La salida de Hogan deja a Europa descabezada en plena batalla comercial

Se puede decir que el drama tuvo cuatro actos: el error, la justificaci¨®n, el perd¨®n y la dimisi¨®n. El comisario de Comercio, Phil Hogan, cen¨® con 80 personas en un hotel de su pa¨ªs, Irlanda, incumpliendo las reglas contra la pandemia. Culp¨® a la organizaci¨®n. Se disculp¨®. Y acorralado por nuevas revelaciones sobre sus presuntas vulneraciones de la cuarentena, renunci¨®. El quinto acto, la sustituci¨®n, empieza ahora. La Comisi¨®n Europea se ha encontrado, casi de la noche a la ma?ana, con un vac¨ªo en una de las carteras clave del Ejecutivo comunitario e Irlanda ya le busca sucesor.

¡°El vicepresidente Valdis Dombrovskis asumir¨¢, de forma interina, las responsabilidades en materia comercial. En una etapa posterior decidir¨¦ la asignaci¨®n final de carteras¡±, afirm¨® este jueves la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula on der Leyen.

La mayor¨ªa, rivales incluidos, reconoce en Hogan a un negociador experimentado. Y en Irlanda, mientras empiezan las quinielas sobre su pr¨®ximo sustituto, hay quien se pregunta si el pa¨ªs no se ha disparado un tiro en el pie presionando a Bruselas para que dimitiera. En el aire est¨¢ que Irlanda pueda mantener la cartera de Comercio. Von der Leyen debe decidir si prefiere cambiar a un irland¨¦s por otro y se evita complicaciones, o por el contrario aprovecha el momento para remodelar su Gabinete y dar un nuevo impulso al Ejecutivo solo nueve meses despu¨¦s de que echara a andar, un movimiento que podr¨ªa molestar en Dubl¨ªn en un momento crucial para la negociaci¨®n de la relaci¨®n postBrexit. Por ahora, Von der Leyen ha pedido al Gobierno irland¨¦s que le presente dos nombres, un hombre y una mujer, entre los que escoger.

El dilema de Dubl¨ªn es si debe enviar a Bruselas un pol¨ªtico de perfil alto u optar por un nombre m¨¢s t¨¦cnico al que el intrincado lenguaje de Bruselas no le sea ajeno. El ministro de Exteriores irland¨¦s, Simon Coveney, la vicepresidenta primera del Parlamento Europeo, Mair¨¦ad McGuinness, el director del Banco Europeo de Inversiones Andrew McDowell, el exembajador de la UE en Estados Unidos y antiguo secretario general de la Comisi¨®n, David O¡¯Sullivan, o Catherine Day, su sucesora en ese ¨²ltimo cargo, suenan como candidatos.

Cualquiera de ellos tendr¨¢ que aprender r¨¢pido. El periodo transitorio tras el divorcio entre el Reino Unido y la Uni¨®n Europea expira el 1 de enero, y el riesgo de que no haya acuerdo sigue sobre la mesa. Con las elecciones estadounidenses a la vuelta de la esquina, en Bruselas tambi¨¦n se espera con impaciencia que la relaci¨®n transatl¨¢ntica recupere la normalidad perdida si se produce el desembarco en la Casa Blanca del dem¨®crata Joe Biden, o que se profundice en el deshielo comercial iniciado por Hogan en caso de que Donald Trump repita.

Basta mirar al viernes pasado para hacerse una idea de la compleja tarea que se le viene encima al heredero del cargo. Ese d¨ªa, mientras el runr¨²n en torno al inapropiado evento de golf del comisario ganaba decibelios, Hogan anunci¨® un acuerdo UE-EE UU con el que las dos partes aceptaban una rebaja mutua de los aranceles de una cesta de productos, un gesto que relaja las tensiones tras a?os de desencuentros con la Administraci¨®n de Trump. Horas antes, el negociador europeo del Brexit, Michel Barnier, advert¨ªa de que no hay visos de mejora en las negociaciones sobre la relaci¨®n comercial futura con el Reino Unido.

Ambas agendas han estado en el centro del trabajo de Hogan. El nombramiento de un irland¨¦s como comisario de Comercio se interpret¨® como una garant¨ªa para Dubl¨ªn de que los intereses del pa¨ªs estar¨ªan bien cubiertos en el futuro acuerdo con Londres, pero con Barnier al frente de las discusiones, se ha mantenido en un discreto segundo plano.

Su brillo ha sido menos discutible en otros acuerdos. Con EE UU repleg¨¢ndose comercialmente tras el aterrizaje de Trump en la Casa Blanca, Bruselas trat¨® de aprovechar el vac¨ªo para promover una agenda multilateral. Hogan, comisario de Agricultura entre 2014 y 2019, jug¨® un papel importante para vencer las resistencias al acuerdo con Mercosur, y Martin Selmayr, antigua mano derecha del entonces presidente Jean-Claude Juncker, le adjudic¨® en su despedida haber logrado el acuerdo comercial con Jap¨®n y el trascendental pacto con Trump para comprar soja estadounidense a cambio de que Washington no elevara los aranceles a la industria automovil¨ªstica europea. ¡°Dejas un gran hueco por llenar¡±, afirm¨® Selmayr.

Mientras miembros de su equipo hicieron p¨²blica su tristeza por el adi¨®s, en Irlanda la oposici¨®n le reprocha cierta arrogancia. La intervenci¨®n televisiva en la que dijo estar libre de hacer la cuarentena tras haber viajado desde Bruselas por haberse realizado un test y dar negativo, desde?ando los comentarios en sentido contrario de las autoridades sanitarias irlandesas, han provocado acusaciones de que Hogan cree estar por encima del bien y del mal.

A sus 60 a?os, el incidente en la recta final de su larga carrera pol¨ªtica amenaza con desdibujar m¨¦ritos pasados. ¡°Phil Hogan sirvi¨® a Kilkenny, Irlanda y Europa con distinci¨®n. Su decisi¨®n [de dimitir] debe haber sido muy dif¨ªcil para ¨¦l personalmente. Es triste que una gran carrera termine de esta forma¡±, lament¨® Leo Varadkar, actual n¨²mero dos del Gobierno.