Changement, Lucha por el cambio), desde Beni, en el noreste de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, donde acaba de enterrar a su compa?ero abatido por un disparo de la polic¨ªa. Freddy Kambale ten¨ªa 20 a?os y se manifestaba contra la inseguridad y la impunidad en esta castigada regi¨®n cuando le mat¨® un balazo.

El joven Kambale es el tercer militante de Lucha que muere por disparos de la polic¨ªa. Los dos ¨²ltimos lo hicieron en menos de seis meses, tambi¨¦n en Beni, en la provincia de Kivu Norte, durante protestas. ¡°Quiz¨¢s estiman que la represi¨®n y el asesinato son medidas eficaces para silenciarnos¡±, expresa a¨²n conmovido Muhindo. Pero lejos de funcionar, el activista confiesa que ¡°su muerte nos despierta a¨²n m¨¢s compromiso¡±. ¡°La mejor manera de honrarlo", prosigue, "es continuar aquello por lo que ha dado la vida¡±.

El movimiento ciudadano Lucha naci¨® en 2012 en el este de Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, la zona m¨¢s afectada por la guerra y la inestabilidad. Y desde la ciudad de Goma, donde se origin¨®, el grupo y su filosof¨ªa se extendi¨® por todo el pa¨ªs. Su objetivo es reclamar los siempre ausentes derechos b¨¢sicos de la poblaci¨®n, vulnerados a diario en una regi¨®n en guerra desde hace m¨¢s de 20 a?os. Su herramienta: las protestas pac¨ªficas.

La rama de Beni ha estado especialmente activa ¨²ltimamente porque es en esta regi¨®n donde en los ¨²ltimos a?os se ha concentrado el conflicto. El grupo armado ADF (Fuerzas Democr¨¢ticas Aliadas), con ra¨ªces en Uganda, comete atrocidades desde 2014 y en el ¨²ltimo medio a?o han muerto al menos 432 civiles durante sus ataques y masacres, seg¨²n ha contabilizado el Bar¨®metro de Seguridad de Kivu. Pero desde La Lucha recuerdan que ¡°los [miembros de] ADF no son la ¨²nica fuente de amenaza¡± para los civiles de Beni. Hay otras milicias, como los Mai-Mai, ¡°y tambi¨¦n bandidos, polic¨ªas indisciplinados y militares incontrolados act¨²an con impunidad total. Roban y matan a civiles¡±, explica Muhindo. Contra esta inseguridad permanente se manifestaba el pasado 21 de mayo Lucha cuando la polic¨ªa dispar¨® a Kambale.

La muerte de Kambale ha coincidido con un fat¨ªdico aniversario: el de otro asesinato. El esc¨¢ndalo del caso Chebeya cumpli¨® el pasado 2 de junio 10 a?os sin justicia, dejando en evidencia la persistente impunidad en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo y el peligro de embarcarse en el combate de exigir justicia. Floribert Chebeya era un conocido activista por los derechos humanos que se atrevi¨® a alzar la voz contra el dictador Mobutu Sese Seko, contra los dos Kabilas (Laurent y Joseph, padre e hijo), y contra el rey Alberto II de B¨¦lgica. Que denunci¨® masacres y abusos, incansable y bajo amenaza, actuando con la organizaci¨®n que dirig¨ªa, La Voz de los Sin Voz. El 1 de junio de 2010 fue convocado por el inspector general de la polic¨ªa John Numbi, y al d¨ªa siguiente Chebeya apareci¨® muerto. Su conductor, hab¨ªa desaparecido.

Una d¨¦cada despu¨¦s las organizaciones de derechos humanos congole?as e internacionales denuncian una ¡°parodia de justicia¡± y reclaman la reapertura del caso. Y es que el presunto autor intelectual del asesinato de Chebeya y de Fid¨¨le Bazana ¡ªel conductor¡ª, es Numbi, que no solo no ha sido juzgado, sino que es actualmente inspector general del Ej¨¦rcito congole?o.

¡°Estamos en un pa¨ªs que premia la impunidad¡± dispara Muhindo. ¡°[El caso Chebeya] es el reflejo de la injusticia institucionalizada¡± asevera. Pero Chebeya es sobre todo, para los j¨®venes de Lucha, ¡°el s¨ªmbolo del coraje: por c¨®mo contribuy¨® a los derechos humanos a pesar del dif¨ªcil contexto congole?o.¡±

Desde Lucha est¨¢n convencidos de que contra el contexto de violencia y guerra que les rodea, la mejor arma es la paz y la justicia. Y si el movimiento avanza es gracias a un c¨®ctel de indignaci¨®n, fatiga y esperanza. Estos j¨®venes ya no esperan nada de la clase pol¨ªtica ¡°que est¨¢ podrida, incluso m¨¢s que antes¡±. Pero beben de la ¡°esperanza que surge de la poblaci¨®n¡±. Porque, seg¨²n Muhindo, ¡°el pueblo est¨¢ despertando¡±. Y alerta: ¡°somos cada vez m¨¢s exigentes y m¨¢s fuertes¡±. Y est¨¢n dispuestos a desafiarlo todo, ¡°para construir un pa¨ªs distinto¡±.