Ed¨¦n Pastora, revoluci¨®n, lo contrario y contrici¨®n
La muerte del guerrillero nicarag¨¹ense resume el ciclo en espiral que caracteriza las vidas de las personalidades m¨¢s interesantes del proceloso tr¨¢nsito de los ¨²ltimos dos siglos
La reciente muerte en Managua de Ed¨¦n Pastora deja un hueco en la historia del atribulado istmo centroamericano donde discurri¨® su trepidante vida. Nacido en 1937 en Metapa, localidad nicarag¨¹ense bautizada luego con el nombre del gran poeta Dar¨ªo, con apenas siete a?os sufri¨® la muerte de su padre a manos de esbirros del dictador Anastasio Somoza. Con vocaci¨®n por la Medicina, logr¨® una beca para estudiar en M¨¦xico donde, en tercer curso, es captado por la antena sandinista en el exterior y pasa a integrarse en las filas del Frente Sandinista de Liberaci¨®n Nacional (FSLN), art¨ªfice de la revoluci¨®n nicarag¨¹ense en 1978-1979.
Ed¨¦n Pastora fue un hombre de vital personalidad, expansivo, con gran sentido del humor y de una audacia extraordinaria, seg¨²n sus allegados. Gozaba de un gran atractivo personal. Con media docena de compa?eras, tuvo 21 hijos. Como guerrillero, uno de sus golpes m¨¢s audaces fue la estratagema ideada por ¨¦l para dar muerte del general somocista Castillo quien, enamoriscado de una mujer amiga de los sandinistas, les alert¨® de su cita amatoria y desde el interior de un armario contiguo al t¨¢lamo, fue tiroteado y muerto en una acci¨®n considerada inveros¨ªmil.
Su protagonismo en la captura de la Asamblea Nacional, en 1978, le granjear¨ªa una extraordinaria e irreversible popularidad entre el pueblo llano nicarag¨¹ense, con el que estableci¨® un v¨ªnculo afectivo profundo, que los polit¨®logos adjetivan como carism¨¢tico. Su fama cobr¨® proyecci¨®n mundial. Su audacia guerrillera es conocida y la peana de su celebridad tambi¨¦n, pero lo que nadie parec¨ªa explicarse es c¨®mo habiendo sido el m¨¢s c¨¦lebre y popular de los comandantes sandinistas, su estrella pol¨ªtica comenz¨® a languidecer nada m¨¢s consumarse la derrota del somocismo y la toma del poder por parte del FSLN. Mientras los hermanos Daniel y Humberto Ortega, Tom¨¢s Borge, Jaime Wheelok y otros l¨ªderes guerrilleros, ocuparon puestos decisivos en la nueva estructura de poder, Ed¨¦n fue postergado a un segundo plano como viceministro del Interior, a la sombra del todopoderoso Tom¨¢s Borge.
Eclipse
En el origen del eclipse pol¨ªtico de Ed¨¦n Pastora se encuentra una an¨¦cdota que pocos conocen. Tras secuestrar la Asamblea Nacional y conseguir la liberaci¨®n de 200 cuadros sandinistas, entre otros el propio m¨¢ximo l¨ªder del FSLN, Daniel Ortega Saavedra, el dirigente socialdem¨®crata venezolano Carlos Andr¨¦s P¨¦rez flet¨® un avi¨®n para la salida de los secuestradores desde Managua hasta Panam¨¢, de acuerdo con el l¨ªder paname?o Omar Torrijos. Al descender del avi¨®n los dirigentes sandinistas liberados, el ¨²nico que se quit¨® el pa?uelo que cubr¨ªa su rostro y se desenmascar¨® fue Ed¨¦n. Aquello le granje¨® la inquina de sus compa?eros, que comenzaron a atribuirle una sed de protagonismo que si bien era congruente con la nombrad¨ªa derivada de su probada audacia militar y de su ascendiente popular, no casaba en absoluto con las exigencias de discreci¨®n pol¨ªtica, incluso las de instrucci¨®n pol¨ªtica, de las cuales Pastora carec¨ªa. As¨ª lo explica Zoilo Guti¨¦rrez, periodista asturiano mentor de la agencia Efe en Am¨¦rica Central, consejero ¨¢ulico de numerosos presidentes progresistas de pa¨ªses del istmo y amigo personal de Ed¨¦n Pastora. ¡°Era una buena persona, pero carec¨ªa de formaci¨®n pol¨ªtica y de luces estrat¨¦gicas, tan necesarias en los albores de una revoluci¨®n¡±, agrega.
Las autoridades sandinistas enviaron a Ed¨¦n a Cuba, donde fortaleci¨® sus lazos personales con Fidel Castro, que le apreciaba mucho. Prueba de su confianza mutua fue aquella an¨¦cdota vivida por ambos durante un paseo habanero por la Marina Hemingway: Ed¨¦n le pregunt¨® a Castro qu¨¦ hac¨ªan tantos barcos colombianos all¨ª fondeados. Y Fidel, con una sonrisa enigm¨¢tica, le dijo que estaban de paso y que pronto zarpar¨ªan ¡°para blanquear el Imperio¡±.
Pero su amistad con Castro no impidi¨® su declinaci¨®n pol¨ªtica. Como una suerte de Guadiana, Ed¨¦n Pastora inici¨® su traves¨ªa personal del desierto pol¨ªtico tras comenzar a destilar su indignaci¨®n por la postergaci¨®n sufrida: achac¨® a la comandancia sandinista el tomar posesi¨®n de propiedades y privilegios de los Somoza y cay¨® en desgracia. Se nacionaliz¨® costarricense. A partir de entonces, se dedicar¨ªa intermitentemente a la pesca. ¡°Cog¨ªa percebes descolg¨¢ndose por los acantilados de la costa del Pac¨ªfico y me los cobraba a precio revolucionario para la causa¡±, explica Carlos Guerrero, militar espa?ol destacado en Am¨¦rica Central y muy amigo del guerrillero nicarag¨¹ense.
Pero los negocios pesqueros ¨Chab¨ªa conseguido ayudas para adquirir un barco con el cual capturaba incluso tiburones- no le fueron bien.
En el plano pol¨ªtico, intent¨® formar un equipo de gente af¨ªn para lograr cierta proyecci¨®n internacional, tarea en la que fue ayudado por l¨ªderes socialistas espa?oles, que pugnaban por hegemonizar la salida anti-dictatorial de los pa¨ªses del istmo centroamericano frente a las pulsiones hegem¨®nicas cubanas en la zona. Pero tampoco tuvo suerte en aquel cometido. ¡°Era un hombre apto para la revoluci¨®n pero inadaptado a la posrevoluci¨®n¡±, dice su amigo Carlos Guerrero.
La Contra Sur
Fue tiempo despu¨¦s cuando pas¨® a integrarse y a dirigir militarmente la llamada Contra Sur, organizaci¨®n paramilitar opuesta al sandinismo oficial por ¨¦l cuestionado. Esta franja de la guerrilla opositora no estuvo nunca tan vinculada a la CIA como la Contra Norte, que operaba en la zona septentrional nicarag¨¹ense. Pastora, que no goz¨® de la confianza de los estadounidenses, que recelaban de ¨¦l, iniciar¨ªa en 1982, una gira por Espa?a y en conversaci¨®n con EL PA?S, se quejaba amargamente: ¡°?Para qu¨¦ necesitamos tanques rusos T-55 B en la selva tropical?¡±, comentaba con cierta sorna. Dec¨ªa: ¡°en vez de asesores militares, Fidel deber¨ªa enviarnos asesores morales¡±. Y, tal vez por su afecto hacia Castro, precisaba que un revolucionario ¡°no puede ser nunca anticomunista¡±.
Desde el punto de vista pol¨ªtico, Ed¨¦n, que seg¨²n sus allegados, no mostraba una formaci¨®n te¨®rica en absoluto refinada, se consideraba partidario de una tercera v¨ªa que se alejara de la bipolaridad entre Estados Unidos y la URSS propia de la llamada Guerra Fr¨ªa.
Un nuevo canal interoce¨¢nico
Comoquiera que ¨¦l hab¨ªa desplegado su actividad guerrillera sandinista y, tambi¨¦n posteriormente, contra-sandinista, en el frente sur, en el ¨¢rea del R¨ªo San Juan que ¨¦l conoc¨ªa como la palma de su mano ¨Clleg¨® a establecerse en una isla fluvial- ser¨ªa aquel conocimiento de tan importante zona fronteriza con Costa Rica, el que le granjear¨ªa la salida de la desgracia pol¨ªtica en la que hab¨ªa previamente ca¨ªdo.
Fue Ed¨¦n quien entr¨® en contacto con Daniel Ortega, l¨ªder del FSLN, para mostrarle la viabilidad de la construcci¨®n de un nuevo canal interoce¨¢nico -distinto y alternativo del paname?o- que cruzase el istmo centroamericano, precisamente por el r¨ªo San Juan y el lago al que tributa. Ese proyecto, de alto potencial geoestrat¨¦gico, percibido con suma inquietud por Washington y que ser¨ªa visto con enorme inter¨¦s por China, re-acredit¨® a Ed¨¦n Pastora y a partir de 2006 regres¨® a Managua para reconciliarse con la direcci¨®n sandinista a la que tanto hab¨ªa denostado y que a ¨¦l tanto le hab¨ªa marginado. Por ende, se le encomendar¨ªa la tarea de supervisar el dragado del delta del r¨ªo cuyas lindes marcaban los l¨ªmites fronterizos, en disputa, entre Nicaragua y Costa Rica.
La muerte de Ed¨¦n Pastora, con su ida y vuelta de la revoluci¨®n a la contrarrevoluci¨®n y su ulterior arrepentimiento, resume el ciclo en espiral que caracteriza las vidas de las personalidades m¨¢s interesantes del proceloso tr¨¢nsito del siglo XX a la centuria siguiente.
Rafael Fraguas es periodista, analista geopol¨ªtico y Doctor en Sociolog¨ªa por la UCM.
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