El Chapo: ¡°?Ocupaci¨®n? Agricultor¡±
Salen a la luz im¨¢genes y un v¨ªdeo in¨¦dito del famoso narcotraficante en la c¨¢rcel, despu¨¦s de su ¨²ltima detenci¨®n en M¨¦xico en 2016
Los v¨ªdeos del Chapo Guzm¨¢n en la c¨¢rcel empiezan a convertirse en un g¨¦nero propio. Esta semana, el portal digital Latinus public¨® uno nuevo, este de 7 minutos y 34 segundos, donde se ve y se escucha al narcotraficante en el penal de El Altiplano, en 2016, mientras un se?or en bata le hace una serie de preguntas rutinarias.
Es el segundo v¨ªdeo que trasciende de los meses que pas¨® Guzm¨¢n en la c¨¢rcel antes de ser extraditado a Estados Unidos. En otro publicado el verano pasado, aparece junto al encargado de prisiones federales, Eduardo Guerrero, pidi¨¦ndole que le deje salir m¨¢s al patio y que no pasen tanto a verle, porque no puede dormir. Guerrero le contesta que tiene que haber seguridad porque ya se ha escapado dos veces de la c¨¢rcel. Y El Chapo contesta: "?Ah, pero eso es otra cosa!"
En el nuevo, El Chapo aparece apenas unas horas despu¨¦s de que las autoridades mexicanas lo presentaran en el aeropuerto de la capital, despu¨¦s de su captura en Los Mochis, Sinaloa. Viste un mono color caf¨¦, con el n¨²mero 3870 pintado sobre el coraz¨®n. Le acaban de rapar el pelo y el bigote. Tiene las manos manchadas de tinta, que se limpia pacientemente con servilletas de papel. Mientras, el funcionario en bata le pregunta el nombre, la edad, el domicilio, el nivel de estudios ¡ª"primaria", contesta ¨¦l, "?terminada?", replica el funcionario, "S¨ª, se?or", zanja Guzm¨¢n¡ª, si est¨¢ casado, su ocupaci¨®n ¡ªagricultor¡ª, nacionalidad, religi¨®n...
Guzm¨¢n aparece tranquilo, concentrado en las servilletas y las yemas de sus dedos. En la parte baja del mono, algunos botones lucen desabrochados. Contesta autom¨¢ticamente todas las cuestiones. Cuando el funcionario le pregunta si est¨¢ casado, hace una pausa algo m¨¢s larga que ante el resto de preguntas. Luego, cuando le piden que anote el nombre de sus abogados y ¨¦l lo hace y termina, pregunta si puede anotar el nombre de su esposa. "No", contesta el otro, "aqu¨ª no. Aqu¨ª nada m¨¢s son puros abogados".
En los dos v¨ªdeos, Guzm¨¢n desprende una calma sorprendente, sobre todo en este ¨²ltimo, mientras los funcionarios preparan su ingreso en prisi¨®n. Entre ambos pudo haber varios meses de diferencia. Detenido el 8 de enero de 2016, no fue extraditado a Estados Unidos hasta un a?o despu¨¦s. Ese tiempo lo pas¨® en El Altiplano, a dos horas de la capital. Luego ser¨ªa extraditado, juzgado y condenado a cadena perpetua.
La calma, el control que aparenta en ambos v¨ªdeos contrasta con la parquedad de sus respuestas en la entrevista que le dio a Sean Penn en octubre de 2015. Ambos se encontraron en un rancho, en alg¨²n lugar del noroeste de M¨¦xico, con la intermediaci¨®n de la actriz Kate del Castillo. Las autoridades iban entonces tras Guzm¨¢n, despu¨¦s de su ¨²ltima fuga, precisamente del penal de El Altiplano, gracias a un t¨²nel que ¨¦l y sus secuaces construyeron desde su celda al exterior.
En octubre de 2015, Guzm¨¢n buscaba refugio en la sierra. En la entrevista, en parte grabado en v¨ªdeo, el narcotraficante aparece hablando de c¨®mo empez¨® en el tr¨¢fico de drogas, de la vida y la muerte. Penn, que escribi¨® un texto tan largo como criticado para Rolling Stone sobre el encuentro, le pregunta a Guzm¨¢n si supo c¨®mo acab¨® Pablo Escobar y que c¨®mo cree que acabar¨¢ sus d¨ªas. "Espero que sea de muerte natural", contesta.
En el v¨ªdeo que ha trascendido esta semana, Joaqu¨ªn Guzm¨¢n ya ha sido detenido. Han pasado tres meses desde la entrevista y se limpia la tinta de las manos. Adem¨¢s del v¨ªdeo, Latinus ha divulgado tambi¨¦n varias im¨¢genes del capo en la silla del peluquero, en prisi¨®n, mientras un polic¨ªa federal le rasura la cabeza y el bigote. ?l no dice nada. Solo mira para abajo.
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