El encuentro de un estrecho colaborador de Macron con la sobrina de Marine Le Pen agita la pol¨ªtica francesa
A poco m¨¢s de un a?o de las presidenciales, algunos ven en la cita, revelada por ¡®Le Monde¡¯, un gui?o m¨¢s del mandatario hacia la derecha
La revelaci¨®n de que uno de los principales asesores del presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, celebr¨® un encuentro con Marion Mar¨¦chal, sobrina de Marine Le Pen y figura clave de la extrema derecha, ha abierto llagas fuera y dentro del macronismo cuando queda poco m¨¢s de un a?o para las elecciones presidenciales que, al menos por el momento, se perfilan como un nuevo enfrentamiento entre Macron y la l¨ªder del Reagrupamiento Nacional (antiguo Frente Nacional).
La cita entre Mar¨¦chal y Bruno Roger-Petit, oficialmente encargado de ¡°asuntos de la memoria¡± del El¨ªseo pero sobre todo uno de los hombres de confianza de Macron, tuvo lugar a mediados de octubre en un restaurante parisino, revel¨® el peri¨®dico Le Monde el domingo. Aunque dej¨® oficialmente la pol¨ªtica en 2017 al renunciar a su esca?o por el FN fundado por su abuelo y padre de la actual l¨ªder de la formaci¨®n, Jean-Marie Le Pen, el nombre de Marion Mar¨¦chal (tambi¨¦n ha abandonado el apellido Le Pen) sigue resonando fuerte en Francia, donde muchos la ven como la principal rival, y cr¨ªtica, de su t¨ªa. Tambi¨¦n en Espa?a, donde se ha aliado con Vox para lanzar el Instituto Superior de Sociolog¨ªa, Econom¨ªa y Pol¨ªtica (ISSEP), una filial de su escuela en Lyon que busca formar a las futuras ¨¦lites del conservadurismo m¨¢s duro.
No importa que no haya trascendido siquiera de qu¨¦ hablaron ¡ªRoger-Petit se ha limitado a decir que quer¨ªa ¡°saber qu¨¦ tiene que decir y si tiene repercusi¨®n en el estado de opini¨®n (p¨²blica), que no es el caso¡± y Mar¨¦chal solo dice que acept¨® por ¡°curiosidad¡±¡ª. Tampoco que tanto el El¨ªseo como el asesor de Macron, que como tal te¨®ricamente deber¨ªa poder sondear a todo el espectro pol¨ªtico, hayan subrayado que fue una invitaci¨®n ¡°a t¨ªtulo personal¡±. La izquierda francesa, pero m¨¢s llamativamente tambi¨¦n una parte del macronismo reticente a los cada vez m¨¢s frecuentes gui?os del mandatario hacia la derecha, no ha dudado en criticar la cita.
¡°Hay gente a la que no se ¡®sondea¡¯ a ¡®t¨ªtulo personal¡¯. Se les combate a t¨ªtulo colectivo¡±, reaccion¨® en Twitter Astrid Panosyan, cofundadora del movimiento En Marcha!, matriz del hoy partido macronista, La Rep¨²blica En Marcha (LREM). Su mensaje ha recibido un ¡°me gusta¡± de Cl¨¦ment Beaune, secretario de Estado para Asuntos Europeos, y ha sido retuiteado por el antiguo jefe de los diputados macronistas, Gilles Le Gendre. ¡°Terreno resbaladizo¡±, advirti¨® por su parte el diputado Matthieu Orphelin, uno de los primeros desertores del macronismo ¡ªque le ha llevado este a?o a perder su mayor¨ªa absoluta en el hemiciclo¡ª desencantados con el giro conservador del Gobierno. All¨ª priman ahora figuras conservadoras como el ministro del Interior, G¨¦rald Darmanin, que no ha dudado en apropiarse en ocasiones de t¨¦rminos de la ultraderecha, como cuando este verano denunci¨® el ¡°asalvajamiento¡± de una parte de la sociedad. El propio Macron ha provocado irritaci¨®n en sus filas por decisiones como la de dar una entrevista a la revista de la derecha identitaria, Valeurs Actuelles, aunque tambi¨¦n ha levantado ampollas en la derecha al usar, en recientes entrevistas, el t¨¦rmino ¡°violencia policial¡± y admitir que existe un ¡°privilegio blanco¡± en la sociedad.
¡°Con la extrema derecha no se discute y tampoco se transige. Se la combate¡±, coincide el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Hugues Ranson, que record¨® la famosa explicaci¨®n de Jacques Chirac, en 2002, de por qu¨¦ se negaba a participar en un debate con Jean-Marie Le Pen cuando el entonces l¨ªder del FN pas¨®, sorpresivamente, a la segunda vuelta de las presidenciales. ¡°No puedo aceptar la banalizaci¨®n de la intolerancia y del odio¡±, cita Ranson a Chirac, que logr¨® vencer a Le Pen padre gracias al apoyo masivo ¡ªobtuvo el 82,2% de los votos ¡ª de los franceses asustados de ver llegar tan lejos, por primera vez en la historia, al partido de ultraderecha. Quince a?os m¨¢s tarde, era su hija, Marine Le Pen, la que llegaba a la final electoral. Aunque perdi¨® contra Macron, consigui¨® el nada desde?able apoyo de diez millones de votos y es percibida otra vez como la principal rival en 2022 del mandatario, en un panorama pol¨ªtico donde los anta?o principales partidos de izquierdas, el Socialista, y de derechas, Los Republicanos, no han encontrado siquiera a¨²n un l¨ªder para la gran cita en las urnas.
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