La triste suerte de los negacionistas de la covid-19
Los l¨ªderes reacios a adoptar medidas para controlar la pandemia, como Trump y Bolsonaro, se enfrentan ahora a cifras r¨¦cord de afectados por el coronavirus
En la crisis del coronavirus, en la mayor¨ªa de los casos al principio hab¨ªa desconocimiento, despu¨¦s dudas, m¨¢s tarde desconcierto y, por ¨²ltimo, acci¨®n. Pero, en este tr¨¢nsito, algunos pol¨ªticos han seguido negando la dimensi¨®n de la cat¨¢strofe y reaccionando tarde y d¨¦bilmente, una posici¨®n abanderada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que todav¨ªa rechaza ponerse la mascarilla en p¨²blico, a pesar de gobernar el pa¨ªs que lidera la cifra mundial de fallecidos con 130.000 (casi uno de cada cuatro en el mundo). Le sigue en la estela su hom¨®logo en Brasil, Jair Bolsonaro, que este martes ha dado positivo en la prueba de la covid-19 y se pasea entre los mercados sin respetar la distancia social en un pa¨ªs que acumula m¨¢s de 65.000 v¨ªctimas mortales, seg¨²n datos de la Universidad Johns Hopkins. ¡°Los Gobiernos que adoptaron pol¨ªticas m¨¢s estrictas, y lo hicieron m¨¢s r¨¢pido, han visto un crecimiento m¨¢s lento de las muertes. La acci¨®n r¨¢pida ha sido esencial para aplanar la curva de contagios de coronavirus¡±, se?ala Thomas Hale, l¨ªder de la herramienta de rastreo de las respuestas de los Gobiernos al coronavirus de la Universidad de Oxford.
¡°En estos dos pa¨ªses, los pol¨ªticos han esperado demasiado para tomar el problema en serio. Esto ha permitido que el virus se establezca ampliamente y que se necesite mucho tiempo para reducir la tasa de infecciones. De hecho, vemos que el brote persiste, probablemente porque las restricciones se han levantado prematuramente¡±, a?ade Hale. Ambos l¨ªderes han minimizado la enfermedad, obviado los datos, burlado a la ciencia e instituciones e ignorado las experiencias vividas en otras latitudes ¨DBoris Johnson, en el Reino Unido, por ejemplo, comenz¨® la gesti¨®n de forma dubitativa pero no neg¨® la gravedad de la pandemia y acab¨® dando un golpe de tim¨®n¨D, para priorizar la actividad econ¨®mica y hacerse fuerte para antes de las elecciones: la de Trump este noviembre y la de Bolsonaro, en 2022.
Pero sus estrategias tienen fisuras. Estados Unidos ya registra casi tres millones de casos y Brasil ha superado los 1,6 millones. Son los dos pa¨ªses con m¨¢s contagiados. La poblaci¨®n ha visto c¨®mo han abierto grandes fosas comunes en sus suelos, c¨®mo sus presidentes se han enfrentado a los gobernadores de sus Estados que han optado por medidas para evitar contagios, o c¨®mo, en el caso de Brasil, han perdido a dos ministros de Sanidad en menos de un mes por discrepancias con los criterios de distanciamiento social y cuarentena. Casi cada d¨ªa salta una noticia que explota contra los dirigentes: un juez brasile?o ha advertido a Bolsonaro de que le multar¨¢ si aparece sin mascarilla en p¨²blico; la UE ha vetado a los viajeros de Estados Unidos y Brasil, el epidemi¨®logo de la Casa Blanca ha replicado a Trump sobre la necesidad de hacer m¨¢s test, despu¨¦s de que EE UU rompiera relaciones con la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) por su supuesta cercan¨ªa a China, a quien acusa de presionar para que el mundo infravalorara el coronavirus.
En este trance, Estados Unidos ha visto su tasa de desempleo aumentar hasta el 14,7%, que baj¨® en junio ya al 11,1%. En el caso de Brasil, el Fondo Monetario Internacional prev¨¦ que su PIB se contraiga un 9% este a?o. ¡°Cuanto antes se logre frenar el virus, m¨¢s r¨¢pida y vigorosa ser¨¢ la recuperaci¨®n¡±, recomienda su directora, Kristalina Georgieva. ¡°El enfoque de la econom¨ªa primero es una visi¨®n de muy corto plazo. No poner la salud p¨²blica en el centro de los planes de acci¨®n gubernamentales no salva a la econom¨ªa¡±, indica Juan Pablo Bohoslavsky, experto en Derechos Humanos y deuda externa y coautor del informe Covid-19: Pol¨ªticas econ¨®micas y sociales irresponsables en Brasil ponen en riesgo millones de vidas, recogido por la Oficina del Alto Comisionado de la ONU.
La alianza de los avestruces
¡°Habr¨¢ que ver la situaci¨®n, pero sin una estrategia seria, sin un plan pospandemia, sin datos fiables¡ el mensaje que lanzan a la comunidad internacional y a los inversores es de desconfianza. Se pierde la credibilidad en ellos¡±, apunta Oliver Stuenkel, profesor de Relaciones Internacionales en la Funda??o Getulio Vargas de S?o Paulo. Para ¨¦l, los negacionistas se circunscriben a los l¨ªderes de Brasil, Bielorrusia, Turkmenist¨¢n y Nicaragua, para los que ha acu?ado la f¨®rmula La alianza de los avestruces, por fingir que el problema no existe. ¡°Ignorarlo les permite hablar de cosas buenas o de c¨®mo se recupera la econom¨ªa. Precisamente, lo que tienen en com¨²n es que no sabemos lo que pasa en sus pa¨ªses, y para ellos eso es buen¨ªsimo. No se sabe lo que ocurre, y eso es lo que consideran importante¡±.
Brasil ha pasado por un apag¨®n informativo de datos; en Turkmenist¨¢n ni siquiera ofrecen cifras de afectados, y su presidente, Gurbanguli Berdimujam¨¦dov, ha desterrado la palabra coronavirus de las Administraciones. En Bielorrusia, con cerca de 450 fallecidos declarados entre una poblaci¨®n de 9,5 millones de personas, el presidente Aleksander Lukashenko ha mantenido los actos multitudinarios y ha calificado la pandemia como psicosis. ¡°Nuestra prioridad debe ser y es nuestra econom¨ªa. Todo esto pasar¨¢, como ya vemos que sucede en Europa. Sin embargo, la econom¨ªa permanecer¨¢ para siempre¡±, declar¨® a Euronews.
¡°Los l¨ªderes de Turkmenist¨¢n o Bielorrusia tienen miedo de parecer demasiado humanos ante la poblaci¨®n. No tienen capacidad de gesti¨®n pero a la vez piden lealtad a sus seguidores, y muchos les creen¡±, apunta Stuenkel, que alerta de las repercusiones que pueden tener sus acciones, no solo en la salud f¨ªsica o en la econom¨ªa de la poblaci¨®n, tambi¨¦n en su salud mental. ¡°Se habla menos del impacto que tendr¨¢ la incertidumbre y la inestabilidad de estar liderados por gobernantes que no gestionan de forma coherente, aunque se equivoquen. El coste emocional para las sociedades donde los l¨ªderes no son serios es incalculable y dif¨ªcilmente medible. La desesperaci¨®n, la falta de liderazgo y sentirse a la deriva es una cuesti¨®n muy grave¡±, apunta el profesor.
Efectos colaterales en la ciencia
Los efectos colaterales en los pa¨ªses liderados por gobernantes negacionistas van m¨¢s all¨¢ de los contagios o la econom¨ªa. La falta de credibilidad de los pol¨ªticos en la ciencia y su vinculaci¨®n con determinadas ideolog¨ªas pol¨ªticas es una de las preocupaciones m¨¢s reiteradas de los expertos. El economista Paul Krugman recuerda en la columna La realidad de la covid-19 tiene un sesgo liberal, del New York Times, que la derecha estadounidense rechaz¨® hace tiempo la pol¨ªtica basada en evidencia a favor de la evidencia basada en pol¨ªtica, ¡°negando hechos que pudieran interferir en una agenda predeterminada¡±.
¡°Ha habido un fracaso entre la comunidad cient¨ªfica y la pol¨ªtica para forjar una alianza efectiva¡±, se?ala Vania Figueroa, vicepresidenta de la Red de Investigadoras de Chile y doctora en neurociencia. ¡°En Alemania o Nueva Zelanda los consejos cient¨ªficos han sido vinculantes, al contrario que en Estados Unidos, donde Trump ha desactivado la evidencia y ha cometido aberraciones peligrosas. Esto es una contradicci¨®n en un pa¨ªs que lidera la investigaci¨®n mundial. E igual ocurre en Brasil¡±, a?ade la experta. ¡°La ciencia es la herramienta m¨¢s valiosa que tenemos para enfrentar las noticias falsas y el negacionismo¡±, concluye.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia
- As¨ª evoluciona la curva del coronavirus en Espa?a y en cada autonom¨ªa
- Buscador: La nueva normalidad por municipios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.