Una avalancha de filtraciones internas acorrala al Gobierno de Boris Johnson
Varios testigos aseguran que el primer ministro brit¨¢nico prefer¨ªa ver ¡°los muertos apilados en las calles¡± antes que imponer un segundo confinamiento por la covid
En el momento m¨¢s dulce de Boris Johnson, por su exitosa campa?a de vacunaci¨®n, alguien ha olido debilidad. Una cadena de filtraciones internas, a cu¨¢l m¨¢s grave, ha revelado la dudosa ¨¦tica que opera en Downing Street. Desde el invento de recabar donaciones an¨®nimas para que el primer ministro y su pareja decoraran su vivienda privada, al exabrupto lanzado por el pol¨ªtico durante la reuni¨®n en la que se decid¨ªa un segundo confinamiento: ¡°Prefiero que se apilen antes miles de cad¨¢veres¡±, dijo, seg¨²n han confirmado varios testigos de la discusi¨®n.
Johnson fue el primero en reaccionar este lunes, durante un acto electoral en Wrexham, para denunciar como ¡°absoluta basura¡± esa acusaci¨®n. ¡°Los ciudadanos no est¨¢n en este debate. Lo que quieren es que se hable de planes de empleo, crecimiento o recuperaci¨®n¡±, dijo. Su actual jefe de Gabinete, Michael Gove (un rango similar al de ministro de la Presidencia espa?ol), rechazaba tambi¨¦n la posibilidad de que Johnson hubiera proferido una expresi¨®n tan grave: ¡°Encuentro incre¨ªble la mera idea de una cosa as¨ª. Yo estaba en esa habitaci¨®n, y no o¨ª esa clase de lenguaje¡±. Gove, uno de los pol¨ªticos m¨¢s h¨¢biles en la actual escena brit¨¢nica, era sibilino en su respuesta. ?l nunca ¡°oy¨®¡± esas palabras, pero varios otros s¨ª.
El Daily Mail, el periodista Robert Peston en el semanario The Spectator y hasta la propia BBC ignoraban el desmentido del Gobierno y sosten¨ªan la versi¨®n que, al menos tres testigos an¨®nimos de la discusi¨®n, han confirmado. Ocurri¨® a finales de octubre pasado, cuando Downing Street comenzaba a comprobar con dolor que su gesti¨®n de la pandemia hab¨ªa sido err¨¢tica y los datos forzaban un nuevo endurecimiento de las restricciones sociales. En su momento se inform¨® del choque entre Johnson, que ve¨ªa desmigajarse la econom¨ªa brit¨¢nica, y varios de sus ministros que reclamaban medidas m¨¢s duras para frenar el virus.
¡°Me ha generado mucha preocupaci¨®n la noticia. Y en los primeros en que he pensado ha sido en las familias que perdieron a alg¨²n miembro durante la pandemia¡±, dijo Keir Starmer, el l¨ªder del partido laborista. ¡°No s¨¦ si ser¨¢ cierto o no, pero creo que el primer ministro debe aclararlo p¨²blicamente¡±, a?adi¨®. La oposici¨®n no ha querido impulsar m¨¢s all¨¢ este asunto, consciente de que el exabrupto del primer ministro, cierto o no, sirve por s¨ª solo para deteriorar a¨²n m¨¢s la imagen del pol¨ªtico. Starmer ha preferido encauzar sus fuerzas hacia otra filtraci¨®n con posibles derivadas legales m¨¢s comprometedoras. El que fuera ide¨®logo del Brexit y m¨¢ximo asesor de Johnson, Dominic Cummings, declar¨® formalmente la guerra el pasado viernes a su exjefe en un comunicado p¨²blico. Entre otras cosas, aseguraba en ese texto que aconsej¨® a Johnson que no siguiera adelante con la idea de volver a decorar su residencia privada de Downing Street con la ayuda de donaciones an¨®nimas. Ser¨ªa ¡°algo est¨²pido y probablemente ilegal¡±, le advirti¨®.
Los medios presentaron el episodio como un empe?o personal de la pareja del primer ministro, Carrie Symonds, cuya guerra personal contra Cummings fue un factor determinante para que el asesor abandonara el Gobierno. El equipo de Johnson se ha apresurado a afirmar que el pol¨ªtico acab¨® pagando de su propio bolsillo los m¨¢s de 66.000 euros que cost¨® la renovaci¨®n del apartamento. Tampoco ha logrado zanjar con su desmentido esta pol¨¦mica, porque parece claro que el dinero lleg¨® a trav¨¦s de las donaciones recaudadas por el Partido Conservador y que fue solo despu¨¦s, ante la magnitud del esc¨¢ndalo, que Johnson decidi¨® rascarse el bolsillo y devolver la cantidad al partido.
Downing Street se prepara para hacer frente durante las pr¨®ximas semanas a una monta?a rusa. Cummings, conocedor de todos los secretos del primer a?o de mandato de Johnson, se ha mostrado dispuesto a responder sin ambages a las preguntas de los diputados cuando comparezca el mes que viene ante el Parlamento.
Cameron y Dyson: la sombra del favoritismo
Al caudal de filtraciones sobre la dudosa gesti¨®n de la pandemia se han sumado las que apuntan a un Gobierno conservador guiado por el favoritismo. Los mensajes del ex primer ministro David Cameron a diversos ministros en busca de ayuda econ¨®mica para la financiera quebrada Greensill se han juntado con los que el propio Johnson se intercambi¨® con el empresario James Dyson, en los que le promet¨ªa un trato de favor fiscal al principio de la pandemia. El ex abogado general del Estado, el conservador Dominique Grieve, estall¨® el s¨¢bado y denunci¨® un ¡°vac¨ªo de integridad¡± en Downing Street.
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