La derecha francesa busca su hueco hacia el El¨ªseo entre Macron y Le Pen
Los Republicanos corren el riesgo de la irrelevancia en las presidenciales de 2022
La derecha tradicional francesa, que ha dado cinco de los ocho jefes de Estado de la V Rep¨²blica, afronta las elecciones presidenciales de 2022 sin l¨ªder ni programa. La situaci¨®n es cr¨ªtica. Los Republicanos (LR), ¨²ltima marca de la formaci¨®n que bajo Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy congreg¨® a centristas y conservadores, est¨¢n atrapados entre dos fuerzas que no han dejado de laminarla en los ¨²ltimos a?os. A un lado, el presidente Emmanuel Macron, que ha conquistado a su electorado m¨¢s moderado. Al otro, la extrema derecha de Marine Le Pen, que aspira a hacerse con los votos del ala derechista de LR.
¡°No es exagerado decir que la derecha, por primera vez en su historia, corre peligro de muerte¡±, escribi¨® hace dos a?os Guillaume Tabard, editorialista del diario conservador Le Figaro, en el libro La mal¨¦diction de la droite (La maldici¨®n de la derecha), una historia de 60 a?os de querellas personales e ideol¨®gicas en un campo ideol¨®gico y partidista marcado por la figura del general De Gaulle. El peligro, desde entonces, no ha hecho m¨¢s que agravarse.
¡°La pr¨®xima elecci¨®n presidencial ser¨¢ la prueba de la verdad¡±, dice Tabard por tel¨¦fono. El desgaste de Macron en el poder y la dificultad de Le Pen para aparecer como alternativa cre¨ªble ante una mayor¨ªa de franceses podr¨ªan permitir a los LR ¡°recrear un espacio¡± que, con un candidato adecuado, le devolviese el papel central que ha tenido en el pa¨ªs desde la posguerra mundial.
¡°Pero tambi¨¦n puede suceder lo contrario¡±, avisa Tabard. Es decir, que Los Republicanos se viesen ahogados por una doble tenaza. A la derecha, por una Le Pen que intenta limar los ¨¢ngulos m¨¢s antip¨¢ticos de su car¨¢cter y presentar una imagen de moderaci¨®n, y ¡°cuya victoria ya no es impensable como hace cinco a?os¡±. Y en el flanco centrista, por un Macron que, pese a haber sido ministro en un Gobierno socialista, se rode¨® desde el primer momento de ministros procedentes de las filas conservadoras, ha gobernado con pol¨ªticas de centroderecha y, desde que accedi¨® al poder en 2017, ha captado para su proyecto a buena parte de los votantes conservadores.
Entre Macron y Le Pen, Los Republicanos disponen de un pasillo cada vez m¨¢s estrecho. ?C¨®mo distinguirse del presidente de la Rep¨²blica que, hasta la irrupci¨®n de la pandemia en 2020, impuls¨® reformas econ¨®micas que la derecha siempre hab¨ªa prometido? ?C¨®mo competir con la ret¨®rica de mano dura en materia de seguridad, inmigraci¨®n e islamismo del ministro del Interior, G¨¦rald Darmanin, exmilitante de LR? Y, si miran a la derecha, ?c¨®mo competir en populismo o euroescepticismo con Le Pen si LR es un partido burgu¨¦s e institucional?
Un consuelo para el partido es que la otra gran formaci¨®n de las ¨²ltimas d¨¦cadas en Francia, la socialista, a¨²n est¨¢ peor, y las divisiones de la izquierda son m¨¢s profundas que las de la derecha que, pese a todo, conserva la mayor¨ªa en el Senado y es el segundo grupo con m¨¢s diputados en la Asamblea Nacional.
La paradoja es que ¡°nunca la sociedad francesa hab¨ªa estado tan derechizada, y nunca la derecha pol¨ªtica hab¨ªa estado tan fuera de juego¡±, seg¨²n Tabard, quien cita una frase atribuida al socialista Fran?ois Mitterrand: ¡°Francia es un pa¨ªs de derechas en el que la izquierda solo puede ganar por accidente¡±. La derechizaci¨®n explicar¨ªa por qu¨¦, en plena pandemia, es la inseguridad ciudadana o el islam los temas que en muchos momentos han monopolizado el debate pol¨ªtico. Pero Los Republicanos no sacan ning¨²n r¨¦dito.
Otra dificultad es encontrar un l¨ªder. La ¨²ltima elecci¨®n presidencial que gan¨® la derecha fue con Sarkozy en 2007. Con la derrota de Sarkozy contra el socialista Fran?ois Hollande en 2012, empez¨® lo que Tabard llama en su libro el ¡°descenso a los infiernos¡±. Fueron unos a?os no tanto de discusiones doctrinarias sino de peleas de egos y esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. Y desembocaron en la debacle de las presidenciales de 2017, cuando el aspirante de LR ni siquiera se clasific¨® para la segunda vuelta. La candidatura del ex primer ministro Fran?ois Fillon explot¨® en pleno vuelo al revelarse que durante d¨¦cadas el aspirante hab¨ªa remunerado a su esposa con dinero p¨²blico por un empleo ficticio.
Fillon fue condenado en 2020 a cinco a?os de prisi¨®n. El pasado marzo, Sarkozy fue condenado a tres a?os por otro caso. Ambos han recurrido las sentencias. Pero la situaci¨®n judicial de los ¨²ltimos conservadores en gobernar Francia, y la fuga hacia el macronismo de dirigentes con proyecci¨®n de futuro ¡ªDarmanin, el ministro de Econom¨ªa Bruno Le Maire o el popular ex primer ministro ?douard Philippe¡ª evidencian la magnitud del problema. Otra se?al de la confusi¨®n: el ¨²nico candidato derechista con alguna posibilidad es, seg¨²n los sondeos, el presidente de la regi¨®n Hauts-de-France Xavier Bertrand, quien dej¨® de militar en LR en 2017. Bertrand va por libre y se niega a participar en un proceso de primarias si se acabasen celebrando.
Varios candidatos en las quinielas, pero pocas opciones
Xavier Bertrand, exagente de seguros, ministro tanto con Jacques Chirac como con Nicolas Sarkozy y actual presidente de la regi¨®n de Hauts-de-France, ha sido el primer pol¨ªtico de la derecha en postularse como candidato para las elecciones presidenciales de abril y mayo de 2022. Bertrand es un candidato at¨ªpico. Ya no milita en Los Republicanos (LR) y hasta ahora sus posiciones moderadas le acercaban m¨¢s a la l¨ªnea del presidente Emmanuel Macron.
Si la primera vuelta de las presidenciales se celebrase hoy, Bertrand quedar¨ªa en tercera posici¨®n por detr¨¢s de la l¨ªder de la extrema derecha, Marine Le Pen, y del presidente Macron. Todos los sondeos coinciden. Por tanto, no se clasificar¨ªa para la segunda vuelta, que se disputar¨ªa entre Le Pen y Macron.
No es que Los Republicanos tengan muchas alternativas, aunque la lista de quienes sue?an con el palacio del El¨ªseo es larga y a¨²n queda tiempo para postularse. En las quinielas figuran desde Val¨¦rie P¨¦cresse, la presidenta de ?le-de-France ¡ªla regi¨®n de Par¨ªs¡ª, hasta otro bar¨®n regional y exjefe de LR, el presidente de Auvernia-R¨®dano-Alpes Laurent Wauquiez.
Un candidato de peso, y que sin duda se deja querer, podr¨ªa ser Michel Barnier, veterano eur¨®crata y negociador del Brexit en Bruselas. Disfruta de una imagen de experimentado estadista, pero a la vez se hace dif¨ªcil pensar c¨®mo podr¨ªa captar al votante de derechas que siente la tentaci¨®n de votar a la euroesc¨¦ptica Le Pen. Barnier, adem¨¢s, pertenece a una derecha moderada que perfectamente podr¨ªa integrarse en el Gobierno de Macron.
Un candidato con opciones ser¨ªa el pol¨ªtico en activo m¨¢s popular de Francia, seg¨²n algunos sondeos, pero ya ha dado a entender que no ser¨¢ candidato a menos que el actual presidente de la Rep¨²blica renuncie a serlo, un postulado que no entra en las previsiones. Se trata de ?douard Philippe, antiguo miembro de Los Republicanos y primer ministro con Macron entre 2017 y 2020, cuando el presidente lo relev¨® por Jean Castex.
La idea de una candidatura de Philippe, ahora alcalde de la ciudad portuaria de Le Havre, pone nerviosos a algunos macronistas. Philippe, que acaba de publicar el libro Impressions et lignes claires (Impresiones y l¨ªneas claras), ha declarado: ¡°Que nadie dude de mi lealtad, ni de mi libertad¡±.
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