Asesinado en Bagdad un relevante analista cr¨ªtico con las milicias
Varios pistoleros matan a Hisham al Hashemi a la puerta de su casa en un crimen con implicaciones pol¨ªticas
Hisham al Hahemi muri¨® tiroteado anoche en Bagdad. Al Hashemi, un analista pol¨ªtico experto en extremismo isl¨¢mico y que asesoraba al Gobierno, se hab¨ªa significado a favor de la revuelta popular iniciada el pasado octubre y se mostraba cr¨ªtico con el sistema pol¨ªtico instaurado tras la invasi¨®n estadounidense de Irak. Aunque nadie se ha responsabilizado del ataque, su muerte no es una m¨¢s de las muchas violentas que sufre ese castigado pa¨ªs. Se trata de un asesinato pol¨ªtico con importantes implicaciones para su futuro y los planes del primer ministro Mustafa al Kadhimi.
Al Hashemi, de 47 a?os y padre de tres ni?os y una ni?a, era un hombre que manten¨ªa buenos contactos con pol¨ªticos, diplom¨¢ticos, activistas e incluso responsables paramilitares. Generoso con su tiempo y su conocimiento, era tambi¨¦n una fuente habitual de los medios de comunicaci¨®n, incluido EL PA?S. De natural curioso e inquisitivo, se interesaba por el pa¨ªs de su interlocutor y estaba al tanto de los asuntos internacionales, m¨¢s all¨¢ de su especializaci¨®n en grupos terroristas y la pol¨ªtica iraqu¨ª. Su asesinato ha sido ampliamente condenado.
Autor de varios libros sobre el extremismo y el Estado Isl¨¢mico, era miembro del Consejo Consultivo de Irak, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que asesora a los gobernantes iraqu¨ªes y tambi¨¦n investigador del Centro de Pol¨ªtica Global de EE UU. Con anterioridad, fue asesor del grupo de trabajo para la reconciliaci¨®n nacional en la oficina del primer ministro, del presidente del Parlamento y tambi¨¦n de la misi¨®n de la ONU en Irak.
Tres hombres armados a bordo de dos motos esperaban al analista frente a su domicilio en el barrio de Zayuna, al este de la capital. Le dispararon a la puerta de su casa y cuando intent¨® parapetarse tras su coche, uno de ellos le remat¨® con varios tiros a quemarropa, seg¨²n la recomposici¨®n del suceso que han hecho sus amigos con el relato de testigos y el atestado policial. En el hospital Ibn al Nafis solo pudieron certificar su muerte. Eran poco m¨¢s de las nueve de la noche.
Apenas una hora antes, Al Hashemi hab¨ªa tuiteado que la divisi¨®n en Irak era ¡°el resultado del sistema de cuotas ¨¦tnicas y religiosas establecido tras la invasi¨®n estadounidense de 2003¡±. A pesar de que muchos iraqu¨ªes comparten esa idea, como qued¨® claro durante las multitudinarias manifestaciones que han sacudido Irak desde octubre hasta que la represi¨®n y la covid-19 ahuyentaron a sus participantes, se trata de una declaraci¨®n de guerra para los grupos de inter¨¦s que se benefician de esa f¨®rmula.
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El primer ministro difundi¨® un mensaje con sus condolencias. ¡°Prometemos perseguir a los asesinos y llevarlos ante la justicia¡±, tuite¨® su oficina. ¡°No vamos a permitir que vuelvan los asesinatos a la escena iraqu¨ª¡±, a?ad¨ªa en referencia a los frecuentes cr¨ªmenes de ese tipo que se produjeron tras la invasi¨®n estadounidense.
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La investigaci¨®n va a ser una prueba para Al Kadhimi, que apenas lleva dos meses al frente del Gobierno. Miembros de su equipo han calificado el asesinato del analista como ¡°selectivo¡±, pero no han se?alado a ning¨²n grupo. Sus amigos recuerdan que estaba amenazado por Kataeb Hezbol¨¢ (KH) y Asaeb Ahl al Haq, dos milicias proiran¨ªes que, si bien formalmente integradas en las fuerzas de seguridad iraqu¨ªes, mantienen un mando independiente.
¡°Hay en marcha una campa?a de acusaciones contra escritores y comentaristas que apoyan a Mustafa al Kadhimi, tach¨¢ndoles de agentes de EE UU¡±, denuncia uno de ellos. La organizaci¨®n estatal que agrupa a esas fuerzas paramilitares ha pedido una investigaci¨®n.
Al Kadhimi se encuentra embarcado en un pulso con las poderosas milicias y partidos pol¨ªticos respaldados por Ir¨¢n que, tras haber aceptado su nombramiento, le acusan de tomar partido por Estados Unidos. Tal vez no pensaron que iba a tener agallas para tratar de poner coto a su actuaci¨®n como un Estado dentro del Estado, pero tras la acci¨®n de las unidades antiterroristas contra una de las brigadas de KH que intentaba atacar con cohetes la Embajada norteamericana, se ha desatado la guerra. ¡°El futuro del pa¨ªs est¨¢ en entredicho¡±, interpretan fuentes diplom¨¢ticas occidentales en Bagdad.
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