La justicia argentina condena a ocho represores de la dictadura por cr¨ªmenes contra m¨¢s de 800 v¨ªctimas

El exoficial de la Armada argentina Carlos Mario Castellv¨ª escuch¨® impasible a trav¨¦s de internet su condena a cadena perpetua por los cr¨ªmenes de lesa humanidad cometidos durante la ¨²ltima dictadura (1976-1983). El Tribunal Oral Federal 5 conden¨® tambi¨¦n a la pena m¨¢xima al expolic¨ªa Ra¨²l Armando Cabral y a Miguel Conde en el fallo del cuarto juicio de la megacausa Escuela Superior de Mec¨¢nica de la Armada (ESMA) en perjuicio de 816 v¨ªctimas por delitos como secuestros, torturas, homicidios y robo de ni?os.

Otros cuatro imputados recibieron penas de quince a?os de prisi¨®n por ser considerados part¨ªcipes secundarios de los cr¨ªmenes: los cabos de la Armada Carlos N¨¦stor Carrillo, Jos¨¦ ?ngel Iturri, Jorge Luis Mar¨ªa Ocaranza y Ram¨®n Roque Zanabria. Por ¨²ltimo, el oficial del batall¨®n de infanter¨ªa de Marina Claudio Vallejos fue condenado a seis a?os.

Los condenados pertenecieron al Grupo de Tareas 3.3.2. creado por el entonces almirante Emilio Massera para desarticular organizaciones guerrilleras, pol¨ªticas y sociales a trav¨¦s del secuestro y desaparici¨®n de militantes. Su base operativa estaba en la ESMA, convertida por el r¨¦gimen militar en un centro clandestino de detenci¨®n por el que pasaron cerca de 5.000 personas.

Castellv¨ª integr¨® el ¨¢rea de Inteligencia del Grupo de Tareas 3.3.2 entre 1979 y 1980. Conde actuaba como enlace en la ESMA a partir de sus tareas como personal civil de inteligencia del Ej¨¦rcito y Cabral tambi¨¦n actuaba como enlace como agente de la polic¨ªa federal argentina. ?ste ¨²ltimo hab¨ªa sido beneficiado con arresto domiciliario, pero el pasado junio volvi¨® a la c¨¢rcel despu¨¦s de que su exesposa y garante lo denunciase por violencia de g¨¦nero.

Hasta ahora, ninguno de ellos hab¨ªa sido condenado por estos cr¨ªmenes. Al comunicar el fallo de este juicio iniciado en 2018, el tribunal conformado por Adriana Palliotti, Daniel Horacio Obligado y Gabriela L¨®pez I?¨ªguez record¨® que los delitos de lesa humanidad no prescriben y pueden ser juzgados sin importar el tiempo transcurrido. A¨²n as¨ª, entre querellantes y familiares de las v¨ªctimas preocupan las demoras registradas en algunas causas debido a la avanzada edad de muchos de los acusados.

¡°Cada juicio reafirma los compromisos fundantes de la democracia en contra de la impunidad y el valor que tienen los derechos humanos en la Argentina. Sin embargo, los futuros procesos deben avanzar m¨¢s r¨¢pido. En esta causa, dos imputados murieron sin veredicto: An¨ªbal Roberto Colquhoun y N¨¦stor Eduardo Tauro¡±, record¨® el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) en un comunicado a mitad del juicio. Un tercer imputado al inicio de la causa, Horacio Luis Ferrari, qued¨® apartado del debate.

Entre los delitos por los que fueron condenados figuran los secuestros y desapariciones del grupo de la villa del Bajo Flores, en la ciudad de Buenos Aires, entre quienes estaba M¨®nica Mignone, hija de Emilio y Chela, fundadores del CELS.

M¨¢s de mil condenados

Argentina se ha convertido en ejemplo mundial por el juicio a los represores de la ¨²ltima dictadura. Desde que se reanudaron los juicios en 2006, se han dictado 250 sentencias en las que han sido condenadas 1.013 personas, seg¨²n el ¨²ltimo informe de la Procurador¨ªa de cr¨ªmenes de lesa humanidad. La pandemia tambi¨¦n se sinti¨® en el avance de estas causas: en 2020 hubo trece sentencias, casi la mitad que un a?o atr¨¢s y la cifra m¨¢s baja desde 2009.

La cuarentena obligatoria decretada por el gobierno de Alberto Fern¨¢ndez paraliz¨® los juicios durante tres meses y despu¨¦s se retomaron paulatinamente de forma virtual. Como ocurri¨® en la lectura del veredicto este jueves, jueces, imputados, letrados, v¨ªctimas y familiares no concurren a los tribunales federales de Comodoro Py, en Buenos Aires, sino que se conectan a trav¨¦s de sus pantallas para participar en las audiencias.

La megacausa ESMA es la m¨¢s grande de todas aquellas en las que se han juzgado este tipo de delitos, lo que oblig¨® a dividirla en varios juicios. El primero, en 2007, ten¨ªa a un imputado que se suicid¨® antes de escuchar la condena. El segundo concluy¨® en 2011 con 16 condenados y el tercero en 2017, cuando hubo duras condenas por primera vez por los vuelos de la muerte.

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