La Nobel Svetlana Alexi¨¦vich reclama un di¨¢logo con Lukashenko
Decenas de personas apoyan a la escritora que deb¨ªa testificar este mi¨¦rcoles en el proceso contra el comit¨¦ de transici¨®n de la oposici¨®n de Bielorrusia
¡°Gracias, Svetlana! ?Gracias!¡±. Decenas de ciudadanos han recibido este mi¨¦rcoles a la premio Nobel de Literatura Svetlana Alexi¨¦vich en el comit¨¦ de investigaci¨®n de Bielorrusia. La escritora m¨¢s c¨¦lebre del pa¨ªs y tambi¨¦n una de sus ciudadanas m¨¢s conocidas deb¨ªa declarar en el caso contra el llamado Comit¨¦ de Coordinaci¨®n, formado por la oposici¨®n para trabajar en un di¨¢logo de transici¨®n. El presidente, Aleksandr Lukashenko, les acusa de intentar ¡°tomar el poder¡±. Alexi¨¦vich, que ocupa uno de los sillones del consejo m¨¢s bien como autoridad moral que como parte activa, se ha negado a declarar aludiendo a su derecho a no testificar contra s¨ª misma. ¡°No me siento culpable, todo lo que hemos hecho es leg¨ªtimo¡±, ha remarcado la escritora. ¡°Tenemos que apoyarnos unos a otros, si nos dividen podr¨ªamos deslizarnos hacia una guerra civil¡±, ha dicho.
Alexi¨¦vich ha resaltado la necesidad de iniciar una negociaci¨®n con Lukashenko, que pese a las evidencias de manipulaci¨®n mantiene que en las elecciones del pasado d¨ªa 9, con las que reclama su sexto mandato consecutivo, fueron limpias. El hast¨ªo de la ciudadan¨ªa por la falta de derechos civiles y la represi¨®n, la crisis econ¨®mica y la ira por el fraude en los comicios presidenciales han derivado en las manifestaciones m¨¢s importantes de la historia de este pa¨ªs de Europa del Este de 9,4 millones de habitantes.
¡°Necesitamos que el mundo nos ayude y tal vez Rusia. Ahora Lukashenko solo habla con [el presidente de Rusia, Vlad¨ªmir] Putin, necesitamos que dialogue con la gente¡±, ha declarado Alexi¨¦vich, con un traje morado y ante las miradas expectantes de los ciudadanos que hab¨ªan llegado para apoyarla, y decenas de c¨¢maras. ¡°El apoyo global es muy importante para nosotros, pero Putin tambi¨¦n tendr¨¢ algo que ver con eso¡±, apunt¨® la escritora, acompa?ada de otros miembros del comit¨¦ y con un ramo de flores que una de las ciudadanas le ha entregado.
El l¨ªder bielorruso, acosado por las protestas, pidi¨® hace unas semanas ayuda a Rusia. Desde entonces se le ve m¨¢s fortalecido. Tambi¨¦n ha endurecido su discurso contra los manifestantes y la oposici¨®n. Si en un principio culp¨® a Mosc¨² de tratar de influir en el proceso electoral para desplazarle del poder, ahora ha vuelto a mostrarse cercano al Kremlin y carga duramente contra Occidente. Asegura que pa¨ªses de Europa y la OTAN financian a la oposici¨®n para derrocarle. Ha llegado a llamar a los ciudadanos que protestan ¡°marionetas pagadas por Occidente¡± y ¡°ratas¡±.
Las protestas han alcanzado su tercera semana y un punto de inflexi¨®n. La ciudadan¨ªa bielorrusa sigue saliendo a la calle pero el movimiento c¨ªvico contra Lukashenko apuesta m¨¢s por una estrategia a medio o largo plazo. ¡°Cuanto m¨¢s unidos estemos, m¨¢s fuertes seremos y m¨¢s posibilidades tenderemos de hacer que las autoridades hablen con nosotros¡±, ha insistido la escritora de 72 a?os. ¡°Cada uno de nosotros estamos orgullosos de nuestra gente hoy, y para ser sincera hasta hace poco no ten¨ªa esa sensaci¨®n; luego vi las protestas¡¡±, ha dicho Alexi¨¦vich. ¡°Por una vez los bielorrusos se han convertido en un pueblo del que el resto del mundo puede aprender. Las personas se han comportado con una dignidad maravillosa¡±, ha resaltado la galardonada con el premio Nobel de Literatura en 2015.
Pese a las peticiones de Alemania o Francia, Lukashenko se niega a iniciar un proceso de di¨¢logo. Y ha puesto bajo el foco a los miembros destacados de la oposici¨®n y del comit¨¦ de coordinaci¨®n, como Alexi¨¦vich. El martes, dos de sus cabezas m¨¢s visibles fueron condenados a seis d¨ªas de prisi¨®n provisional.
El comit¨¦ inicia ahora una estrategia m¨¢s administrativa para tratar de desplazar a la Administraci¨®n iniciando el proceso de destituci¨®n de los diputados que ganaron sus esca?os en las elecciones del a?o pasado, explica Maria Kolesnikova, antigua directora de campa?a del opositor encarcelado Viktor Babariko y una de las tres integrantes, junto a la l¨ªder opositora Svetlana Tijanovskaya, del tr¨ªo de mujeres que ha plantado cara a Lukashenko. El comit¨¦ de coordinaci¨®n tiene ramificaciones y ha formado peque?os consejos de representaci¨®n, estos tratan ahora de conseguir las firmas para iniciar el camino que lograr¨ªa el ¡°despido¡± de esos parlamentarios y convocar as¨ª nuevas elecciones.
¡°Nuestro objetivo es ayudar a superar la crisis pol¨ªtica, no dar un golpe de Estado, como dice Lukashenko. Es rid¨ªculo pensar que hay 60 personas detr¨¢s de las protestas, la ciudadan¨ªa ha salido a la calle indignada por su cuenta¡±, se?ala Kolesnikova, la ¨²nica de las tres mujeres del tr¨ªo opositor que a¨²n permanece en Bielorrusia despu¨¦s de que Svetlana Tijan¨®vskaya se marchase a Lituania al sentir amenazada su familia. Veronika Tsepkalo, esposa del opositor Valeri Tsepkalo, tambi¨¦n sali¨® del pa¨ªs poco antes.
Mientras la oposici¨®n se reorganiza, Lukashenko ha cambiado de estrategia. Las detenciones masivas y la brutalidad policial de los primeros d¨ªas crearon una inmensa ola de indignaci¨®n ciudadana que ha alimentado las protestas. As¨ª que ahora los arrestos han vuelto pero en peque?os grupos, m¨¢s estrat¨¦gicos. Pese a todo, el movimiento c¨ªvico contra Lukashenko no tira la toalla y as¨ª deber¨ªa seguir, dice Alexi¨¦vich: ¡°No deber¨ªamos ceder. Dios no quiera que haya derramamiento de sangre. Debemos ganar en esp¨ªritu con el poder de nuestras convicciones¡±.
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