Respuesta a Orb¨¢n y Kaczynski: la UE no es un gran bazar

La Uni¨®n Europea no es un gran bazar. No es simplemente un lugar en el que se compran y venden mercanc¨ªas con usos comerciales regulados y se pasea libremente por todos los pasillos. Es un proyecto pol¨ªtico que, seg¨²n establece el art¨ªculo 2 de su tratado, ¡°se fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de derecho y respeto de los derechos humanos¡­¡±. Establecer mecanismos de control y palancas de presi¨®n para asegurar el respeto de dichos valores por parte de todos los socios es por tanto leg¨ªtimo. Adem¨¢s de leg¨ªtimo, est¨¢ en su inter¨¦s perseguirlo, porque esos valores son su mayor activo de ¨¦xito en la jungla geopol¨ªtica del siglo XXI.

El mecanismo de control vigente hasta la fecha ¡ªprevisto en el art¨ªculo 7¡ª se ha demostrado muy ineficaz, y por ello se ha aprovechado la extraordinaria circunstancia pand¨¦mica para crear otro, m¨¢s ¨¢gil y penetrante, vinculado al desembolso de los fondos extraordinarios. Polonia y Hungr¨ªa, enormes beneficiarios de fondos europeos desde su entrada en el club y principales sospechosos de abjurar de los principios comunes, han lanzado un ¨®rdago vetando la puesta en marcha de todo el engranaje financiero porque no quieren estar sometidas a esos controles. La UE tiene muchas razones para no retroceder ni un mil¨ªmetro.

La primera es de orden t¨¢ctico-l¨®gico. Aunque farragosas, la UE tiene opciones para sortear el veto y, a un momento dado, poner en marcha mecanismos financieros alternativos entre los 25 miembros dispuestos. No son ideales, se perder¨ªa tiempo precioso, y ser¨ªa mejor evitarlo: pero se puede hacer. Varsovia y Budapest lo saben, y la conclusi¨®n de su ¨®rdago puede ser no ganar nada y perder muchos fondos.

La segunda es de orden estrat¨¦gico-moral. Conviene que el club deje muy claro que habr¨¢ tolerancia cero ante quienes erosionan los valores fundamentales. Estos pueden parecer un activo intangible pero son la mejor semilla de vitalidad en las vicisitudes de la historia. Una mirada hacia atr¨¢s muestra que los sistemas democr¨¢ticos, aunque con muchas imperfecciones, han construido las sociedades m¨¢s exitosas. Democracia y Estado de derecho han sido motores de progreso, libertad y justicia. Los ¨¦xitos de algunos reg¨ªmenes autoritarios habr¨¢ que comprobarlos en distancias largas ¡ªy habr¨¢ que restarles el peso neto de la libertad (el que crea que no tiene peso, all¨¢ ¨¦l)¡ª.

Es importante, por tanto, proteger esas semillas. La cuesti¨®n no es, solo, dejar m¨¢s o menos margen a dos socios presuntamente d¨ªscolos, que se han ampliamente beneficiado de su membres¨ªa al club y que adem¨¢s se han sonoramente negado a la solidaridad en medio de la emergencia migratoria. La cuesti¨®n es m¨¢s relevante: es el mensaje a navegantes para futuro. Quienes mareen con esto, pagan un precio.

La UE debe lograr una suerte de resurrecci¨®n en medio de golpes mort¨ªferos: el brutal mazazo sanitario y econ¨®mico de la pandemia (peor que China en ambos aspectos, y que EE UU en el econ¨®mico) y la p¨¦rdida de uno de sus principales socios, el Reino Unido. En esta, y en las dem¨¢s resurrecciones que ser¨¢n necesarias en el siglo XXI, sus valores son su principal baza. Oscura es la ma?ana que pasa sin la luz de los valores, dir¨ªa Cesare Pavese.