La migraci¨®n de brasile?os a Portugal se dispara durante el primer a?o de Bolsonaro como presidente

¡°R¨ªo es lindo, Brasil es lindo, pero la violencia est¨¢ totalmente descontrolada¡±, se lamenta Janette Ferreira Santos, una inmigrante brasile?a de 43 a?os que trabaja en una lavander¨ªa en las afueras de Lisboa. ¡°Me fui para darle un futuro mejor a mi hija¡±. Ferreira vot¨® en 2018 por el presidente Jair Messias Bolsonaro, cree en sus promesas de cambio (torcerle el brazo al crimen fue una de ellas) y dice que volver¨ªa a elegirlo. ¡°El problema es que ¨¦l cogi¨® un pa¨ªs jodido¡±, explica, ¡°el Partido de los Trabajadores estuvo 13 a?os en el poder y sigue detr¨¢s de todo. As¨ª no se puede hacer mucho¡±. Titubea cuando se da cuenta de que est¨¢ en medio de una entrevista, pero al final lo dice: ¡°El problema tambi¨¦n son los medios de comunicaci¨®n¡±. Durante el primer a?o de mandato de Bolsonaro, en el poder desde el 1 de enero de 2019, se dispar¨® la migraci¨®n de brasile?os a Portugal: en 2018 viv¨ªan 105.423 brasile?os en el pa¨ªs europeo, por 151.304, un a?o despu¨¦s, cerca de un 50% m¨¢s, seg¨²n un informe presentado por las autoridades portuguesas el pasado mes. El curso anterior el aumento hab¨ªa sido de unas 20.000 personas (un 23%). La ¨²ltima vez que hubo un aumento similar fue en 2008 (61,2%).

Las solicitudes de nacionalidad portuguesa se duplicaron. Si bien el sector servicios en las principales ciudades portuguesas est¨¢ pr¨¢cticamente copado por los brasile?os, en la m¨¢s reciente oleada migratoria hay m¨¢s j¨®venes cualificados y familias de rentas medias-altas, de acuerdo con firmas de abogados especialistas en migraci¨®n consultadas. El a?o pasado, adem¨¢s, hubo un repunte del 17% ¡ªtras una ca¨ªda del 20% el curso anterior¡ª de los visados gold expedidos a ciudadanos del gigante sudamericano. Estos permisos de residencia se otorgan a cambio de una inversi¨®n de entre 250.000 euros y un mill¨®n, en distintos sectores, principalmente el inmobiliario.

Ferreira sali¨® de Brasil meses despu¨¦s de la victoria de Bolsonaro; ahora vive y trabaja en Moscavide, un barrio popular en el que sus paisanos son legi¨®n. Al lado, separado por las v¨ªas del tren, est¨¢ el barrio de Parque das Na??es, una zona de lujo revitalizada tras la Exposici¨®n Mundial de 1998 y en donde se encuentra la estaci¨®n ferroviaria de Oriente, que dise?¨® el arquitecto espa?ol Santiago Calatrava. ¡°Les voy a decir una cosa, los ricos de Brasil primero votaron todos por Bolsonaro y despu¨¦s se vinieron a vivir aqu¨ª¡±, bromeaba el verano pasado un camarero con un grupo de turistas en el centro comercial de Parque das Na??es ante el perceptible cambio en el perfil de los migrantes.

No todos los ricos votaron por el actual presidente ni todos se mudaron a Portugal, pero el flujo de profesionales de clase media y alta hacia el pa¨ªs europeo es palpable. Yasmin Narcizo, redactora publicitaria de 30 a?os, lleg¨® el a?o pasado a Lisboa desde R¨ªo de Janeiro harta de la nueva realidad pol¨ªtica del pa¨ªs y de la inseguridad. ¡°Ya hab¨ªa pensado emigrar a Portugal, pero cuando gan¨® Bolsonaro, mi esposo y yo dijimos ¡®basta¡±, afirma. Narcizo tiene un podcast en el que da consejos sobre c¨®mo instalarse en Portugal. ¡°Recibimos decenas de mensajes de gente que quiere irse de Brasil¡±, se?ala, aunque el aumento del paro por la pandemia est¨¢ obligando a regresar a algunos brasile?os.

Empleo cualificado

El Gobierno del socialista Ant¨®nio Costa se ha planteado el fomento de la inmigraci¨®n cualificada como estrategia de lucha contra una amenaza existencial: el envejecimiento de los portugueses. Solo Jap¨®n e Italia tienen un porcentaje m¨¢s alto de habitantes mayores de 65 a?os, seg¨²n cifras del Banco Mundial. Por cada pensionista hay apenas 1,6 contribuyentes a la seguridad social (en los a?os setenta eran 12,7), de acuerdo con la consultora Pordata. El Gobierno ha facilitado el tr¨¢mite de visados de empleo para profesionales y emprendedores. En esta ecuaci¨®n encajan perfectamente los nuevos migrantes de Brasil.

El crecimiento de la migraci¨®n brasile?a a Portugal comenz¨® en 2017 tras una ca¨ªda continuada de tres a?os. Hoy, esos m¨¢s de 150.000 brasile?os representan un cuarto del total de inmigrantes en el pa¨ªs europeo (cerca de 600.000), sin contar a quienes ya tienen nacionalidad portuguesa por sus ra¨ªces familiares ni a los que entran con pasaporte de otros pa¨ªses europeos, como en el caso de los casi 7.500 brasile?os con nacionalidad italiana que viven en Portugal.

¡±Los brasile?os no se van por razones pol¨ªticas. Desde luego que los que est¨¢n en contra del presidente dicen que fue por su culpa; y los que lo apoyan, que su gesti¨®n no tiene nada que ver con haberse marchado¡±, afirma el abogado Pedro Valido, due?o de un despacho especializado en derecho comercial que asesora a clientes interesados en los visados gold. ¡°Lo cierto es que se van porque no soportan la inseguridad, quieren caminar tranquilos por la calle¡±, concluye Valido.

En 2019 hubo un descenso r¨¦cord en la tasa de asesinatos en Brasil, uno de los pa¨ªses m¨¢s violentos del mundo, pero los tiroteos a plena luz del d¨ªa en ciudades como R¨ªo de Janeiro siguen siendo comunes. ¡±Lo digo con total seguridad: la victoria de Bolsonaro fue determinante cuando decid¨ª irme¡±, asegura el abogado Jos¨¦ Eduardo Chavans, de 27 a?os, que lleg¨® a Oporto el a?o pasado a abrir una sucursal de un bufete que asesora a personas que quieren emigrar. Poco antes de que se desatara la pandemia era todav¨ªa un negocio al alza, pero el pobre desempe?o del Gobierno del gigante sudamericano en la lucha contra la covid-19 (18 infectados nuevos al d¨ªa por cada 100.000 habitantes, el tercer peor registro a escala global, solo por detr¨¢s de los peque?os Bahr¨¦in y Armenia) ha hecho que el mundo le cierre literalmente las puertas a los brasile?os y ha dejado en el aire el destino del flujo migratorio. Laissa Moura Ferreira, dise?adora de 32 a?os, hizo las mismas cuentas: inseguridad m¨¢s Bolsonaro, igual a exilio voluntario en Portugal; lleg¨® en 2019 y tiene planes de quedarse muchos a?os, pese a la incertidumbre por la pandemia. ¡°Si todo sale bien mis padres tambi¨¦n van a venir a vivir ac¨¢¡±.