Macron estudia imponer por decreto la reforma de las pensiones ante el bloqueo de la oposici¨®n
M¨¢s de 40.000 enmiendas ralentizan el debate parlamentario sobre una ley que ha provocado huelgas y frecuentes manifestaciones
Es la opci¨®n nuclear del parlamentarismo franc¨¦s: el ¨²ltimo recurso ante una iniciativa legislativa atascada en la Asamblea Nacional y considerada como una prioridad por el Gobierno. El primer ministro, ?douard Philippe, ha esgrimido esta semana la posibilidad de imponer por decreto la pol¨¦mica reforma de las pensiones. Philippe esquivar¨ªa as¨ª el bloqueo sistem¨¢tico con el que la oposici¨®n de izquierda radical intenta hacer descarrilar un proyecto central para el presidente Emmanuel Macron. El riesgo, para Macron y Philippe, es que esta v¨ªa encienda de nuevo los ¨¢nimos en la calle despu¨¦s de las movilizaciones de diciembre y enero.
No hay nada decidido, pero tanto el presidente como su primer ministro han enviado se?ales de que, si el filibusterismo de La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc M¨¦lenchon contin¨²a, considerar¨¢n leg¨ªtimo acogerse al art¨ªculo 49 p¨¢rrafo 3 de la Constituci¨®n. Este art¨ªculo permite al primer ministro imponer una ley sin voto en la c¨¢mara de diputados. La ¨²nica manera que la Asamblea Nacional tiene de frenarla es por medio de una moci¨®n de censura que haga caer al Gobierno. Con el 49.3, el Gobierno ata su suerte a una ley.
Al disfrutar de una mayor¨ªa parlamentaria c¨®moda, la hipot¨¦tica moci¨®n de censura tendr¨ªa nulas posibilidades de ganar, y la aprobaci¨®n de la reforma estar¨ªa garantizada. El problema, para Macron y Philippe, ser¨ªa el coste de esquivar el proceso legislativo natural. La experiencia m¨¢s reciente es la del presidente socialista Fran?ois Hollande. Su primer ministro entre 2014 y 2016, Manuel Valls, recurri¨® al 49.3 para imponer las llamadas ley Macron de liberalizaci¨®n econ¨®mica ¡ªel presidente era entonces su ministro de Econom¨ªa¡ª y la ley El-Khomri sobre la reforma laboral. Las manifestaciones, algunas con derivas violentas, marcaron el mandato de Valls y el 49.3 se ha asociado desde entonces a la imagen de un poder ejecutivo impotente ante el legislativo y proclive al ordeno y mando en vez de a la deliberaci¨®n parlamentaria.
¡°Cuando se trata de asumir mis responsabilidades, lo hago sin dudar y utilizo toda la Constituci¨®n y nada m¨¢s que la Constituci¨®n, pero repito: toda la Constituci¨®n¡±, dijo Philippe el martes, durante la sesi¨®n de control al Gobierno, en respuesta a la pregunta de un diputado de oposici¨®n. Sabe que, si aplica e 49.3, Macron puede ver erosionada su popularidad y sus oponentes se cargar¨¢n de razones para volver a protestar.
¡°Quieren preparar a la opini¨®n p¨²blica a la idea del 49.3¡±, denunci¨® M¨¦lenchon la semana pasada. ¡°Tenemos un presidente autoritario: los m¨¦todos del autoritarismo se propagan¡±.
En la V Rep¨²blica, fundada en 1958, se ha recurrido 86 veces al 49.3. El primer ministro que m¨¢s lo us¨® fue el socialista Michel Rocard. En el caso de la reforma de las pensiones, el argumento del Gobierno es que, sin el 49.3, no habr¨¢ manera de aprobar el proyecto a corto o medio plazo debido al obstruccionismo de M¨¦lenchon y el resto de la oposici¨®n, que han introducido m¨¢s de 40.000 enmiendas.
El resultado es un debate a paso de tortuga cuyo fin no se vislumbra y la impaciencia creciente de Macron. El presidente cree que la reforma ¡ªpromesa electoral y piedra maestra de su programa para transformar Francia¡ª debe aprobarse como sea. Super¨® la huelga de transportes que empez¨® a principios de diciembre y termin¨® a mediados de enero, y las peri¨®dicas manifestaciones ¡ªcada vez menos concurridas¡ª fracasaron en el objetivo de lograr la retirada de la ley. Cuenta con que los franceses, aunque la reforma no les entusiasme, empiezan a cansarse.
Antes, Philippe debe convencer a la propia mayor¨ªa parlamentaria, donde algunos diputados son reticentes a una opci¨®n que relega al legislativo y puede reavivar las protestas. Y persuadir a la opini¨®n p¨²blica de que los insumisos de M¨¦lenchon ¡ª18 de 577¡ª son los culpables, con su bloqueo sistem¨¢tico, de abocar al Gobierno al decreto. Otro riesgo es perder el apoyo del primer sindicato franc¨¦s, el moderado CFDT, que est¨¢ a favor de la reforma pero desconf¨ªa de la v¨ªa unilateral. Y un problema t¨¦cnico: despu¨¦s de la ¨²ltima modificaci¨®n constitucional, el 49.3 solo puede usarse una vez cada curso parlamentario, y la reforma de las pensiones se desglosa en dos leyes. ?C¨®mo y cu¨¢ndo se adoptar¨¢ la segunda, que ata?e a la financiaci¨®n futura del sistema? La reforma contempla la fusi¨®n de los 42 reg¨ªmenes de pensiones actuales en un solo sistema y un nuevo m¨¦todo de c¨¢lculo.
El embrollo parlamentario, y el posible golpe de fuerza del Ejecutivo, ocurre a dos semanas de la primera vuelta de las elecciones municipales en las que LREM se prepara para encajar una derrota dolorosa. Y a dos a?os de las elecciones presidenciales: algunos diputados macronistas han recordado estos d¨ªas que el recurso al decreto fue un lastre para Hollande y contribuy¨® a su impopularidad y, finalmente, a su decisi¨®n de no volverse a presentar en 2017. Es la maldici¨®n del 49.3: como su antecesor, a Macron le costar¨¢ librarse de ella.
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