Las muertes por la polic¨ªa y el descenso de asesinatos baten r¨¦cords en R¨ªo de Janeiro

La letalidad policial fue r¨¦cord en R¨ªo de Janeiro en 2019 mientras los delitos tuvieron una ca¨ªda hist¨®rica, tendencia esta ¨²ltima que se extiende al resto de Brasil, uno de los pa¨ªses m¨¢s violentos del mundo. En el Estado murieron 1.810 personas en intervenciones policiales, la cifra m¨¢s alta en dos d¨¦cadas. Los 3.995 asesinados en el mismo tiempo suponen un dato hist¨®rico, el menor desde 1991, seg¨²n datos oficiales del Gobierno estatal. Aunque los pol¨ªticos partidarios de la mano dura presumen de eficacia, numerosos especialistas brasile?os en seguridad p¨²blica advierten de que ambos fen¨®menos no est¨¢n vinculados.

Al conocerse el balance anual de la violencia, el gobernador de R¨ªo, Wilson Witzel, tuite¨® la semana pasada: ¡°Nuestra pol¨ªtica de seguridad viene generando resultados positivos mes a mes¡±. Es el mismo que cuando hac¨ªa campa?a para el puesto que ostenta hace un a?o proclam¨® ¡°la polic¨ªa va a apuntar a la cabecita y¡­. fuego¡± contra los sospechosos armados con fusiles. En sus tuits, Witzel, que fue juez y militar, enumer¨® las estad¨ªsticas, que tambi¨¦n reflejan notables ca¨ªdas de las muertes en robos y de aprensiones de armas. El experto de la Red de Observatorios de la Seguridad Pablo Nunes explica que ¡°es improbable que las variaciones en las tasas de homicidios y muertes por polic¨ªas est¨¦n relacionadas. Cuando analizamos los barrios y ciudades del estado de R¨ªo, en la mayor¨ªa de los casos, donde aumentaron las muertes policiales aumentaron o se estabilizaron los homicidios y viceversa¡±.

Ilona Szab¨®, especialista en seguridad p¨²blica, advierte de que ¡°a veces las reducciones de delitos son utilizados para legitimar el abuso de la fuerza. La relaci¨®n, sin embargo, es falsa¡±, escribe este mi¨¦rcoles en Folha de S.Paulo. Daniel Cerqueira, del Forum Brasile?o de Seguridad P¨²blica, coincide: ¡°Esa ret¨®rica del gobernador es falsa. Estad¨ªsticamente no vemos relaci¨®n¡±. A?ade este experto que, en todo caso, ¡°la violencia policial estimula la violencia en general¡±.

La ca¨ªda de los asesinatos a lo largo del a?o pasado, tambi¨¦n el primero del exmilitar Jair Bolsonaro en el poder, se extiende por Brasil en general. Es uno de los datos de los que el ultraderechista m¨¢s presume y que influye en el reciente aumento de su popularidad en este pa¨ªs que est¨¢ desde hace a?os entre los m¨¢s violentos del mundo, guerras al margen. La experta Szab¨® alerta de que existen ¡°l¨ªderes que est¨¢n reduciendo problemas complejos a discusiones binarias y reforzando la violencia como soluci¨®n¡±. Justo este mi¨¦rcoles el Gobierno ha autorizado que los due?os de armas legales puedan comprar cuatro veces m¨¢s munici¨®n al a?o que antes.

R¨ªo de Janeiro ¨CEstado donde viven 17 millones de brasile?os¨C destaca en el ¨¢mbito nacional e internacional por lo mucho que su polic¨ªa mata. Para hacerse una idea, las 1.810 personas muertas en intervenciones policiales en 2019 suponen m¨¢s del doble de las 800 personas asesinadas por la organizaci¨®n terrorista ETA en Espa?a durante cuatro d¨¦cadas o la mitad de las v¨ªctimas mortales del conflicto de Irlanda del Norte.

Los tiroteos son tan frecuentes en R¨ªo de Janeiro que cuatro ni?os han sido alcanzados por disparos desde que empez¨® 2020. El ¨²ltimo, de cinco a?os, ve¨ªa un partidillo de f¨²tbol. Una bala le dio este lunes en la cabeza despu¨¦s de perforar la mano de su padre, que intentaba protegerlo del intercambio de tiros entre polic¨ªas y criminales. El cr¨ªo sobrevivi¨® pero est¨¢ grav¨ªsimo. El asunto ha alcanzado tal magnitud que la ONU expres¨® su preocupaci¨®n en septiembre pasado. Y tambi¨¦n tiene su reflejo en la cultura popular. La telenovela m¨¢s vista ahora mismo en Brasil Amor de m?e tiene entre sus villanos a un polic¨ªa corrupto que mata a un polic¨ªa limpio.

En la comparaci¨®n nacional las fuerzas de seguridad de R¨ªo tambi¨¦n destacan, como indica la comparaci¨®n con S?o Paulo. La tasa de muertes en el primer Estado a manos de la polic¨ªa solamente es superior a los perpetrados en S?o Paulo por criminales y agentes de polic¨ªa juntos, seg¨²n el diario Folha. Uno de los factores que lo explica esa diferencia es que el grupo criminal m¨¢s poderoso de S?o Paulo, el Primer Comando de la Capital (PCC), proh¨ªbe matar sin autorizaci¨®n en el territorio que domina.

Es muy poco probable que un polic¨ªa sea denunciado en Brasil por abatir a un sospechoso, mucho menos juzgado o condenado. Ni un solo agente de R¨ªo fue llevado ante la justicia en 2019, seg¨²n una investigaci¨®n del semanario ?poca, que analiz¨® los casos de los 195 muertos a manos de la polic¨ªa en julio, el mes m¨¢s letal. Revela que se abrieron 151 investigaciones, que 11 casos han sido archivados y que no encontraron informaci¨®n sobre otros 19. La revista descubri¨® que los informes policiales muestran un patr¨®n: incursiones en favelas de patrullas de entre 2 y 6 polic¨ªas con fusiles para reprimir el tr¨¢fico de drogas, son atacados, responden, registran el lugar, localizan a la v¨ªctima y la trasladan al hospital. Resalta ?poca que en el 60% de los casos los agentes no regresaron al lugar del suceso a investigar. La inmensa mayor¨ªa de las v¨ªctimas de violencia policial son varones, negros, pobres de favela.

El profesor Cerqueira recalca que las muertes violentas vienen disminuyendo en R¨ªo de Janeiro desde 2003 con la ¨²nica excepci¨®n del bienio 2016-2017, cuando se registr¨® un repunte coincidiendo con el declive socio-econ¨®mico generalizado que vivi¨® la ciudad tras los Juegos Ol¨ªmpicos.