El Lejano Oriente ruso clama su frustraci¨®n contra el Kremlin
El oscuro caso del gobernador acusado de dos asesinatos alimenta el descontento de una regi¨®n que se siente ninguneada por las autoridades centrales
A Natasha Otroshka le hierve la sangre cada vez que va a la compra y ve los precios del pescado. ¡°Es una verg¨¹enza, un kilo de salm¨®n rosa cuesta m¨¢s en Jab¨¢rovsk, a dos pasos de donde se captura, que en Krasnodar, en el Mar Negro, donde nunca hubo¡±, critica. ¡°Las empresas de fuera y los oligarcas se llevan nuestros mejores recursos, nos esquilman¡±, murmura. La queja de Otroshka, secretaria de 37 a?os, es una constante en Jab¨¢rovsk Krai, en el Lejano Oriente ruso. En la vasta regi¨®n, que pese a su riqueza en minerales o pesca est¨¢ solo en la mitad de la tabla en las estad¨ªsticas de calidad de vida del pa¨ªs, est¨¢n preocupados por la despoblaci¨®n y la falta de perspectivas. No sienten que tengan respuesta por parte de las autoridades centrales de Mosc¨², a m¨¢s de 8.000 kil¨®metros de distancia de una regi¨®n hasta hace poco dormida y que se ha convertido en el improbable foco de unas in¨¦ditas y multitudinarias protestas que inquietan seriamente al Kremlin. Y m¨¢s justo despu¨¦s de la aprobaci¨®n de la reforma constitucional, que el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, hab¨ªa defendido como una garant¨ªa de estabilidad.
Este s¨¢bado, pese a la t¨®rrida temperatura, decenas de miles de personas salieron a la calle en la ciudad de Jab¨¢rovsk (600.000 habitantes) y en otras ciudades de la regi¨®n en apoyo a su gobernador, Sergu¨¦i Furgal, arrestado hace diez d¨ªas en una vistosa operaci¨®n por un grupo de agentes de las fuerzas especiales encapuchados, que lo metieron inmediatamente en un vuelo comercial en direcci¨®n a la capital rusa. Una operaci¨®n grabada y difundida poco despu¨¦s por el Comit¨¦ de Investigaci¨®n ruso. Furgal, de 50 a?os, est¨¢ ahora en Mosc¨², donde ha sido acusado de encargar el asesinato de dos empresarios de la regi¨®n y de intento de homicidio de otro hombre de negocios entre 2003 y 2004, antes de entrar en pol¨ªtica, cuando se dedicaba al negocio de la madera y la chatarra. Pero el caso, pese a la gravedad de las acusaciones, ha indignado en la regi¨®n, donde lo perciben como una maniobra para eliminar de la ecuaci¨®n a un pol¨ªtico que hace dos a?os derrot¨® al candidato respaldado por el Kremlin en las elecciones regionales y cuya popularidad estaba en auge.
El s¨¢bado pasado, Sergu¨¦i Basov sali¨® a protestar por primera vez en sus 36 a?os de vida. Lo hizo para apoyar a Furgal. Y desde entonces, este ingeniero ha seguido participando en unas movilizaciones que aunque entre semana perdieron mecha, este s¨¢bado volvieron a mostrar su m¨²sculo por octavo d¨ªa consecutivo con la movilizaci¨®n m¨¢s grande que se recuerda en la conservadora regi¨®n en los tiempos modernos: unas 50.000 personas, seg¨²n los c¨¢lculos de los medios independientes; 10.000 ¡°al principio¡±, seg¨²n la alcald¨ªa, en manos de Rusia Unida, el partido del Gobierno. ¡°Nosotros lo elegimos, es nuestro gobernador. Si hay algo de verdad en las acusaciones deber¨ªa ser juzgado aqu¨ª donde se supone que ocurri¨® todo. ?Es que acaso Mosc¨² tiene miedo a no poder controlar el proceso?¡±, plantea frustrado Basov.
A su alrededor, en la plaza de Lenin de Jab¨¢rovsk, a los pies de la llamada Casa Blanca, la sede del Gobierno regional, se re¨²nen estudiantes, funcionarios, empresarios, personas jubiladas; la mayor¨ªa, con mascarillas. Y ondean cientos de pancartas con lemas como ¡°libertad¡±, ¡°Soy / somos Sergu¨¦i Furgal¡±, pero tambi¨¦n otras como ¡°Mosc¨², al¨¦jate de nuestro r¨ªo, nuestros minerales, nuestros recursos¡±. El arresto del gobernador ha sido un catalizador para expresar la ira de los ciudadanos de Jab¨¢rovsk Krai (regi¨®n de 1,3 millones de habitantes), que sienten que el Gobierno central ha herido su orgullo, les ha ninguneado y despojado de su elecci¨®n democr¨¢tica. Acumulan a?os de descontento hacia las autoridades centrales.
Furgal es uno de los pocos gobernadores regionales que no forma parte de Rusia Unida. Es miembro de la formaci¨®n de ultranacionalista Partido Liberal Democr¨¢tico de Rusia (LDPR). M¨¦dico de formaci¨®n y el peque?o de diez hermanos, dej¨® la medicina para dedicarse al comercio de madera y de chatarra a finales de los noventa, una ¨¦poca turbulenta en la que la criminalidad era una constante, tanto como las mafias que buscaban oportunidades en el caos y en los escombros de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. En 2005, decidi¨® dedicarse a la pol¨ªtica y desde entonces ha ocupado distintos cargos parlamentarios, incluso a nivel federal. En 2018 infligi¨® una severa derrota al entonces gobernador, Vyacheslav Shport, de Rusia Unida, con el lema ¡°Basta de mentiras¡±. Se supon¨ªa que era un candidato t¨¦cnico e incluso se habl¨® de que renunciar¨ªa. Pero no lo hizo. Fue entonces cuando comenz¨® la investigaci¨®n criminal sobre Furgal, seg¨²n distintos informes.
¡°A mucha gente no le han extra?ado las acusaciones, en los salvajes a?os noventa el crimen organizado estaba infiltrado en los negocios, estaba completamente normalizado. Y en el Lejano Oriente ruso mucho m¨¢s¡±, apunta Ildus Yarulin, profesor de la Universidad Nacional del Pac¨ªfico en Jab¨¢rovsk, que se?ala no obstante la ¡°peculiaridad¡± de que los cargos por los supuesto delitos hayan aflorado justo ahora. ¡°Tampoco chirr¨ªa pensar en la palabra venganza¡±, dice.
La popularidad de Furgal era alta. Se baj¨® el sueldo y apost¨® por otras medidas populistas pero de calado ciudadano como vender los coches o el yate del anterior gobernador; tambi¨¦n por poner en marcha un plan de almuerzos gratis para ni?os en los colegios. Empezaron a llamarle el ¡°gobernador del pueblo¡±. El a?o pasado, en una conversaci¨®n telef¨®nica cuya grabaci¨®n se filtro, el enviado del Kremin para el Lejano Oriente se quejaba de que mientras que los ¨ªndices de Furgal sub¨ªan, los de Putin descend¨ªan. Ahora, la popularidad del presidente ruso est¨¢ en m¨ªnimos hist¨®ricos. Por eso, opina Natasha Otroshka, el caso tiene ¡°aroma¡± a los servicios de inteligencia rusos. ¡°Puede ser cierto y que hayan guardado ese material comprometedor hasta ahora que les interesa; pero eso tambi¨¦n es alarmante¡±, se?ala.
El Kremlin ve con desasosiego las movilizaciones en el Lejano Oriente, que han desvelado que puede haber grietas en su sistema de control federal. No es probable que la mecha contagie a otros lugares, pero es una regi¨®n estrat¨¦gica y a dos pasos de la frontera con China. El viernes, el portavoz de Presidencia, Dmitri Peskov, se?al¨® que el servicio de seguridad no detiene sin pruebas serias y que el Comit¨¦ de Investigaci¨®n asegura que las que posee sobre Furgal son ¡°irrefutables¡±. Sin embargo, en vez de atar en corto las protestas, como hizo el verano pasado con las multitudinarias manifestaciones contra el veto a candidatos independientes en las municipales de Mosc¨², que fueron duramente reprimidas, est¨¢ dejando cuerda suelta a las movilizaciones con la esperanza de que se desinflen solas.
El presidente Putin, todav¨ªa no ha nombrado a un gobernador interino, algo que probablemente podr¨ªa encender los ¨¢nimos todav¨ªa m¨¢s, la polic¨ªa local est¨¢ de momento evitando intervenir y los antidisturbios de Jab¨¢rovsk no se dejan ver; el Gobierno central tampoco ha enviado equipos de otras regiones. Sin embargo, las autoridades han resaltado en varios anuncios que la regi¨®n es la ¨²nica en la que los casos de coronavirus crecen de manera ¡°constante¡± y han llenado el acceso a los puntos de protesta de vallas publicitarias en las que advierte de que las multitudes no est¨¢n permitidas debiendo a la pandemia y avisa de que multar¨¢ a qui¨¦n participe en manifestaciones.
Todav¨ªa no lo ha hecho, pero las advertencias y saber que los ojos del Kremlin est¨¢n sobre la ciudad de Jab¨¢rovsk tambi¨¦n pesa. En las primeras manifestaciones se escuchaba habitualmente ¡°fuera Mosc¨²¡± e incluso de vez en cuando alg¨²n ¡°Putin, dimisi¨®n¡±. En las ¨²ltimas ya no se menciona apenas al l¨ªder ruso y quienes corean se ci?en casi siempre a lemas sobre Furgal. ¡°La gente tiene miedo de ser represaliado, pero a¨²n as¨ª nos arriesgamos y salimos porque es nuestro derecho, porque Mosc¨² debe estar atento¡±, dice Tatiana, una funcionaria de 28 a?os que por ese temor prefiere no dar su apellido.
En su despacho de la Duma de Jab¨¢rovsk, el presidente del Parlamento de la ciudad, Mija¨ªl Sid¨®rov, insiste en que el LPDR no tiene nada que ver con las protestas. ¡°Los ciudadanos no quieren una revoluci¨®n. Tenemos mucho miedo al derramamiento de sangre, nos preocupa que haya provocadores¡±, insiste nervioso. ¡°La gente solo pide que el juicio sea aqu¨ª, abierto y con jurado y esperamos que sean escuchados¡±, dice. Sid¨®rov menciona una lista de menosprecios a los ciudadanos de la regi¨®n por parte de las autoridades centrales o los medios de la ¨®rbita del Kremlin, que son similares a los que se critican en las calles de Jab¨¢rovsk, donde se quejan de que no hay un federalismo real y hablan de que la titularidad de las principales empresas e industrias la ostentan compa?¨ªas cercanas al Kremlin (como Lukoil, que posee la petrolera regional) y donde ha sulfurado que durante lo poco que se ha hablado en los medios estatales de las protestas hayan llamado ¡°borrachos¡± a los ciudadanos de la regi¨®n.
¡°Nos perciben como una colonia. Esta regi¨®n tiene diamantes, oro, madera, esta?o, recursos fluviales y biol¨®gicos. Pero hoy el salario medio es m¨¢s bajo que la media del pa¨ªs y los impuestos son exactamente los mismos que en la parte central de Rusia pese a que aqu¨ª los precios de la energ¨ªa, por ejemplo, son m¨¢s altos por los inviernos fr¨ªos y los veranos c¨¢lidos¡±, dice el presidente de la Duma de Jab¨¢rovsk. ¡°Desgraciadamente, los ciudadanos que tienen alg¨²n tipo de ingreso o oportunidad hacen las maletas y se van. Y lo hacen tristes¡±, a?ade Sid¨®rov.
As¨ª fue detenido Sergu¨¦i Furgal hace ya semana y media en Jab¨¢rovsk.
— ????? ?????????? (@mrsahuquillo) July 18, 2020
El gobernador est¨¢ acusado de encargar asesinar a dos empresarios y de intento de homicidio de otro hace m¨¢s de 15 a?oshttps://t.co/j6SgA8x6oY#Khabarovsk pic.twitter.com/S61Iz9KHhU
Uno de cada cuatro habitantes de la regi¨®n se ha marchado en los ¨²ltimos 15 a?os, se?ala el polit¨®logo Yevgueni Chadayev, que explica que el paisaje y la importancia de la regi¨®n para el panorama estatal ha cambiado mucho desde el derrumbe de la URSS, cuando el Lejano oriente acog¨ªa un importante programa militar. Ahora, el Gobierno central est¨¢ tratando de luchar contra la despoblaci¨®n con programas como el que otorga tierra a quien desarrolle en ella proyectos. Tambi¨¦n buscan estimular la inversi¨®n de compa?¨ªas chinas, que se ha duplicado en los ¨²ltimos seis a?os y que han iniciado importantes negocios en el sector del gas, por ejemplo. Pero para los habitantes de Jab¨¢rovsk, que quieren medidas que impulsen la inversi¨®n ¡°de casa¡±, eso no resuelve sus problemas.
La situaci¨®n general ha atra¨ªdo a las protestas no solo a quienes apoyan incondicionalmente a Furgal sino tambi¨¦n a los hist¨®ricos cr¨ªticos de Putin. ¡°La gente est¨¢ verdaderamente enfadada con las autoridades centrales. La victoria de Furgal hace dos a?os fue un gran voto de protesta contra Rusia Unida. Ahora, la gente ha visto que se puede tomar decisiones en el ¨¢mbito local y es como si el Kremlin no pudiera permitirlo¡±, comenta Inga Sim, una trabajadora sanitaria de 50 a?os.
Su esposo, Vitaly Blashevich, no vot¨® por Furgal pero es uno de esos cr¨ªticos hist¨®ricos. Explica que el Partido Liberal Democr¨¢tico, que en Mosc¨² se caracteriza por su ideario ultranacionalista y por su l¨ªder, el populista Vlad¨ªmir Zhirinovski, conocido por sus comentarios racistas, xen¨®fobos y ultraderechistas, en Jab¨¢rovsk es b¨¢sicamente Furgal, tambi¨¦n populista pero m¨¢s moderado. ¡°En Rusia, donde es casi inviable registrar nuevos partidos, formaciones como el Partido Liberal Democr¨¢tico dan v¨ªas para el ¨¢mbito local donde partidos regionales son impensables¡±, se?ala Bl¨¢shevich, profesor de ruso en una universidad china, a solo unos kil¨®metros de Jab¨¢rovsk, donde sigue viviendo.
De hecho, las movilizaciones en apoyo a Furgal pueden llegar a sacudir un sistema partidista que el Kremlin tiene bien calibrado. El de Zhirinovski es el tercer partido de la Duma estatal, forma parte de la llamada ¡°oposici¨®n sist¨¦mica¡±, que acumula los votos del descontento pero que luego apoya a Putin en los momentos determinantes. Y tras las detenci¨®n de Furgal, una de sus bazas m¨¢s fuertes, Zhirinovski estall¨® contra el Kremlin, aunque luego se contuvo y en los ¨²ltimos d¨ªas ha tratado de calmar las protestas y alejarse completamente de ellas. Incluso el gobernador Furgal ha llamado a la tranquilidad, seg¨²n su abogado, que asegur¨® el viernes desde Mosc¨² que agradece las muestras de apoyo pero que ¡°no aprueba las acciones multitudinarias¡±.
En esas aguas revueltas pueden pescar ahora otros. Como el opositor y bloguero anticorrupci¨®n Alex¨¦i Navalni, cuyo mensaje nacionalista no dista en ocasiones al del LPDR. Su hombre sobre el terreno, Alex¨¦i Vorsin, de hecho, est¨¢ siendo uno de los m¨¢s activos en la protestas y no ha durado en apoyar sin fisuras a Furgal. ¡°Estamos ante un vergonzoso e indudable caso pol¨ªtico¡±, afirma Vorsin, que atribuye la detenci¨®n a que Jab¨¢rovsk Krai solo registr¨® un 43% de participaci¨®n en la consulta sobre la Constituci¨®n rusa, muy lejos del 68% de la media nacional. ¡°Ahora hemos demostrado que se puede vivir y mejorar sin Rusia Unida y ellos nos tienen miedo, pero nosotros no¡±, remarca el profesor Blashevich.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.