El rey de Arabia Saud¨ª destituye a dos pr¨ªncipes por corrupci¨®n

El rey Salm¨¢n de Arabia Saud¨ª ha destituido este lunes a dos pr¨ªncipes en el marco de una investigaci¨®n por irregularidades econ¨®micas en el Ministerio de Defensa, seg¨²n informa la prensa local. La medida se presenta como un nuevo paso en la campa?a anticorrupci¨®n lanzada por el pr¨ªncipe heredero y gobernante de hecho, Mohamed Bin Salm¨¢n. Pero su implicaci¨®n va m¨¢s all¨¢, ya que MBS, como se le conoce por sus siglas, tambi¨¦n es ministro de Defensa y uno de los destituidos estaba al frente de su controvertida intervenci¨®n militar en Yemen.

Sendos decretos reales, publicados de madrugada como es habitual en el reino, destituyen al pr¨ªncipe Fahd Bin Turki Bin Abdulaziz al Saud como comandante de las fuerzas ¨¢rabes que combaten en Yemen, y a su hijo, el pr¨ªncipe Abdulaziz Bin Fahd, de su cargo como vicegobernador de la provincia de Al Yauf, situada en el norte del pa¨ªs. Seg¨²n el texto, el descubrimiento de ¡°operaciones financieras sospechosas en el Ministerio de la Defensa¡± ha llevado a abrir una investigaci¨®n contra ambos pr¨ªncipes, adem¨¢s de varios oficiales y empleados civiles de ese departamento.

Aunque las ¨®rdenes est¨¢n firmadas por el rey, el texto deja claro que se act¨²a ¡°de acuerdo con las informaciones transmitidas por el pr¨ªncipe heredero a la Autoridad de Control y Lucha contra la Corrupci¨®n¡±. El poderoso pr¨ªncipe Mohamed dirige el departamento anticorrupci¨®n desde que se form¨® en 2017 para dar cobertura a la purga llevada a cabo contra varios centenares de empresarios, altos cargos y miembros de la familia real. Despu¨¦s de varios meses encerrados en el hotel Ritz-Carlton de Riad, la mayor¨ªa quedaron en libertad tras ceder una parte de sus haberes al Estado.

El gesto fue bien recibido entre la joven poblaci¨®n del reino (dos tercios de cuyos habitantes tienen menos de 35 a?os, la edad del heredero), harta de las prebendas de que disfrutan las ¨¦lites. Nada sorprendente en un pa¨ªs que la ONG Transparency International cita entre los m¨¢s corruptos y acostumbrado a nadar en petrod¨®lares. Desde entonces, MBS ha convertido la lucha contra la corrupci¨®n en objetivo central de su proyecto de modernizaci¨®n del pa¨ªs. Sin embargo, los cr¨ªticos ven en el car¨¢cter selectivo de sus campa?as un instrumento para asentar su poder y eliminar voces cr¨ªticas antes de ascender al trono.

De hecho, desde que desplaz¨® de la l¨ªnea de sucesi¨®n a su primo y entonces heredero, el pr¨ªncipe Mohamed Bin Nayef, MBS ha ido apartando a todos aquellos pr¨ªncipes que pudieran hacerle sombra o cuestionar su posici¨®n. El pasado marzo, se filtr¨® la detenci¨®n de su t¨ªo el pr¨ªncipe Ahmed (el ¨²ltimo de los hijos del fundador de Arabia Saud¨ª que pod¨ªa aspirar a reinar) y del propio Mohamed Bin Nayef, quien hasta entonces permanec¨ªa en detenci¨®n domiciliaria. Ambos fueron acusados de alta traici¨®n.

Antes de hacerse cargo de la operaci¨®n saud¨ª en Yemen en 2018, el pr¨ªncipe Fahd, un general de 61 a?os, estuvo al frente las tropas terrestres reales, las unidades de paracaidistas y las fuerzas especiales. Le remplaza el teniente general Mutlaq Bin Salem Bin Mutlaq al Azima, que hasta ahora ejerc¨ªa como vicejefe de Estado Mayor. El panorama que se encuentra en el pa¨ªs vecino no es nada halag¨¹e?o. Despu¨¦s de cinco a?os largos, la guerra se ha enquistado y su objetivo, echar a los rebeldes Huthi de San¨¢ y retornar al presidente Abdorabo Mansur Hadi al Gobierno, resulta ilusorio.

Desde la retirada de las tropas emirat¨ªes el a?o pasado, Riad intenta buscar una salida que no parezca una derrota. Pero el acuerdo que alcanz¨® con los separatistas del sur de Yemen ha fracasado y los Huthi est¨¢n aprovechando las crecientes divisiones entra los diversos grupos pol¨ªticos y milicias que se agrupaban bajo la etiqueta de ¡°fuerzas progubernamentales¡±. La coalici¨®n anuncia casi a diario la intercepci¨®n de drones cargados de explosivos con los que los rebeldes yemen¨ªes intentan alcanzar objetivos dentro de territorio saud¨ª. Mientras, al otro lado de la frontera, la situaci¨®n humanitaria se agrava por la combinaci¨®n del bloqueo de la coalici¨®n, la malversaci¨®n Huthi y la falta de fondos de la ONU para ayudar a la poblaci¨®n.