El Senado de Estados Unidos absuelve a Donald Trump en el ¡®impeachment¡¯
El tercer 'impeachment' de la historia termina con una C¨¢mara alta fractura por partidos. Solo el republicano Mitt Romney rompe filas con el partido y condena al presidente
El Senado de Estados Unidos absolvi¨® este mi¨¦rcoles a Donald Trump de los cargos de abuso de poder y de obstrucci¨®n al Congreso a ra¨ªz de un esc¨¢ndalo de presiones a Ucrania en busca de su beneficio electoral. El magnate encara la recta final de su mandato envalentonado y con la mira puesta en la reelecci¨®n tras haber superado el proceso institucional m¨¢s grave de la pol¨ªtica estadounidense, el impeachment. Nunca hubo incertidumbre, la mayor¨ªa republicana arrop¨® a su l¨ªder desde el inicio, con la excepci¨®n de Mitt Romney, que apoy¨® a la destituci¨®n. La C¨¢mara alta rechaz¨® muy fracturada ambas acusaciones -la primera por 52 votos frente a 48, y la segunda por 53 a 47-, con todos los dem¨®cratas en contra. El desenlace marcar¨¢ las futuras presidencias.
La historia de un pa¨ªs, vista de cerca, mientras se fragua, puede resultar tediosa, hasta vulgar. En las dos semanas que ha durado el tercer juicio a un presidente desde la fundaci¨®n de Estados Unidos se ha visto a senadores haciendo crucigramas y aviones de papel, dormitando y metiendo caramelos de contrabando en la sala. Las sesiones, maratonianas, han mostrado lo prosaicas pueden llegar a resultar los horas cruciales de una naci¨®n, sobre todo cuando el desenlace lleva tiempo escrito.
Pasadas las cuatro y media de la tarde de este mi¨¦rcoles, Donald J. Trump, el presidente n¨²mero 45 de Estados Unidos, qued¨® absuelto de los dos cargos que pesaban sobre ¨¦l. Esta vez, nadie hac¨ªa garabatos, se remov¨ªa en la silla o miraba al infinito como en las interminables jornadas previas. La votaci¨®n fue r¨¢pida, apenas pas¨® de los 40 minutos. Uno a uno, cada senador respondi¨® en voz alta ¡°culpable¡± o ¡°no culpable¡± -algunos poni¨¦ndose en pie- sobre los llamados art¨ªculos del impeachment.
Luego, la sala se vaci¨® enseguida, los dem¨®cratas se fueron con caras largas, pero no hubo grandes expresiones de nada, ni de j¨²bilo ni de pesadumbre. En 10 minutos parec¨ªa que all¨ª dentro no hab¨ªa sucedido nada, porque probablemente ya no quedaba mucho por suceder. Este ha sido el impeachment m¨¢s partidista vivido hasta ahora.
La condena y consiguiente destituci¨®n del presidente requer¨ªa el apoyo de dos tercios del Senado, 67 de los 100 senadores, y los republicanos (con 53 esca?os) se mantuvieron como una fortaleza. Solo Mitt Romney, el senador de Utah que fue candidato presidencial en 2012, un pol¨ªtico morm¨®n muy cr¨ªtico con Trump, anunci¨® que lo condenar¨ªa en el cargo de abuso. ¡°El presidente es culpable de un terrible abuso de la confianza p¨²blica¡±, dijo en un breve discurso que tuvo que interrumpir en ocasiones, aparentemente emocionado. Se convirti¨® as¨ª en el primer senador de la historia en votar por la destituci¨®n de un presidente de su propio partido.
De nuevo, la historia. Esta empez¨® con la denuncia de un informante procedente de los servicios de inteligencia, en un escrito del 12 de agosto pasado, y combustion¨® r¨¢pido. El 24 de septiembre, la C¨¢mara de Representantes, en manos dem¨®cratas, anunci¨® la apertura de una investigaci¨®n previa.
El mandatario estaba acusado de abuso de poder por supuestamente presionar a su hom¨®logo ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, para lograr que la justicia ucrania anunciase dos investigaciones que perjudicaban a sus rivales pol¨ªticos dem¨®cratas, utilizando para ello incluso la congelaci¨®n de 391 millones de d¨®lares (unos 355 millones de euros) en ayudas militares y una invitaci¨®n a la Casa Blanca. Una de las pesquisas ten¨ªa como protagonistas a Joe Biden, precandidato dem¨®crata, y al hijo de este, Hunter, por su trabajo en una empresa gasista en ese pa¨ªs, Burisma, cuando el padre era vicepresidente. La otra ten¨ªa por objeto una teor¨ªa desacreditada seg¨²n la cual desde Ucrania se habr¨ªa lanzado una campa?a de injerencia en las elecciones presidenciales de EE UU de 2016 para favorecer a los dem¨®cratas.
La instrucci¨®n de este proceso ha mostrado todo un entramado de diplomacia paralela al servicio personal del presidente en la que su abogado personal, Rudy Giuliani, ha desempe?ado un papel fundamental, transmitiendo los mensajes de presi¨®n del mandatario a funcionarios del pa¨ªs.
Mientras, la defensa republicana se ha elevado como un muro inquebrantable.Varios senadores del partido reconocieron en los ¨²ltimos d¨ªas que los hechos denunciados son ciertos, pero consideraron que no ameritaban un impeachment, como hizo el senador Lamar Alexander. O que eran ¡°vergonzosos¡±, pero aun as¨ª lo absolver¨ªan, como confirm¨® Lisa Murkowski. Otros, como Marco Rubio, consideraron sencillamente que, independientemente de su justificaci¨®n, una destituci¨®n en este momento no respond¨ªa al inter¨¦s general del pa¨ªs.
Se han pronunciado frases gruesas en las audiencias. Un embajador estadounidense, Gordon Sondland, lleg¨® a asegurar que hab¨ªa presionado a Ucrania siguiendo las ¨®rdenes del presidente. Otra diplom¨¢tica, Marie Yovanovitch, enfrentada al mandatario, ha relatado c¨®mo le llegaron a advertir de que ¡°cuidara sus espaldas¡± y se marchara de Kiev, donde encabezaba la Embajada de EE UU, ¡°en el siguiente avi¨®n¡±. Y a trav¨¦s del resumen de una llamada entre Trump y Zelensky, los estadounidenses han visto a su presidente pedir el ¡°favor¡± de las investigaciones y ofrecer la ayuda de Giuliani.
Este juicio habla de la pol¨ªtica de EE UU, pero tambi¨¦n de su sociedad. Ninguno de los senadores ha sentido que el voto de de este mi¨¦rcoles pueda arruinar su carrera pol¨ªtica. Y Trump, desde que el procedimiento comenz¨®, ha visto llegar el ¨ªndice de aprobaci¨®n al m¨¢ximo de su presidencia (49%), seg¨²n Gallup, gracias sobre todo a la buena marcha de la econom¨ªa. Tambi¨¦n la aprobaci¨®n de Bill Clinton, en plena bonanza y Operaci¨®n Zorro del Desierto, se hab¨ªa disparado al 73% poco antes del veredicto de su impeachment por el caso Lewinsky (en 1998).
Las se?ales que env¨ªan los votantes pesan en lo que ocurre en el Capitolio y el apoyo a la destituci¨®n de Trump tampoco super¨® nunca la barrera partidista de los votantes: los dem¨®cratas se mostraban abrumadoramente a favor y los republicanos en contra.
La diferencia entre Trump y Clinton es que este ¨²ltimo lleg¨® a pasar miedo cuando se descubrieron sus mentiras, sinti¨® que pod¨ªa llegarle el d¨ªa que le lleg¨® a Richard Nixon -cuando popes de su partido llamaron a su puerta para comunicarle que le retiraban su apoyo- y pidi¨® perd¨®n. Al final, fue absuelto con el apoyo tambi¨¦n de algunos republicanos. Nixon, acorralado, dimiti¨® justo antes de que la C¨¢mara de Representantes aprobase la acusaci¨®n y le enviase a juicio al Senado.
Am¨¦rica es un poco m¨¢s c¨ªnica desde el Watergate. El libro Impeachment. Una historia americana recuerda que antes de aquel esc¨¢ndalo, m¨¢s de la mitad de los estadounidenses respond¨ªa en encuestas que confiaban en que los presidentes hac¨ªan ¡°lo correcto¡± y esos porcentajes nunca se han recuperado.
Nadie pedir¨¢ perd¨®n en este 2020 ni har¨¢ examen de conciencia. Al poco de la votaci¨®n, el presidente public¨® en su cuenta de Twitter una v¨ªdeo que simulaba portadas de la revista Time con futuras fechas de reelecci¨®n: Trump 2020, Trump, 2024, Trump 2028...
El primer impeachment de la historia, el del dem¨®crata Andrew Johnson (1868), acab¨® con la conclusi¨®n de que una disputa pol¨ªtica no deb¨ªa juzgarse como un delito; en el de Clinton se produjo un debate nacional sobre la esfera privada y p¨²blica de un mandatario, sobre el grado de gravedad de mentir a la naci¨®n. ?Qu¨¦ reflexi¨®n ha hecho EE UU con el caso de Trump? Es dif¨ªcil identificarlo.
El juicio, una vez en la C¨¢mara alta, se ha cerrado con rapidez y sin la declaraci¨®n de algunos testigos que los dem¨®cratas cre¨ªan vitales y que Trump hab¨ªa vetado, porque tampoco en eso la oposici¨®n ha encontrado apoyo en los republicanos. El torpedeo al proceso en la C¨¢mara de Representantes, la fase inicial del procedimiento, le ha supuesto el cargo de obstrucci¨®n. "La verdad es el gran asterisco en la absoluci¨®n del presidente", dijo el l¨ªder dem¨®crata del Senado, Chuck Schumer. "El asterisco dice que fue absuelto sin [presentar] hechos. Fue absuelto sin un juicio justo. Y significa que su absoluci¨®n virtualmente no tiene valor", a?adi¨®. Cada impeachment, se ha dicho mucho en Washington en estos meses, marca la pauta a las presidencias del futuro.
Los padres fundadores eran conscientes de que el presidente iba a acumular tanto poder que hab¨ªa que dotar a la Constituci¨®n de un instrumento para destituirlo bajo determinadas circunstancias. Este mi¨¦rcoles, un Senado fracturado, con los republicanos abrumadoramente a favor y todos los dem¨®cratas en contra, decidi¨® que Trump complete los 349 d¨ªas que le quedan de mandato. La v¨ªspera, durante el discurso del Estado de la Uni¨®n, este se mostr¨® confiado y agresivo. "Hoy, la farsa de intento de juicio pol¨ªtico tramada por los dem¨®cratas acab¨® con la completa reivindicaci¨®n y exoneraci¨®n del presidente¡±, dijo la Casa Blanca. El 3 de noviembre de 2020, en las elecciones presidenciales, se someter¨¢ al impeachment definitivo en un clima de enorme polarizaci¨®n. En la calle, no hubo barullo, ni grandes protestas. No las ha habido en todo el juicio.
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