La inesperada visita de Netanyahu a Om¨¢n saca a la luz contactos secretos con los pa¨ªses del Golfo
Las petromonarqu¨ªas discrepan sobre c¨®mo normalizar relaciones con Israel en ausencia de soluci¨®n al problema palestino
¡°Deseo que Abu Dhabi tenga una buena vida y paz para todos¡±. La frase en el libro de firmas de la Gran Mezquita Jeque Zayed de esa ciudad ser¨ªa una m¨¢s si no estuviera escrita en hebreo y firmada por la ministra israel¨ª de Cultura y Deporte, Miri Regev. Su presencia en Emiratos ?rabes Unidos (EAU) ha coincidido adem¨¢s con el viaje del primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu a Om¨¢n y de otros representantes del Gobierno hebreo a Dub¨¢i (EAU) y Qatar. Ninguno de esos pa¨ªses mantiene relaciones con Israel y aunque sus contactos son un secreto a voces, el conflicto palestino hab¨ªa impedido hasta ahora que se reconozcan. ?Qu¨¦ significa la coincidencia de estas visitas?
Por parte israel¨ª, la pol¨ªtica de gestos se hace cada vez m¨¢s visible. ¡°Al desvelar en p¨²blico sus lazos, Netanyahu ha mostrado su estrategia de crear alianzas (aparentemente secretas) con los pa¨ªses ¨¢rabes sun¨ªes moderados, con el objetivo de frenar la expansi¨®n iran¨ª en la regi¨®n y recortar su influencia¡±, sostiene Ronen Bergman, analista de seguridad y columnista del diario Yedioth Ahronoth. ¡°Y tambi¨¦n pretende demostrar que la normalizaci¨®n de relaciones puede alcanzarse sin tener que resolver antes la cuesti¨®n palestina¡±, precisa Bergman, ¡°aunque es improbable que lo consiga, dado que los gobernantes de esos pa¨ªses juzgan m¨¢s conveniente y seguro mantener estrechas relaciones con Israel; pero con sigilo, por temor a la indignaci¨®n popular¡±.
Todo apunta adem¨¢s a la puesta en pr¨¢ctica de la estrategia de ¡°paz ¨¢rabe¡± para el antiguo conflicto, que la Administraci¨®n del presidente Donald Trump se puede hacer p¨²blica despu¨¦s de los comicios legislativos en Estados Unidos. Est¨¢ por ver, claro est¨¢, si esos planes no saltan finalmente por los aires ante la previsible convocatoria de elecciones adelantadas en Israel.
Del lado ¨¢rabe, no hay unanimidad en la respuesta. ¡°Conviene analizar cada caso por separado. La visita de Netanyahu a Om¨¢n es oficial, pol¨ªtica y estrat¨¦gica. Las otras no tienen nada que ver con la pol¨ªtica. Los dos ministros que han venido a Emiratos no lo han hecho invitados por el Gobierno, sino por organizaciones internacionales. EAU no ha tenido nada que ver con el asunto (y lo mismo podr¨ªa decirse en el caso de Qatar)¡±, puntualiza el polit¨®logo emirat¨ª Abdulkhaleq Abdulla, cuyos an¨¢lisis suelen hacerse eco de la l¨ªnea oficial.
Algunos tab¨²es se han roto, mientras los s¨ªmbolos cabalgan sobre la real politik. En dos pa¨ªses del Golfo, Qatar y EAU, el himno Hatikva, una loa al sionismo: el derecho del pueblo jud¨ªo a asentarse en el Israel hist¨®rico. Al mismo tiempo, se izaba en el m¨¢stil central la bandera con la Estrella de David en la ceremonia de entrega de medallas de oro a yudocas israel¨ªes en Abu Dhabi. ¡°Para Israel, las competiciones en Oriente Pr¨®ximo tienen m¨¢s de pol¨ªtica que de deporte¡±, recordaba The Jerusalem Post en un art¨ªculo editorial. ¡°Hace apenas un a?o, los organizadores del mismo torneo se negaron a que sonara el himno del Estado jud¨ªo y a que ondeara su bandera¡±.
Dos d¨ªas despu¨¦s, el ministro de Comunicaciones de Israel, Ayoub Kara, intervino en lengua ¨¢rabe en defensa de la paz y el progreso en la regi¨®n ante la Conferencia de la Uni¨®n Internacional de Telecomunicaciones, reunida en el mismo emirato. Desde 2015, Israel cuenta una representaci¨®n permanente en Abu Dhabi ante otro organismo de la ONU, la Agencia Internacional de Energ¨ªas Renovables (Irena).
Sin duda por su nivel y su relieve, es el viaje de Netanyahu a Mascate ¡ªacompa?ado por el jefe del Mosad (servicio de inteligencia exterior), Yossi Cohen ¡ª el que m¨¢s llama la atenci¨®n. El ministro de Exteriores oman¨ª, Yusuf Bin Alawi, que el pasado febrero visit¨® la mezquita de Al Aqsa en Jerusal¨¦n, ha subrayado que su pa¨ªs no busca ¡°mediar¡± entre Israel y Palestina, sino acercar a las partes para ¡°poner fin al conflicto y avanzar hacia un mundo nuevo¡±. De hecho, pocos d¨ªas antes el sult¨¢n recibi¨® al presidente palestino, Mahmud Abbas, y el analista oman¨ª Abdullah Baabdooh sugiere a EL PA?S que este podr¨ªa haberle pedido ayuda al respecto.
Om¨¢n siempre ha tenido una pol¨ªtica independiente. Fue el ¨²nico pa¨ªs de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga que no boicote¨® a Egipto despu¨¦s de su paz con Israel. Tras los acuerdos de Oslo (1993) acogi¨® las visitas de los primeros ministros Isaac Rabin y Sim¨®n Peres, y acept¨®, junto a Qatar, la apertura de una oficina comercial israel¨ª. La Segunda Intifada, a partir del a?o 2000, acab¨® con el acercamiento, pero los contactos se mantuvieron de forma discreta.
Altos cargos oman¨ªes, emirat¨ªes y catar¨ªes visitan con frecuencia Israel sin llamar la atenci¨®n, e intervienen en los asuntos palestinos (en Gaza y Cisjordania) con presiones pol¨ªticas acompa?adas de financiaci¨®n, tanto sobre la Autoridad Palestina como sobre el Gobierno de facto de Ham¨¢s en Gaza. El jefe de la diplomacia oman¨ª, Bin Alawi, se reuni¨® el mi¨¦rcoles en Ramala con el presidente Abbas para entregarle una carta del sult¨¢n Qab¨²s despu¨¦s del viaje de Netanyahu a Mascate, que ha despertado inquietud entre los dirigentes palestinos. Empresarios y representantes oficiales israel¨ªes mantienen relaciones y viajan tambi¨¦n con sigilo al Golfo. ?Qu¨¦ ha permitido que ahora los medios oman¨ªes difundan a bombo y platillo las im¨¢genes del sult¨¢n con Netanyahu?
¡°Adem¨¢s de su tradicional papel conciliador, Om¨¢n ve una oportunidad de equilibrar la situaci¨®n despu¨¦s de sentirse presionado por la Administraci¨®n Trump por su asistencia en el acuerdo nuclear, sus relaciones con Ir¨¢n y las acusaciones de sus vecinos de que permite el contrabando de armas iran¨ªes a los Huthi [de Yemen]¡±, explica Baabdooh. ¡°As¨ª que [recibir a Netanyahu de forma tan p¨²blica] env¨ªa el mensaje de que Om¨¢n no est¨¢ en contra de las pol¨ªticas de EE UU en la regi¨®n y muestra que puede ser ¨²til¡±.
Sus vecinos no est¨¢n tan convencidos. A pesar de que durante los ¨²ltimos a?os, Arabia Saud¨ª y EAU han mostrado m¨¢s preocupados con Ir¨¢n que con Israel, e incluso se ha apreciado una cooperaci¨®n impl¨ªcita, despierta recelo la posibilidad de que el sult¨¢n se erija en conector entre Teher¨¢n y Washington, y Teher¨¢n e Israel. De hecho, Theodore Karasik, analista de Gulf State Analytics, opina que ¡°los oman¨ªes ven una oportunidad de librarse del enfoque cortoplacista de Abu Dhabi abordando el asunto israelo-palestino con un enfoque diferente¡±.
¡°Si la intenci¨®n era impulsar la paz en Oriente Pr¨®ximo, [la visita de Netanyahu] no va a a?adir un ¨¢pice porque el asunto es demasiado grande para Om¨¢n, pero sobre todo y m¨¢s importante porque Netanyahu no est¨¢ interesado en la paz, sigue expandiendo las colonias y nunca aceptar¨¢ la soluci¨®n de los dos Estados. Si acaso este viaje refuerza la posici¨®n israel¨ª¡±, resume el emirat¨ª Abdulla.
La mayor¨ªa de los comentaristas ¨¢rabes comparten ese escepticismo. ¡°Ignoramos todo lo que hay detr¨¢s de la visita. Los rumores relativos a una mediaci¨®n oman¨ª son improbables porque es Egipto el que normalmente asume esa funci¨®n¡±, desestima Abdul Rahman al Rached en el diario pan¨¢rabe Al Sharq Al Awsat. Pero las fr¨ªas reacciones que ha suscitado el viaje tal vez dicen mucho m¨¢s sobre el cambio que respecto al asunto palestino se ha producido en la regi¨®n. S¨®lo los medios cercanos a los Hermanos Musulmanes han puesto el grito en el cielo.
Est¨¢ claro que no habr¨¢ normalizaci¨®n de relaciones con Israel mientras no haya una soluci¨®n para los palestinos. La calle ¨¢rabe no lo aceptar¨ªa. Tanto Egipto como Jordania, los ¨²nicos pa¨ªses con relaciones diplom¨¢ticas, mantienen los lazos, pero reflejan una imagen de paz fr¨ªa de bajo perfil para evitar estallidos de ira popular. Solo una l¨ªnea a¨¦rea, Air Sina¨ª, enlaza los aeropuertos de El Cairo y Tel Aviv. Pero la compa?¨ªa oculta que se trata de una subsidiaria de Air Egypt a fin de evitar las protestas. En Am¨¢n, el rey Abdal¨¢ ha anunciado recientemente que no se renovar¨¢n dos cl¨¢usulas del acuerdo de paz de 1994 que permit¨ªan a agricultores israel¨ªes a arrendar durante 25 a?os amplios terrenos de cultivo en dos sectores de la ribera jordana en el valle del Jord¨¢n.
Mientras llega ese momento de la normalizaci¨®n de relaciones, el ministro de Transportes (y tambi¨¦n de Inteligencia) de Israel, Yisrael Katz, se dispone a presentar la semana que viene en Om¨¢n en un foro internacional un proyecto de ferrocarril transrregional desde el puerto israel¨ª de Haifa, pasando por Am¨¢n, hasta el puerto saud¨ª de Damman, en el golfo P¨¦rsico. Una v¨ªa alternativa para revitalizar el comercio entre Europa y Oriente Pr¨®ximo, en declive por el cierre de las fronteras sirias a causa de la guerra desde hace m¨¢s de siete a?os.
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