Absueltos los acusados de dirigir la revuelta del parque de Gezi en Turqu¨ªa
La Fiscal¨ªa ordena tras esta resoluci¨®n prolongar la detenci¨®n del fil¨¢ntropo Osman Kavala por el intento de golpe de Estado de 2016
En una decisi¨®n inesperada, un tribunal turco decidi¨® este martes absolver a los acusados de ¡°dirigir¡± la revuelta del parque de Gezi, una oleada de manifestaciones que sacudi¨® Turqu¨ªa en 2013, a los que se hab¨ªa imputado el delito de ¡°intento de derrocar al Gobierno¡±. Esta decisi¨®n supon¨ªa, en principio, el fin del calvario para 16 acusados, de los que tres se enfrentaban a cadena perpetua y el resto a entre 10 y 15 a?os de c¨¢rcel, y que hab¨ªan sido calificados de ¡°terroristas¡± por el presidente Recep Tayyip Erdogan, que se person¨® como parte de la acusaci¨®n. Sin embargo, horas despu¨¦s de que se decretase la absoluci¨®n, la Fiscal¨ªa ¡ªque hab¨ªa anunciado alegaciones contra la sentencia¡ªse sac¨® de la manga una investigaci¨®n contra el fil¨¢ntropo Osman Kavala, el ¨²nico de los acusados que permanec¨ªa en prisi¨®n desde 2017, y orden¨® prolongar su encierro al vincularlo?al intento de golpe de Estado de 2016.
Pasaban las 14.30 de la tarde cuando el encargado del tribunal ley¨® r¨¢pidamente la sentencia y la perplejidad dio paso a la alegr¨ªa: ?Todos absueltos! Era lo l¨®gico tras un kafkiano juicio plagado de irregularidades y en el que las pruebas de la acusaci¨®n eran bastante endebles, pero no por ello lo esperado. De hecho, uno de los acusados, Yigit Aksakoglu, que se enfrentaba a cadena perpetua, hab¨ªa confesado a EL PA?S no tener ninguna esperanza en una resoluci¨®n positiva del caso. Adem¨¢s, la estrategia de las defensas pasaba por extender lo m¨¢ximo posible la vista del juicio para que el tribunal no pudiera dictar su decisi¨®n este martes.
En el campus penitenciario de Silivri, a las afueras de Estambul, uno de los penales m¨¢s grandes de Europa, hab¨ªa gran afluencia desde primera hora de la ma?ana. La inmensa sala de juicios, del tama?o de un polideportivo y con la disposici¨®n de un estadio de la Antigua Grecia, estaba presidida por dos inmensas pantallas para no perderse los detalles de las intervenciones, pues desde las gradas del fondo los imputados aparec¨ªan diminutos, y sus familiares y allegados deb¨ªan agitar los brazos para cruzar saludos con ellos. A la izquierda del tribunal se sentaban decenas de abogados de la defensa; a la derecha, los fiscales, los periodistas, los observadores internacionales y numerosos diputados, ya que la oposici¨®n acudi¨® en bloque a ejercer presi¨®n.
Uno tras otro, los abogados defensores comenzaron a solicitar la palabra para pedir la comparecencia de nuevos testigos, quejarse de que se les impidiese impugnar la veracidad de las pruebas, solicitar los audios de los pinchazos telef¨®nicos en los que se basaban las acusaciones (no se han escuchado durante el juicio, solo se han visto sus transcripciones) y para denunciar que todo el caso estaba construido por fiscales y polic¨ªas vinculados a la cofrad¨ªa de?Fethullah G¨¹len que ahora est¨¢n en la c¨¢rcel precisamente por comportamientos criminales y manipulaci¨®n de pruebas. Todas estas peticiones fueron rechazadas por el tribunal, lo que no auguraba nada bueno para los acusados.
Y, as¨ª, el tribunal orden¨® al fil¨¢ntropo Osman Kavala que iniciara su alegato final. Desmejorado tras m¨¢s de dos a?os encarcelado ¡ªpese a la reciente sentencia del Tribunal de Estrasburgo que ordenaba su puesta en libertad¡ª, Kavala ten¨ªa el rostro de un ¨®leo de Jos¨¦ Ribera: la barba abundante, los p¨®mulos hundidos... Si bien ha dedicado su vida a cuestiones culturales y de defensa de las minor¨ªas ¨¦tnicas y religiosas, se le imputaba ser el cerebro de las protestas de Gezi a instancias del millonario George Soros (bestia negra de la nueva derecha nacionalpopulista), algo que el acusado tild¨® de ¡°ficci¨®n conspiratoria¡±. Otra de las principales acusadas, M¨¹cella Yapici, arguy¨® que ya hab¨ªa sido absuelta en un anterior proceso basado en el mismo sumario y, entonces, el tribunal dictamin¨® que ¡°las protestas de Gezi no fueron un intento de golpe de Estado sino un ejercicio de libertad de expresi¨®n¡±, adem¨¢s de haber sido un movimiento horizontal ¡°sin l¨ªderes ni organizadores¡±. Finalmente, contra todo pron¨®stico, lleg¨® la absoluci¨®n. Y con ella, los abrazos, las l¨¢grimas de alegr¨ªa y el alivio de quienes se ve¨ªan tras los barrotes por el resto de sus vidas.
La Fiscal¨ªa ha anunciado ya que apelar¨¢ la decisi¨®n del tribunal y ser¨¢ la Corte de Apelaciones la que tendr¨¢ que decidir sobre ello. Adem¨¢s de los nueve acusados?presentes este martes en Silivri, otros siete han sido juzgados en rebeld¨ªa pues se han exiliado del pa¨ªs (entre ellos el periodista Can D¨¹ndar) y sus casos se han constituido en una pieza aparte del sumario principal. El tribunal decidi¨® levantar la orden de busca y captura que pesa sobre ellos.
La decisi¨®n ha sentado mal en algunos medios progubernamentales y subrayan en sus piezas los destrozos ocasionados por los manifestantes de Gezi. Sin embargo, recientemente, fuentes del partido AKP, en el poder, reconocieron que cuatro a?os despu¨¦s del intento de golpe de Estado y las purgas que le siguieron ha llegado el momento de comenzar a aflojar la legislaci¨®n excepcional aprobada entonces y recuperar ciertos derechos y libertades.
En este sentido, la sentencia sobre Gezi podr¨ªa haberse interpretado como un peque?o paso de vuelta a la normalidad, tal y como exigen los socios europeos de Turqu¨ªa, pa¨ªs todav¨ªa candidato a la adhesi¨®n y para el que la UE sigue siendo su principal socio comercial. Eso de no haber sido porque la Fiscal¨ªa -fuertemente influida por el Gobierno- pareci¨® no haber digerido el golpe de la sentencia y asest¨® un mazazo igualmente inesperado. Mientras amigos y familiares de Kavala se hab¨ªan reunido para esperar su excarcelaci¨®n lleg¨® la noticia de que la Fiscal¨ªa emit¨ªa una nueva orden de detenci¨®n por una nueva investigaci¨®n: se le vincula ahora al intento de golpe de Estado de 2016. Una excusa que parece sacada de la manga para evitar su puesta en libertad. No en vano, seg¨²n el polit¨®logo Umut ?zkirimli, Kavala era el verdadero objetivo del caso Gezi, por ser una persona con la que "Erdogan tiene una fijaci¨®n particular". El presidente turco ha llegado a tildar a Kavala de "financiador de terroristas" y "representante del famoso jud¨ªo h¨²ngaro Soros".
El eurodiputado alem¨¢n Sergey Lagodinsky, presidente de la delegaci¨®n UE-Turqu¨ªa, tach¨® la nueva orden de la Fiscal¨ªa de "esc¨¢ndalo absoluto e indescriptible" y exigi¨® a tribunales y autoridades que "paren esta locura ilegal e inhumana". Canan Kaftancioglu, l¨ªder provincial del partido opositor CHP y tambi¨¦n investigada por los tribunales, tuite¨®: "Os ahogar¨¦is en vuestra propia injusticia".
La siguiente prueba de fuego para la Justicia turca ser¨¢ este mi¨¦rcoles, cuando se celebre una nueva vista del pol¨¦mico juicio contra 11 activistas de derechos humanos ¡ªincluidos los dirigentes locales de Amnist¨ªa Internacional¡ª que se enfrentan hasta a 15 a?os de c¨¢rcel por cargos de terrorismo.
Orden de arresto contra cerca de 700 polic¨ªas, militares y funcionarios
La Fiscal¨ªa de Turqu¨ªa emiti¨® este martes ¨®rdenes de arresto contra cerca de 700 militares, polic¨ªas y funcionarios con supuestos v¨ªnculos con la cofrad¨ªa del predicador islamista Fethullah G¨¹len, exiliado en Estados Unidos. Agentes de polic¨ªa lanzaron redadas en diversos puntos del pa¨ªs y detuvieron al menos a un centenar de sospechosos, seg¨²n la agencia estatal Anadolu.
Las ¨®rdenes de busca y captura se dirigen contra 71 presuntos g¨¹lenistas en el Ministerio de Justicia, otros 157 en las Fuerzas Armadas (de los cuales un centenar son suboficiales en activo) y otros 467 sospechosos de haber ama?ado los ex¨¢menes de acceso a la Polic¨ªa. Durante d¨¦cadas, los funcionarios de simpat¨ªas g¨¹lenistas suministraban por adelantado a sus correligionarios las respuestas de las oposiciones para infiltrar la Administraci¨®n. En los primeros Gobiernos de Erdogan, su partido y el movimiento g¨¹lenista colaboraron activamente, pero posteriormente rompieron la alianza y comenzaron una lucha que culmin¨® en el intento de golpe de Estado de 2016. Tras esta intentona, m¨¢s de cien mil funcionarios han sido purgados y m¨¢s de cincuenta mil detenidos por supuestos v¨ªnculos con los g¨¹lenistas, ahora considerados una organizaci¨®n "terrorista" y "golpista".
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