Biden, el candidato de los europeos
Con los matices que convenga, el dem¨®crata es un referente de la Ilustraci¨®n, la pulsi¨®n por el acuerdo y la pasi¨®n del pacto social europeo
Joe Biden es nuestro candidato. El de los europeos de la amplia gama continental: socialistas, conservadores, liberales, verdes¡ Pues sus propuestas sintonizan con las de quienes defienden el programa pol¨ªtico y econ¨®mico actual de la Uni¨®n Europea.
Con los matices que convenga, el dem¨®crata es un referente de la Ilustraci¨®n, la pulsi¨®n por el acuerdo y la pasi¨®n del pacto social europeo. Mientras el republicano los desprecia, como enemigo, en vez de socio/rival. Tanto en materia econ¨®mica y pol¨ªtica internacional, como interna, cuando apoya al Brexit, o a las ultraderechas locales.
Biden pretende rehabilitar la diplomacia y no la imposici¨®n como ¡°primer instrumento del poder¡±. Busca recuperar la negociaci¨®n con Ir¨¢n y afirma el multilateralismo: ¡°Devolver EE UU a la cabeza de la mesa en posici¨®n de trabajar con nuestros aliados¡± (Why America Must Lead Again, en Foreign Affairs, marzo de 2020).
Tambi¨¦n propugna aumentar el impulso presupuestario a la reactivaci¨®n y a la cohesi¨®n social, hoy inferior al europeo (sumando sus 27 piezas y el conjunto). Y compartir la agenda verde. Y volver al Acuerdo de Par¨ªs contra el cambio clim¨¢tico. O sea, los valores europeos que un d¨ªa tambi¨¦n, y cu¨¢nto, fueron norteamericanos. Pero adem¨¢s de los principios, interesan a los europeos sus propios intereses, comerciales y econ¨®micos.
Donald Trump no ha desperdiciado ocasi¨®n para atacarlos. Y, de paso, al ¡°romper nuestra influencia econ¨®mica en nuestros aliados, ha zancadilleado la capacidad de nuestro pa¨ªs para afrontar la verdadera amenaza econ¨®mica¡± china, aduce Biden.
Convirti¨® su Primero, Am¨¦rica en un Am¨¦rica contra todos. En mayo de 2018 se sac¨® de la manga unilateral ¡°temerarios¡± aranceles contra el aluminio y el acero de sus socios: M¨¦xico, Canad¨¢¡ y la UE.
Un doble perjuicio concreto: a Espa?a le da?¨® al encarecer sus exportaciones. Y tambi¨¦n al aumentar la presi¨®n mexicana y canadiense en su mercado, de f¨¢cil acceso para ellas.
Luego intent¨® ampliar las tasas arancelarias contra industrias clave para este continente como la automoci¨®n ¡ªotra vez sal¨ªa perjudicada Espa?a, con Alemania, Francia y el Reino Unido¡ª, pero como eso era ya un sindi¨®s, fren¨® ante el suave, ir¨®nico Jean-Claude Juncker, en julio, a cambio de que este comprase soja a sus agricultores enojados de tanta protecci¨®n.
Y finalmente, a cuentas de la competencia desorbitada de Airbus, tambi¨¦n fue por las bravas. En vez de pactar en la Organizaci¨®n Mundial del Comercio con los europeos, para equilibrarla con los desaguisados de la Boeing, dispar¨® de nuevo los aranceles proteccionistas.
Esta vez por 7.500 millones de d¨®lares, contra las compras de productos como queso, aceitunas, aceite o vino espa?ol, un castigo de 841 millones de d¨®lares, calcul¨® el Ministerio de Comercio espa?ol. Con el agravante del m¨¦todo torturador: ese ¡°carrusel¡± que va turnando los productos sancionados para crear incertidumbre.
Para m¨¢s inri, en este caso fiscal, el presidente populista se ha retractado de su compromiso con los europeos (cumbre del G7 en Biarritz, agosto de 2019) de remitir a la OCDE el proyecto de un impuesto internacionalizado a las multinacionales tecnol¨®gicas, la tasa Google. A cambio de que afectase tambi¨¦n a otras grandes corporaciones.
Y amenaza con m¨¢s aranceles a quienes activen la tasa por su cuenta. Contra Espa?a, que la prev¨¦ para ayudar a sostener el pr¨®ximo presupuesto. Contra Europa, que la prev¨¦ para cofinanciar el plan de recuperaci¨®n de 750.000 millones que tanto beneficiar¨¢... a los espa?oles.
Algunos recuerdan ¡ªNo, Biden Will Not End Trade Wars, Edward Alden en Foreign Policy, 2 de octubre¡ª que el aspirante tambi¨¦n lanza en campa?a promesas proteccionistas, aunque es tradici¨®n dem¨®crata ese discurso preelectoral. Y el del libre comercio al llegar al Gobierno.
Y, adem¨¢s, no son agresivas. Las quiere pactar con los socios y en los organismos multilaterales. Le avalan 43 a?os de pr¨¢ctica librecambista, como senador y como vicepresidente de Barack Obama. Biden es otra cosa.
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