Portugal entra en la lista negra por el azote del virus
El pa¨ªs vecino pasa de ejemplo en el combate de la covid-19 a destino tur¨ªstico vetado por varias naciones europeas
El pasado viernes, el Reino Unido despert¨® de la ilusi¨®n a Portugal con un baldazo de agua fr¨ªa. La inclusi¨®n del pa¨ªs ib¨¦rico en la lista negra brit¨¢nica de destinos poco seguros hab¨ªa hecho caer en la cuenta a Lisboa de su nueva condici¨®n de vetado en Europa por la gesti¨®n de la pandemia. Portugal hab¨ªa pasado en cuesti¨®n de semanas de ser tratado como ejemplo ¡ªobtuvo la sede para las fases finales de la Champions League¡ª a ser vetado como destino tur¨ªstico por una decena de pa¨ªses europeos. La raz¨®n: los portugueses tienen unas de las peores cifras de nuevos contagios por cada 100.000 habitantes. Hace una semana solo el desempe?o de Suecia, pa¨ªs que se resisti¨® a aplicar un confinamiento generalizado, era peor en Europa. El pasado d¨ªa 1, Luxemburgo libr¨® del segundo lugar a los portugueses, pero las cifras siguen sin ser nada halag¨¹e?as.
Los indicios se hab¨ªan ido sumando. Primero el Gobierno del socialista Ant¨®nio Costa decret¨® el confinamiento obligatorio en 19 barrios en la Gran Lisboa ante el aumento significativo de los contagios. Despu¨¦s hubo un goteo de pa¨ªses que mantuvieron las fronteras cerradas a los viajeros provenientes de Portugal, entre ellos Austria, Finlandia y Dinamarca (uno de los gobiernos regionales de este ¨²ltimo ha llegado a amenazar a los funcionarios que violen la prohibici¨®n con el despido). Tambi¨¦n pa¨ªses como Bulgaria, Rep¨²blica Checa y el Reino Unido exigen a quienes visiten Portugal que permanezcan en cuarentena durante 14 d¨ªas o a presentar un examen negativo de la enfermedad.
El profesor de Epidemiolog¨ªa en la Universidad de Lisboa Manuel Carmo Gomes resume as¨ª los motivos de la nueva situaci¨®n: ¡°Los casos se concentran en los suburbios de Lisboa, en los que hay una alta densidad poblacional, en los que las personas no pueden teletrabajar y desde donde tienen que viajar en transporte p¨²blico. Uno de los problemas fue la disminuci¨®n de la frecuencia de las rutas, pero esa parte ya se est¨¢ solucionando¡±. Empresas privadas de transporte en las que hab¨ªa habido ERTE operan en las zonas m¨¢s cr¨ªticas. Solo este mes llegaron a un acuerdo con el Gobierno para funcionar al 90% de su capacidad.
Gomes, miembro de un equipo de acad¨¦micos que asesora al Ministerio de Salud, agrega: ¡°Otro punto clave es que tras la reapertura no se reforzaron los servicios de salud p¨²blica de Lisboa que permiten dar una respuesta r¨¢pida al registro de nuevos casos y rastrear con agilidad posibles cadenas de contagio, pero eso es algo que tambi¨¦n se est¨¢ solucionando¡±. El mismo alcalde de Lisboa, el socialista Fernando Medina, ha criticado a las autoridades sanitarias por la falta de recursos y personal: ¡°No me parece normal que los fines de semana se interrumpan las pruebas epidemiol¨®gicas. El virus no descansa¡±. Fuentes de la Administraci¨®n Regional de Salud de Lisboa y el Valle del Tajo, la zona donde se concentra alrededor del 80% de las nuevas infecciones en el pa¨ªs, aseguran que 30 m¨¦dicos han reforzado el equipo de choque regional y que hay otros 80 en proceso de ser integrados. Adem¨¢s, agregan, se est¨¢n haciendo campa?as informativas sobre el terreno, apoyadas por l¨ªderes de las comunidades m¨¢s afectadas.
En total, seg¨²n las cifras de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), en Portugal se acumulan 44.129 casos de coronavirus y han fallecido 1.620 personas. La tasa de nuevos contagios por cada 100.000 habitantes no ha decrecido significativamente desde finales de mayo en Portugal, seg¨²n datos del Centro Europeo para la Prevenci¨®n y Control de Enfermedades. En las ¨²ltimas dos semanas se ha mantenido por encima de los tres contagiados diarios por cada 100.000 habitantes; Espa?a ha tenido diariamente menos de uno. En lo peor de la crisis, a finales de marzo, la tasa espa?ola lleg¨® a ser de casi 17; la de los portugueses era de menos de la mitad. La m¨¦dica del Instituto de Salud P¨²blica de la Universidad de Porto Teresa Le?o considera que dicho indicador no es el mejor para hacerse a una idea de la situaci¨®n general de un pa¨ªs, aunque es el que han tomado en cuenta los vecinos europeos que han vetado a Portugal: ¡°El problema con ese indicador es que penaliza a los pa¨ªses m¨¢s peque?os. Es como si a la vez se desatara un incendio en un bosque grande y en uno peque?o. En el grande el fuego va a tardar m¨¢s en consumirlo todo, aunque la respuesta en ambos sea la misma, a menos que en ese gran bosque las cosas se hagan muy mal, como en Estados Unidos¡±.
El experto en farmacoepidemiolog¨ªa y director global de una empresa farmac¨¦utica en la regi¨®n de Oxford, Pedro Caetano, tiene una visi¨®n completamente diferente. Ya a mediados de abril hab¨ªa alertado en la prensa nacional de que las tasas de contagios y de muertes no eran para lanzar cohetes. ¡°La sensaci¨®n de tranquilidad que transmiti¨® la propaganda del Gobierno es perjudicial, las personas se relajan, creen que la amenaza ha desaparecido. Eso es lo que ha pasado en Portugal, por eso han empeorado las cifras, que incluso antes tampoco eran buenas¡±, afirma. ¡°Reino Unido tiene raz¨®n con el veto. Portugal, a diferencia de Italia y Espa?a, no es m¨¢s que un proveedor de sol para los brit¨¢nicos. Los turistas del Reino Unido que quieran playas seguras pueden irse a Grecia o Chipre¡±.
El presidente de la Asociaci¨®n de M¨¦dicos de Portugal, Miguel Guimar?es, apunt¨® en la misma direcci¨®n este martes: ¡°La fase de desconfinamiento se hizo con mucho optimismo, un exceso de optimismo. El mensaje fue que todo estaba bien cuando no estaba, y eso da a las personas m¨¢s libertad en su obligaci¨®n de protegerse a s¨ª mismas y a las dem¨¢s¡±.
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