Europa y Estados Unidos lanzan un di¨¢logo sobre China en plena campa?a electoral
El nuevo foro abordar¨¢ los grandes retos que plantea la creciente pujanza de Pek¨ªn para las relaciones transatl¨¢nticas
La Uni¨®n Europea y Estados Unidos han decidido aparcar algunas de sus diferencias y crear un foro de di¨¢logo para tratar sobre el jugador m¨¢s inc¨®modo del tablero geopol¨ªtico: China. As¨ª lo han anunciado oficialmente el alto representante para la Pol¨ªtica Exterior y Seguridad Com¨²n de la UE, Josep Borrell, y el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, tras sostener a ¨²ltima hora de la tarde de este viernes una conversaci¨®n telem¨¢tica. La timidez de las formas en el anuncio, sin pompa alguna ni grandes alharacas, contrasta con el punto de inflexi¨®n que parece marcar en los lazos transatl¨¢nticos, deteriorados despu¨¦s de cuatro a?os de presidencia de Donald Trump en la Casa Blanca.
El anuncio oficial llega apenas 10 d¨ªas antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y, mientras desde Washington tratan de vender el nuevo foro de di¨¢logo como parte de un bloque com¨²n que nace contra China, en el Servicio Europeo de Acci¨®n Exterior (SEAE) le restan importancia y lo desvinculan de la administraci¨®n Trump o de la que venga, ya que echar¨¢ a andar despu¨¦s de los resultados y con independencia de quien salga elegido.
¡°La idea es mantener un di¨¢logo espec¨ªfico sobre la relaci¨®n con China para intercambiar puntos de vista¡±, explica un funcionario de la UE que conoce la propuesta. Las conversaciones se llevar¨¢n a cabo por parte de funcionarios y expertos del Departamento de Estado estadounidense y el Servicio Europeo de Acci¨®n Exterior. Y la voluntad de la diplomacia europea es mantenerlo en ese plano discreto y cotidiano, en un di¨¢logo institucional ¡°de ministerio a ministerio¡± alejado de la pol¨ªtica. Incluso la nota de prensa emitida tras la conversaci¨®n resulta as¨¦ptica. Ambos mandatarios, dice, ¡°celebran el principio de este di¨¢logo¡± que abordar¨¢ "toda la gama de asuntos relacionadas con China¡±.
En realidad, se trata de una propuesta que lanz¨® Borrell a Pompeo durante un encuentro virtual en junio. El estadounidense acogi¨® al principio con frialdad la iniciativa, pero poco despu¨¦s le dio la vuelta de forma inesperada y se aferr¨® a ella casi como si fuera propia. ¡°Deber¨ªamos afrontar este desaf¨ªo juntos, igual que hemos afrontado tantos otros como socios transatl¨¢nticos¡±, afirm¨® el secretario de Estado estadounidense en un debate en el German Marshall Fund, al tiempo que lanzaba un buen pu?ado de invectivas contra ¡°la amenaza del Partido Comunista chino¡±, las ¡°provocadoras acciones militares¡± del gigante asi¨¢tico, su legi¨®n de ¡°abusos de derechos humanos¡±, y sus ¡°pr¨¢cticas econ¨®micas predatorias¡±, con las que fuerzan a las naciones ¡°a hacer negocios con Huawei, un brazo del Estado vigilante del Partido Comunista¡±.
Las relaciones de Estados Unidos con China se encuentran en sus horas m¨¢s bajas despu¨¦s de que en 2018 arrancaran una batalla arancelaria, con la tecnolog¨ªa del 5G en el punto de mira. La pandemia del ¡°virus chino¡±, como lo llama el presidente Trump hurgando en la herida de Pek¨ªn, no ha hecho sino incrementar el tama?o de la falla.
La iniciativa europea nace de una visi¨®n m¨¢s sosegada de las relaciones con la superpotencia asi¨¢tica. Para Bruselas, Pek¨ªn es por un lado un ¡°rival sist¨¦mico", pero a la vez un "socio estrat¨¦gico¡±, con el que es urgente desbrozar cuestiones como la competencia desleal, los subsidios estatales a las empresas, o la falta de reciprocidad en la regulaci¨®n de las inversiones. La propuesta del foro naci¨® tras el embate de la primera ola de la pandemia que dej¨® en cueros las verg¨¹enzas de una gran dependencia europea de China. Tambi¨¦n tiene mucho que ver con lo que Borrell bautiz¨® como ¡°la doctrina Sinatra¡±, en honor a la c¨¦lebre My way: Bruselas ha de tratar con Pek¨ªn ¡°a su manera¡± si quiere evitar quedar sepultada entre los dos polos geopol¨ªticos del siglo XXI.
¡°La respuesta de la UE, a su manera, debe ser una v¨ªa propia que evite un alineamiento con EE UU o China", escribi¨® hace poco el alto representante en un art¨ªculo de Pol¨ªtica Exterior. "Esta doctrina estar¨ªa basada en dos pilares: seguir cooperando con Pek¨ªn para dar respuesta a los retos globales como el cambio clim¨¢tico, la lucha contra el coronavirus, conflictos regionales o el desarrollo de ?frica, a la vez que fortalecemos la soberan¨ªa estrat¨¦gica de la UE, protegiendo nuestros sectores econ¨®micos tecnol¨®gicos, claves para disponer de la autonom¨ªa necesaria y promover los valores e intereses europeos internacionales¡±.
¡°En la relaci¨®n con China, Bruselas tiene claro que no quiere ser un ap¨¦ndice de Washington", analiza Guntram Wolff, director del instituto europeo Bruegel. Pero a la vez, a?ade, ambas capitales ¡°comparten preocupaciones sobre Pek¨ªn que van de los derechos humanos al acceso a su mercado pasando por la propiedad intelectual". China, adem¨¢s, observa con inquietud el acercamiento entre ambas orillas atl¨¢nticas y ni siquiera tiene ya demasiado claro que le beneficie una victoria del candidato dem¨®crata, Joe Biden, el 3 de noviembre. ¡°Porque habr¨ªa una mayor alineaci¨®n entre la UE y EE UU en temas como el cambio clim¨¢tico¡±, dice Wolff.
En cualquier caso, mientras Trump ha hecho del enfrentamiento con China una piedra angular de su campa?a, a la UE le cuesta incluso fijar una posici¨®n com¨²n en dosieres tan relevantes como el 5G, asunto que amenaza con poner en riesgo la unidad y la seguridad tecnol¨®gica de los Veintisiete.
Para Borrell el nuevo foro de di¨¢logo implica ¡°intensificar la coordinaci¨®n¡± y ¡°compartir informaci¨®n¡± para hacer frente al reto de la creciente asertividad de China en el mundo, explica en su blog. Se trata de conocer mejor las posturas respecto a Pek¨ªn y de sincronizar los relojes entre dos bloques que ¡°a priori¡± tienen mayor afinidad, unidos por principios democr¨¢ticos y una historia com¨²n. Y de crear un espacio de conversaci¨®n que evite el torpedeo de sus propios intereses, como ha ocurrido en el conflicto entre Airbus y Boeing: mientras las compa?¨ªas se enzarzaban en una larga batalla de multimillonarias sanciones comerciales, China aprovechaba para seguir subsidiando la fabricaci¨®n de aviones.
Los gestos de Pompeo tampoco indican que vea el foro con los mismos ojos que Borrell. Tras anunciar oficialmente la apertura del canal de di¨¢logo con Europa, el pol¨ªtico estadounidense se embarca este fin de semana en una gira que le llevar¨¢, entre otros lugares, a India, para afianzar lazos militares con esta potencia rival de China (se enfrentaron hace unos meses en un incidente fronterizo que provoc¨® v¨ªctimas mortales, las primeras en 45 a?os), y tambi¨¦n a Sri Lanka, donde tratar¨¢ de convencer a su Gobierno (uno de los m¨¢s beneficiados de la llamada Nueva Ruta de la Seda, el programa estrella del presidente chino, Xi Jinping) de que reduzca su dependencia y su abultada deuda con Pek¨ªn.
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