El caso que llev¨® a Per¨² a la CIDH por no atender a una v¨ªctima de violencia sexual
El sistema de salud obstaculiz¨® el acceso a m¨¦todos anticonceptivos de emergencia a una joven que fue abusada por cuatro hombres
La falta de atenci¨®n a una v¨ªctima de violencia sexual hace seis a?os, tiene a Per¨² ante la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que por primera vez admiti¨® ¨Cen marzo pasado- una demanda contra este pa¨ªs por darle la espalda a una mujer abusada sexualmente. La historia de Mar¨ªa retrata la desprotecci¨®n a la que se enfrentan las mujeres peruanas. No la atendieron cuando pidi¨® ayuda, temblando y asustada, una hora despu¨¦s de haber sido abusada. Los cuatro agresores la abandonaron en un parque y tras ser auxiliada por su familia fue llevada a un hospital porque supon¨ªan que era el primer lugar al que ten¨ªan que ir, pero se encontraron con un sistema que hizo todo para postergar su atenci¨®n. Para recibirla le exigieron una denuncia penal y su mam¨¢ tuvo que recorrer varias comisar¨ªas antes de que por fin se la aceptaran. ¡°Me qued¨¦ con mi pap¨¢ y mi hermano esperando en el hospital mientras ella hac¨ªa todo¡±, recuerda por tel¨¦fono desde Hu¨¢nuco, en la sierra peruana, donde siempre ha vivido.
Con el documento logr¨® que la ingresaran, pero no sirvi¨® de mucho, cuenta que solo 48 horas despu¨¦s de la violaci¨®n le recetaron la p¨ªldora del d¨ªa siguiente. Ni ella ni su familia sab¨ªan c¨®mo conseguirla ni c¨®mo se deb¨ªa usar. La efectividad de esta pastilla disminuye con el paso de las horas y ni en el hospital, ni en las farmacias p¨²blicas pudieron encontrarla. De los cuatro d¨ªas que estuvo internada solo recuerda los interrogatorios: ¡°Me preguntaban lo mismo una y otra vez¡±. Insistieron en pedirle detalles de la agresi¨®n, pero despu¨¦s de que le dieron de alta no le hicieron seguimiento a su caso. No hubo un proceso judicial ni acompa?amiento psicol¨®gico.
La CIDH eval¨²a si el Estado peruano ha faltado por no sancionar a los responsables de la agresi¨®n y negar el suministro y la informaci¨®n sobre los procedimientos farmacol¨®gicos que necesitaba. ¡°Nos discriminaron porque somos pobres, porque no ten¨ªamos un seguro privado no nos dieron importancia¡±, dice Mar¨ªa, que prefiere no dar su verdadero nombre por miedo. ¡°Al agresor se le excusa y a la v¨ªctima se le juzga¡±, lamenta.
Entre 2015 y 2019, el Ministerio de Salud de Per¨² registr¨® m¨¢s de 5.000 partos de ni?as entre siete y 14 a?os, todas sufrieron abuso. Este a?o, de marzo a mayo 226 mujeres fueron agredidas sexualmente y aunque existe una orden judicial que obliga al Estado a facilitar el acceso a la anticoncepci¨®n oral de emergencia, no siempre se cumple. ¡°La de Mar¨ªa no es una historia excepcional. En este pa¨ªs hay una lamentable tolerancia hacia la violencia sexual, lo que hace que las denuncias sean pocas y que las ni?as sean forzadas a ser madres¡±, explica Claudia Castro de Promsex, la organizaci¨®n que junto al Centro de derechos reproductivos y a la organizaci¨®n Paz y Esperanza llev¨® el caso a la CIDH.
Por la violaci¨®n, solo uno de los cuatro agresores fue detenido. Estuvo un a?o en un centro de reclusi¨®n para j¨®venes porque cuando cometi¨® el delito era menor de edad. Mar¨ªa cuenta que se lo ha encontrado en la calle. ¡°No hubo justicia¡±, repite resignada. Carmen Mart¨ªnez, del Centro de derechos reproductivos, reconoce que el Estado fall¨® en todo: ¡°Hay elementos suficientes para considerar que efectivamente hubo una vulneraci¨®n a los derechos y a la dignidad de Mar¨ªa¡±.
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