Las dudas sobre los tribunales polacos amenazan la cooperaci¨®n judicial en Europa

El Tribunal de Justicia europeo ha sentenciado este jueves que las ¨®rdenes europeas de detenci¨®n y entrega cursadas por Polonia pueden ejecutarse a pesar de las deficiencias generalizadas del sistema judicial polaco. Pero el veredicto a?ade que, dada la situaci¨®n de ese pa¨ªs de Europa central, las autoridades judiciales de los Estados miembros deber¨¢n llevar a cabo antes de la entrega ¡°una evaluaci¨®n precisa del riesgo¡± que corre la persona detenida de no tener un juicio justo. La creciente resisten...

El Tribunal de Justicia europeo ha sentenciado este jueves que las ¨®rdenes europeas de detenci¨®n y entrega cursadas por Polonia pueden ejecutarse a pesar de las deficiencias generalizadas del sistema judicial polaco. Pero el veredicto a?ade que, dada la situaci¨®n de ese pa¨ªs de Europa central, las autoridades judiciales de los Estados miembros deber¨¢n llevar a cabo antes de la entrega ¡°una evaluaci¨®n precisa del riesgo¡± que corre la persona detenida de no tener un juicio justo. La creciente resistencia de los tribunales de varios pa¨ªses europeos a colaborar con las autoridades polacas revela el riesgo que supone el deterioro del Estado de derecho en Polonia o Hungr¨ªa para una cooperaci¨®n judicial europea construida lenta y laboriosamente a base de fomentar la confianza mutua.

Por segunda vez en apenas dos a?os, la Corte europea, con sede en Luxemburgo, ha tenido que intervenir para resolver las dudas de un tribunal, en este caso holand¨¦s, para tramitar las ¨®rdenes de detenci¨®n y entrega de Polonia. Antes de proceder a la ejecuci¨®n de las ¨®rdenes (una para una persona acusada de tr¨¢fico de estupefacientes y otra para cumplir condena), el tribunal holand¨¦s remiti¨® una consulta prejudicial al Tribunal de Justicia europeo para verificar si se deb¨ªa proceder a la solicitud a la vista de las deficiencias del sistema judicial polaco y de la merma en la independencia de sus tribunales.

Los jueces europeos han tramitado la consulta por la v¨ªa de urgencia, se?al clara de la importancia que conceden al mantenimiento de una cooperaci¨®n judicial fluida en Europa y del riesgo que la creciente desconfianza hacia algunos Estados miembros supone para esa colaboraci¨®n. Irlanda, Alemania y Pa¨ªses Bajos ya han planteado resistencias a seguir ejecutando las ¨®rdenes procedentes de Polonia que, curiosamente, es adem¨¢s el pa¨ªs que m¨¢s las utiliza.

El Tribunal europeo se?ala, en primer lugar, que las deficiencias generalizadas en la independencia de un sistema judicial no bastan, por muy serias que sean, para considerar que todos los tribunales de un pa¨ªs est¨¢n invalidados para emitir ¨®rdenes de detenci¨®n y entrega. En el caso de Polonia, por tanto, esas ¨®rdenes siguen siendo ejecutables. ¡°Esta sentencia tiene una doble lectura: por una parte, confirma la desconfianza creciente de algunos tribunales europeos en la justicia polaca, lo que nos a¨ªsla todav¨ªa m¨¢s de la UE, pero tambi¨¦n muestra que a¨²n hay jueces independientes en nuestro pa¨ªs, porque no ha avalado las deficiencias sist¨¦micas¡±, explica al tel¨¦fono Adam Krzywon, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Varsovia.

Lo que dicta el Tribunal de Luxemburgo es que una vez que se constaten las deficiencias de un sistema judicial, como es el caso de Polonia y Hungr¨ªa seg¨²n Bruselas, los jueces encargados de tramitar la orden de detenci¨®n deben ¡°ejercer la vigilancia¡± y evaluar el riesgo de que la persona detenida pueda afrontar un proceso con pocas garant¨ªas.

Los criterios fijados por la sentencia apuntan a que la entrega de un detenido podr¨¢ denegarse siempre que concurran circunstancias concretas, como puede ser la persecuci¨®n contra ciertas organizaciones no gubernamentales o las pol¨ªticas discriminatorias contra ciertos colectivos como los homosexuales. Pero se deja margen de interpretaci¨®n a los tribunales nacionales, lo que puede llevar al rechazo de ¨®rdenes, sobre todo, porque el deterioro de la situaci¨®n judicial en Polonia contin¨²a.

Este mismo jueves, el Abogado del Tribunal europeo se ha pronunciado a favor de declarar ilegal la ley polaca de 2019 que suprimi¨® el derecho del ¨®rgano colegiado de los jueces a revisar los nombramientos para el Tribunal Supremo. Los casos similares contra Polonia se suceden en Luxemburgo, bien por denuncias de la Comisi¨®n Europea o por consultas prejudiciales de jueces polacos o de otros pa¨ªses europeos.

Una reforma judicial en el punto de mira de Bruselas

Polonia, hasta ahora, ha sido condenada una vez tras otra desde que el partido ultraconservador Ley y Justicia llegara al poder en 2015 y comenzara una reforma judicial que ha deteriorado la divisi¨®n de poderes. De hecho, la justicia europea ha llegado a suspender cautelarmente alguna de estas reformas para frenar la deriva autoritaria de Varsovia, como lo hizo el pasado abril cuando suspendi¨® la ley para supervisar a los jueces. ¡°Pero el Gobierno sigue haciendo lo que quiere con la justicia polaca. A pesar de estar suspendida cautelarmente, han utilizado esa ley disciplinaria para expedientar y quitar la inmunidad a los magistrados que han defendido p¨²blicamente la independencia judicial¡±, sostiene Krzywon.

La sentencia precisa que la suspensi¨®n generalizada de la cooperaci¨®n judicial con Polonia solo ser¨ªa posible si el Consejo de la UE declarase, v¨ªa art¨ªculo 7 del Tratado, que ese pa¨ªs ya no respeta los principios fundamentales de la Uni¨®n. Polonia, al igual que Hungr¨ªa, est¨¢ sometida a un expediente en base al art¨ªculo 7, pero el Consejo nunca ha logrado tramitarlo por falta de consenso entre los Estados miembros.

El Gobierno del PiS acusa a Bruselas de lo que considera una continua injerencia de las instituciones en aspectos clave de la soberan¨ªa nacional, como es el sistema judicial. ¡°Han acudido al Tribunal Constitucional, una instituci¨®n capturada pol¨ªticamente, para que se pronuncie sobre si la justicia europea tiene competencias para suspender el r¨¦gimen jur¨ªdico de un pa¨ªs. Todav¨ªa no se conoce el fallo, pero todos sospechamos lo que puede dictaminar este tribunal, que ha perdido legitimidad tras a?os de reformas¡±, critica el jurista polaco.

La primera v¨ªctima de la falta de colaboraci¨®n ser¨ªa Polonia, que a?o tras a?o es el pa¨ªs que m¨¢s ¨®rdenes de detenci¨®n expide. En 2018, el ¨²ltimo a?o del que la Comisi¨®n Europea tiene datos, los tribunales polacos emitieron 2.394 solicitudes de detenci¨®n y entrega, casi el triple que Espa?a (824) y casi el doble que Francia (1.311) o Italia (1.362). Los tribunales holandeses recibieron ese a?o 307 solicitudes procedentes de Polonia frente a 173 de Alemania o 23 del Reino Unido. En estos tres pa¨ªses, principalmente en el Reino Unido, se asienta la mayor¨ªa de la inmigraci¨®n polaca en el continente.

La desconfianza generalizada pondr¨ªa en peligro la orden de detenci¨®n y entrega, que es la f¨®rmula que los socios de la UE estrenaron en 2014 para agilizar y simplificar los procelosos de extradici¨®n. A pesar de las dificultades puntuales de la orden, como ha ocurrido a veces entre B¨¦lgica y Espa?a (la m¨¢s reciente a cuenta de la orden cursada contra Carles Puigdemont), la Comisi¨®n Europea hace un balance positivo de un modelo de cooperaci¨®n judicial que ha facilitado la expedici¨®n de 185.575 ¨®rdenes entre 2005 y 2018 y la ejecuci¨®n de 56.298.