Israel afronta un alto precio en el mundo ¨¢rabe por la anexi¨®n de Cisjordania
La reacci¨®n regional amenaza con tirar por la borda largos a?os de acercamiento a los pa¨ªses sun¨ªes
A cambio de dejar un legado de ampliaci¨®n de fronteras en la historia de Israel, Benjam¨ªn Netanyahu parece dispuesto a todo. El plan de anexi¨®n parcial de Cisjordania que tiene previsto aplicar a partir del 1 de julio amenaza con tirar por la borda d¨¦cadas de acercamiento a los pa¨ªses ¨¢rabes sun¨ªes. Algunas son relaciones formales y antiguas, como Egipto (desde 1979), y Jordania (1994). Otros son v¨ªnculos subterr¨¢neos pero estrechos, reforzados frente a Ir¨¢n, enemigo com¨²n regional. Es el caso de las monarqu¨ªas del Golfo. Y otros solo tienen un inter¨¦s econ¨®mico. Por ejemplo, en la aproximaci¨®n diplom¨¢tica a pa¨ªses africanos con mayor¨ªa musulmana, como Chad o Sud¨¢n, en contrapartida a la valiosa cooperaci¨®n israel¨ª en materia de seguridad.
El anuncio de la anexi¨®n ya ha generado reacciones encontradas. Mientas el rey Abdal¨¢ II de Jordania hac¨ªa campa?a ante el Congreso de EE UU contra la desestabilizaci¨®n regional que puede acarrear la decisi¨®n israel¨ª, su ministro de Exteriores, Ayman Safadi, viajaba el pasado jueves por sorpresa a Ramala, capital administrativa de la Autoridad Palestina.
El jefe de la diplomacia de Am¨¢n alert¨® tras ser recibido por el presidente palestino, Mahmud Abbas, de que la extensi¨®n de la soberan¨ªa a los asentamientos de colonos y el valle del Jord¨¢n arruinar¨¢ la soluci¨®n de dos Estados. Jordania, la mitad de cuya poblaci¨®n es de origen palestino, teme que la anexi¨®n desate ¡°un conflicto masivo¡± con Israel. La sombra de una ruptura planea sobre el tratado de paz que ambos pa¨ªses sellaron hace un cuarto de siglo.
Nimrod Goren, responsable del Instituto Regional de Pol¨ªtica Exterior de la Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n, considera que ¡°Netanyahu est¨¢ esperando que se produzca un impacto limitado en las relaciones con los pa¨ªses ¨¢rabes tras las primeras reacciones de rechazo¡±. Es un c¨¢lculo arriesgado, advierte de entrada. ¡°Puede perder los millonarios contratos de suministro de gas suscritos con Jordania y Egipto para dar salida a los excedentes israel¨ªes¡±, puntualiza. ¡°Todo apunta a que ha pedido a la Casa Blanca graduar el proceso de anexi¨®n a fin de atenuar la intensidad de las cr¨ªticas de los Gobiernos ¨¢rabes moderados, que dependen de la ayuda econ¨®mica y militar estadounidense, como Jordania y Egipto¡±.
Para el profesor Goren, ¡°Egipto ha preferido mantener un perfil silencioso ante la perspectiva de la anexi¨®n¡±. No ha expresado apoyo formal al plan de Trump, un presidente con quien el exmariscal Abdelfat¨¢ al Sisi mantiene una privilegiada relaci¨®n directa, pero tampoco ha dado respaldo a los palestinos, a pesar de que la opini¨®n p¨²blica egipcia sostiene su causa desde hace 72 a?os.
El plan presentado en febrero por Trump autoriza a Israel a declarar la anexi¨®n parcial de Cisjordania bajo ciertas condiciones. Los l¨ªderes palestinos rechazan de plano la iniciativa Visi¨®n para la paz de la Casa Blanca, a la que tachan de servir a los intereses de Israel. Dise?ada por Jared Kushner, yerno y asesor principal del presidente, la pieza clave de la arquitectura del plan se apoya en la implicaci¨®n de los pa¨ªses ¨¢rabes aliados de EE UU. Este objetivo parece ahora distante.
Uno de los gobiernos sun¨ªes que ha mantenido sigilosos contactos con Israel ha roto el silencio. El embajador de Emiratos ?rabes Unidos en Washington, Yussef al Otaiba, avis¨® hace una semana en una inusual tribuna publicada en la prensa hebrea de que la ¡°toma ilegal¡± de tierra palestina acabar¨¢ dando ¡°un vuelco inmediato a las aspiraciones israel¨ªes de mejorar sus relaciones de seguridad, econ¨®micas y culturales con el mundo ¨¢rabe¡±.
Mientras languidec¨ªa el inter¨¦s internacional por el conflicto palestino, Netanyahu prosigui¨® una calculada estrategia pol¨ªtica de estrechar lazos con pa¨ªses africanos de mayor¨ªa isl¨¢mica. Hace dos a?os reanud¨® las relaciones con Chad, suspendidas desde 1972. Al mismo tiempo visitaba Om¨¢n, discreto aliado en el Golfo.
Durante m¨¢s de una d¨¦cada de poder ininterrumpido, el primer ministro ha reactivado los contactos diplom¨¢ticos emprendidos por Israel con pa¨ªses musulmanes tras los Acuerdos de Oslo (1993) que quedaron en suspenso tras la Segunda Intifada (2000-2005). Todo ese esfuerzo corre el riesgo de desintegrase en el estallido de la anexi¨®n.
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