El populismo vuelve a ganar
El resultado de las ¨²ltimas elecciones polacas confirma una agenda contraria a las instituciones democr¨¢ticas
El domingo en Polonia concluyeron las primeras elecciones de ¨¢mbito nacional en la UE desde la pandemia. Esta segunda vuelta de las presidenciales era un plebiscito entre el populismo nacional-conservador y reaccionario del partido gobernante, y el liberalismo econ¨®mico y social proeurope¨ªsta de la oposici¨®n, el dilema clave de los tiempos de globalizaci¨®n de la demarcaci¨®n o integraci¨®n, personificado. Su resultado es crucial para el futuro de Polonia y sus relaciones con el resto de Europa: continuar destruyendo instituciones democr¨¢ticas, seguir politizando los tribunales y amenazar las libertades con el actual presidente Andrzej Duda, o poder retornar a un Estado democr¨¢tico donde el presidente, con capacidad de veto legislativo, restablezca el sistema de controles y equilibrios, si ganaba el candidato de la oposici¨®n Rafal Trzaskowski.
Finalmente, Duda ha logrado imponerse, la victoria electoral m¨¢s ajustada en Polonia desde el fin del comunismo en 1989, con una participaci¨®n muy alta, consecuencia directa de la intensa polarizaci¨®n de la sociedad polaca. La victoria del actual presidente significa que el partido gobernante Ley y Justicia (PiS) puede seguir con su particular programa de contrarrevoluci¨®n populista hasta las pr¨®ximas elecciones parlamentarias dentro de tres a?os.
El declive institucional en Polonia comenz¨® cuando este partido gan¨® las elecciones generales de 2015, el mismo a?o en que Duda fue elegido presidente por primera vez. Desde entonces, Polonia ha sufrido una importante merma de sus instituciones democr¨¢ticas. Entre ellas destaca la reforma del sistema judicial, apoyada por Duda y denunciada por la Comisi¨®n Europea por quebrantar la separaci¨®n de poderes. Las elecciones del domingo se consideraban como la ¨²ltima oportunidad para revertir este retroceso. La combinaci¨®n de pol¨ªticas culturales de derecha con un mayor gasto social por parte del Estado sigue siendo una combinaci¨®n ganadora para el PiS.
La clave est¨¢ en las peque?as ciudades y pueblos, donde Duda se mostraba como el garante directo de la continuaci¨®n de las pol¨ªticas sociales de estos a?os. Duda tambi¨¦n se ha comprometido a defender los ¡±valores familiares¡± con una campa?a llena de ret¨®rica hom¨®foba. Adem¨¢s, la televisi¨®n p¨²blica, controlada por el PiS, se convirti¨® en un canal de la campa?a a favor de Duda, atacando a Trzaskowski como un ¡°extremista¡± supuestamente respaldado por oscuros intereses extranjeros. A pesar de tener el aparato p¨²blico en contra, Trzaskowski ha logrado una movilizaci¨®n importante de la oposici¨®n, tradicionalmente fragmentada y diversa. Intent¨® distanciarse de su propio partido liberal Plataforma C¨ªvica (PO) para atraer un electorado m¨¢s amplio, incluyendo los votantes antisistema que piden el fin de la eterna rivalidad PiS-PO.
Trzaskowski, actual alcalde de Varsovia, tambi¨¦n destacaba la importancia de los Gobiernos locales, unas instituciones que a¨²n disfrutan de confianza social en Polonia a pesar de haber sido atacadas por el PiS en estos ¨²ltimos a?os. Finalmente, Duda logr¨® un resultado solo ligeramente mejor que Trzaskowski, a pesar de una campa?a negativa y un amplio apoyo institucional. No son buenas noticias para la democracia. Lo que m¨¢s preocupa ahora es un muy posible ataque a medios independientes con el pretexto de deshacerse de la influencia extranjera. Esta ser¨¢ una batalla clave, tan importante como la del Estado de derecho. El reto principal ser¨¢ seguir defendiendo los medios de comunicaci¨®n independientes, reforzar el autogobierno local, la sociedad civil y tratar de mantener una oposici¨®n unida. La presi¨®n internacional sobre Polonia debe mantenerse, sobre todo por parte de la UE.
Aleksandra Sojka es investigadora Juan de la Cierva en el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Carlos III de Madrid. Este art¨ªculo ha sido elaborado por Agenda P¨²blica para EL PA?S.
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