La pandemia hace callar las armas en Gaza
La multiplicaci¨®n de los contagios en el enclave palestino, con un sistema hospitalario debilitado por los conflictos, pone fin a tres semanas de escalada entre Ham¨¢s e Israel
El mundo miraba hacia otros lados en agosto mientras la aviaci¨®n Israel¨ª bombardeaba durante 19 noches consecutivas la franja de Gaza en represalia por el lanzamiento de centenares de globos explosivos e incendiarios y un pu?ado de cohetes. La mayor escalada b¨¦lica entre Israel y Ham¨¢s desde noviembre ¨C100 objetivos islamistas atacados y m¨¢s de 200 fuegos que devastaron cultivos en los kibutz colindantes¨C solo se ha detenido tras multiplicarse exponencialmente los contagios por coronavirus en el enclave costero, hasta ahora apenas afectado por la pandemia a causa de su forzado aislamiento. Las im¨¢genes que llegan ahora desde la Franja son las de un territorio fantasma sometido a confinamiento general desde hace ya dos semanas.
Ham¨¢s supedita el alto el fuego en vigor desde el inicio de septiembre a la entrada urgente de ayuda sanitaria para sus desabastecidos hospitales. Israel exige el fin del hostigamiento en la frontera y vuelve a reclamar la entrega de dos rehenes civiles cautivos en la Franja y de los restos de dos militares muertos en manos de las milicias palestinas desde la guerra de 2014.
Del poco m¨¢s de un centenar de casos de covid-19 importados por gazat¨ªes retornados desde Egipto entre mediados de marzo y finales de agosto, de los que solo permanec¨ªan 37 activos, el territorio palestino superaba el lunes el millar de casos de contagios comunitarios, repartidos por todo el territorio. Y de un solo muerto contabilizado por la pandemia se ha pasado ahora a siete. En la empobrecida y densamente poblada Gaza, donde dos millones de personas se hacinan en 360 kil¨®metros cuadrados, las medidas de control de la expansi¨®n del virus son de compleja aplicaci¨®n.
La UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, ha hecho un llamamiento urgente a la comunidad internacional para financiar con 80 millones de euros medidas de control de la propagaci¨®n de la covid-19 y destinadas a paliar la miseria de la poblaci¨®n. ¡°El verdadero desaf¨ªo que afronta Gaza es la falta de equipos m¨¦dicos, como respiradores, para los casos m¨¢s graves¡±, precisa un portavoz de Naciones Unidas. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud, que ha organizado la evacuaci¨®n de enfermos fuera del enclave, ha aportado medios de protecci¨®n para el personal sanitario y material m¨¦dico y de laboratorio, pero resultan insuficientes.
En contrapartida por el cese del lanzamiento de globos incendiarios hacia los kibutz situados cerca de la divisoria fronteriza, Israel ha vuelto a permitir la entrada de combustible en la Franja a fin de restablecer el funcionamiento la ¨²nica central el¨¦ctrica de Gaza, paralizada desde mediados de agosto. Tambi¨¦n ha ampliado la zona permitida de pesca en las aguas territoriales gazat¨ªes y otras medidas econ¨®micas. Ante la intensidad de los ataques con globos, en ocasiones cargados de explosivos, las fuerzas de seguridad israel¨ªes desplegaron un ¡°ca?¨®n l¨¢ser¡± que intercepta los artefactos en el aire a dos kil¨®metros de distancia, una vez detectados, con una efectividad del 90%.
Yahya Sinwar, l¨ªder pol¨ªtico de Ham¨¢s en Gaza, ha exigido adem¨¢s a Israel que cumpla el acuerdo de alto el fuego pactado en noviembre, que implicaba la construcci¨®n de un gasoducto hasta la central el¨¦ctrica y la creaci¨®n de un pol¨ªgono industrial de empresas israel¨ªes en la frontera para crear puestos de trabajo en Gaza, con una tasa de desempleo del 44%.
La mediaci¨®n de Qatar, en lugar de la habitual negociaci¨®n indirecta con Israel a trav¨¦s de la inteligencia militar egipcia, ha sido clave esta vez para acordar el cese de las hostilidades. El Gobierno de Doha ha entregado 27 millones de d¨®lares (22,8 millones de euros) para pagar sueldos de los funcionarios de la Administraci¨®n controlada por Ham¨¢s y ayudar a las familias m¨¢s necesitadas, antes de anunciar el incremento de sus aportaciones econ¨®micas destinadas a mantener la estabilidad en la Franja. Qatar ha intervenido decididamente en la consecuci¨®n de la tregua tras el reciente normalizaci¨®n de relaciones diplom¨¢ticas entre Emiratos ?rabes Unidos e Israel.
El reconocimiento del Estado jud¨ªo por el r¨¦gimen de Abu Dabi ha roto el consenso de la llamada Iniciativa ?rabe de Paz, que exige la creaci¨®n previa de un Estado palestino dentro de las fronteras de 1967. El vuelco diplom¨¢tico ha tenido el efecto indirecto de acercar a la Autoridad Palestina, controlada por el partido nacionalista Fatah, a sus rivales de Ham¨¢s, despu¨¦s de la violenta ruptura que supuso en 2007 la toma del poder en Gaza por los islamistas.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, convers¨® en una videoconferencia desde Ramala (Cisjordania) con el jefe de filas de Ham¨¢s, Ismail Haniya, quien se encontraba en Beirut. ¡°Debemos restaurar la unidad nacional y poner fin a la divisi¨®n palestina para afrontar las amenazas a nuestro pueblo¡±, enfatiz¨® el dirigente islamista. Como medida efectiva de reconciliaci¨®n, la ministra de Sanidad de la Autoridad Palestina, Mai Alkaila, viaj¨® el pasado viernes a Gaza en la primera visita de un miembro el Gabinete de Ramala a la Franja en m¨¢s de dos a?os. ¡°La violencia (en las ¨²ltimas semanas) ha perturbado por completo la capacidad del sistema sanitario de Gaza para afrontar el r¨¢pido aumento de los contagios¡±, ha advertido Jamie McGoldrick, coordinador de la ayuda humanitaria de la ONU para los territorios palestinos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.