La marihuana ¡®gourmet¡¯ colombiana se impone a la paraguaya entre las clases altas de Brasil
El grupo criminal brasile?o PCC abre una ruta para la ¡®creepy¡¯, m¨¢s cara pero m¨¢s fuerte que su competencia. Las incautaciones, antes inexistentes, se han disparado
Hay una novedad en el mercado brasile?o de drogas il¨ªcitas que progresivamente va ganando espacio entre los traficantes y los consumidores de todo el pa¨ªs. Se trata de la marihuana colombiana. Conocida como ¡°colombia¡±, ¡°colombinha¡±, ¡°colom¡±, ¡°cripa¡± o ¡°creepy¡±, seg¨²n la regi¨®n, la droga, que procede en su mayor¨ªa de ¨¢reas controladas por grupos armados que operan en el corredor del Pac¨ªfico del pa¨ªs vecino, tiene un aspecto diferente, es de mejor calidad, m¨¢s fuerte y m¨¢s cara que la marihuana paraguaya que tradicionalmente abastece a la mayor parte del gigante sudamericano. Mientras que un gramo de marihuana paraguaya en S?o Paulo cuesta unos cinco reales (un d¨®lar), la colombiana cuesta entre 20 y 30 reales (entre cuatro y seis d¨®lares) por gramo, seg¨²n una investigaci¨®n realizada por EL PA?S entre consumidores, traficantes y la Polic¨ªa Federal. El producto ha atra¨ªdo la atenci¨®n de los proveedores ¡ªcada vez es m¨¢s frecuente que ofrezcan los dos tipos de marihuana paralelamente¡ª y de los consumidores ¡ªpor su mayor pureza y unos efectos m¨¢s potentes¡ª.
Este inter¨¦s en el mercado nacional se refleja en las incautaciones de marihuana colombiana que ha realizado la Polic¨ªa Federal en los ¨²ltimos a?os. Seg¨²n la in¨¦dita serie hist¨®rica de 26 a?os a la que ha tenido acceso EL PA?S, entre 1995 y 2014 pr¨¢cticamente no hubo decomisos de marihuana en la frontera y en las rutas fluviales que utilizaban las facciones criminales como el Primer Comando de la Capital (PCC) y el Comando Vermelho (CV) para llevar coca¨ªna de Colombia a Brasil a trav¨¦s del Amazonas. Sin embargo, en 2014, la Polic¨ªa Federal incaut¨® la primera tonelada de marihuana colombiana que lleg¨® por esa ruta. Los 1.342 kilos eran casi 10 veces m¨¢s que los 143 kilos que se hab¨ªan incautado el a?o anterior, en 2013. Desde 2014, no se ha vuelto a confiscar menos de una tonelada anual por esa ruta. En 2018, las incautaciones alcanzaron casi 10 toneladas (9.420 kilogramos), el r¨¦cord hasta ahora. En 2020, en plena pandemia, los decomisos llegaron a casi dos toneladas, seg¨²n la Polic¨ªa Federal. No es mucho comparado con la cantidad de marihuana que viene de Paraguay, pero crece de manera agresiva.
¡°Recuerdo la primera vez que fui a comprar mar¨ªa y el traficante ten¨ªa de la colombiana, fue en 2017¡±, cuenta Alonso* (todos los nombres de traficantes y consumidores utilizados en este reportaje son ficticios), un profesor de Educaci¨®n F¨ªsica de 32 a?os que trabaja como entrenador personal en S?o Paulo. ¡°El olor me pareci¨® bueno, mucho mejor que el de la mar¨ªa tradicional, y me llev¨¦ un gramo para probarla. Me encant¨® y hoy confieso que ya no fumo mar¨ªa prensada¡±, afirma Alonso, que consume la droga para relajarse despu¨¦s de los entrenamientos intensos. Seg¨²n ¨¦l, a pesar de ser m¨¢s cara, la colombiana es mucho m¨¢s fuerte y ahora se consigue en los mismos ¡®camellos¡¯ [vendedores] que la paraguaya.
Un traficante que trabaja en un barrio de clase media de la zona sur de S?o Paulo compra los dos tipos de marihuana a los mismos proveedores, traficantes m¨¢s grandes que ¨¦l. Dice que en la ciudad de S?o Paulo solo hay una forma de que un nuevo producto aparezca en el mercado de esta manera y que pase a formar parte del suministro habitual de la ciudad. ¡°Es la facci¨®n, seguro¡±, dice refiri¨¦ndose al PCC. ¡°Aunque haya diferentes bandas traficando, ellos como m¨ªnimo lo autorizan¡±, cree.
El traficante tambi¨¦n vende marihuana ecol¨®gica seleccionada por cruces de especies del tipo ¡°skunk¡±, similar a la que se vende legalmente en Holanda y Estados Unidos, aunque producida en S?o Paulo por un traficante amigo. ¡°La colombiana est¨¢ entre la ¡®skunk¡¯ y la prensada en t¨¦rminos de calidad y precio¡±, afirma.
Alto valor a?adido
¡°Es una marihuana enriquecida, con alto contenido de THC, su producci¨®n es diferente, su transporte es diferente¡±, declara el comisario Elvis Secco, director de la Coordinaci¨®n de Represi¨®n de Drogas, Armas y Facciones Criminales de la Polic¨ªa Federal. ¡°No necesitan transportar grandes cargamentos, no tenemos constancia de una sola incautaci¨®n con cinco toneladas de creepy [la marihuana colombiana], por ejemplo, porque tiene un valor alto, por lo que compensa el transporte de vol¨²menes m¨¢s peque?os, lo cual tambi¨¦n dificulta las incautaciones¡±, afirma el polic¨ªa. ¡°Para traficar con esta marihuana desde Colombia hasta Brasil est¨¢n utilizando la ruta del norte del pa¨ªs, que pasa principalmente por el Amazonas y sus afluentes¡±, afirma.
Secco explica que las grandes facciones criminales y las bandas m¨¢s peque?as utilizan las mismas rutas fluviales amaz¨®nicas, barcos, personal e infraestructura que utilizan para traer coca¨ªna, que es el principal negocio. ¡°Esta droga especial viene en la ruta que se utiliza para el tr¨¢fico de coca¨ªna. Es muy com¨²n que los mismos traficantes de coca¨ªna trafiquen con marihuana colombiana, algo que no ocurre con la marihuana paraguaya. Quienes se especializan en el tr¨¢fico de marihuana paraguaya no tienen log¨ªstica para la coca¨ªna y viceversa¡±.
¡°Es necesario que profundicemos en este asunto de la marihuana colombiana. Hemos solicitado a nuestro agregado en la embajada en Colombia que nos traiga m¨¢s informaci¨®n sobre este fen¨®meno en el lado colombiano¡±, dice el comisario. ¡°No s¨¦ c¨®mo se hace all¨ª el control de la producci¨®n, necesitamos m¨¢s informaci¨®n. ?Las plantaciones est¨¢n autorizadas o son ilegales? ?Qu¨¦ est¨¢ haciendo Colombia para combatir este tr¨¢fico en su lado de la frontera? No sabemos nada de eso¡±.
En la otra orilla de los r¨ªos
A principios de marzo, las tropas del Ej¨¦rcito colombiano realizaron lo que describieron como ¡°la mayor incautaci¨®n de marihuana que hasta el momento se haya realizado en la regi¨®n amaz¨®nica¡±. El cargamento de 75 sacos de creepy, de unas 3,5 toneladas, se transportaba en dos embarcaciones por el r¨ªo Yar¨ª, entre los departamentos de Caquet¨¢ y Amazonas ¡ªfronterizo con Brasil¡ª, y pertenec¨ªa a una de las disidencias de la extinta guerrilla de las FARC que se apartaron del proceso de paz. Como la mayor parte de la marihuana creepy, proven¨ªa del departamento del Cauca, una regi¨®n devastada por la violencia de varios actores armados que operan en el Corredor del Pac¨ªfico. El destino del cargamento, valorado por las autoridades en aproximadamente 1,7 millones de d¨®lares, era Brasil, donde entrar¨ªa a trav¨¦s de una intrincada red fluvial.
Esas cepas tambi¨¦n son conocidas en Colombia como marihuana de alto octanaje, por sus altas concentraciones de THC, la principal sustancia activa de la planta. Hace unos cinco a?os, empezaron a llegar relatos del lado colombiano de la frontera sobre la existencia de sofisticados invernaderos que se utilizaban para cultivar creepy y que iluminaban las monta?as del Cauca por la noche. Los cultivadores utilizan las luces para acelerar el crecimiento. El ¡°tri¨¢ngulo dorado¡±, que comprende los municipios de Miranda, Caloto y Corinto, ha llegado a concentrar la producci¨®n del 60% de la marihuana ilegal que se cultiva en Colombia. A mediados de 2019, la regi¨®n llam¨® la atenci¨®n de todo el pa¨ªs cuando las autoridades utilizaron una estrategia muy criticada para combatir las plantaciones ilegales: cortar la electricidad a estas poblaciones. Pero no se logr¨® romper una cadena productiva que prospera a la sombra del tr¨¢fico de coca¨ªna.
Actualmente Colombia es, por mucho, el principal productor mundial de hoja de coca, la materia prima de la coca¨ªna, con 154.000 hect¨¢reas cultivadas a finales de 2019, seg¨²n las ¨²ltimas informaciones anuales disponibles del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Il¨ªcitos de las Naciones Unidas. ¡°El peso de la marihuana creepy en el narcotr¨¢fico es relativo. No tenemos mediciones satelitales de producci¨®n de marihuana, sabemos muy poco del ¨¢rea y del tama?o, pero comparadas con las hect¨¢reas de hoja de coca es una econom¨ªa marginal¡±, se?ala Daniel Rico, de C-An¨¢lisis, una empresa de criminolog¨ªa aplicada. ¡°La marihuana no requiere tantos intermediarios, no es una cadena log¨ªstica tan larga, no requiere tantos insumos y tantos precursores, el proceso es mucho m¨¢s sencillo. Aunque el precio es menor, la rentabilidad es mayor¡±, detalla este experto. ¡°Para el Gobierno de Estados Unidos, que pone los recursos y buena parte de las prioridades de la agenda antinarc¨®ticos, la marihuana creepy no es un problema porque no les est¨¢ llegando¡±, y eso explica que sea blanco de menos operativos, concluye.
Sin embargo, su cultivo se mantiene como una fuente considerable de ingresos para grupos ilegales como las disidencias de las FARC, explica Jeremy McDermott, director ejecutivo de InSight Crime, que ha realizado varias investigaciones al respecto. Adem¨¢s de abastecer el mercado interno, tambi¨¦n se exporta a diversos lugares. ¡°Hemos encontrado creepy en Chile, Ecuador, Per¨², Venezuela, Brasil e incluso en Trinidad y Tobago. Obviamente ya hay un sistema de exportaci¨®n bien establecido¡±, explica a EL PA?S. Es mucho m¨¢s pesada que la coca, por lo que no es f¨¢cil de esconder ni de transportar. Los grandes cargamentos usan las rutas de la coca ya establecidas ¡ªmuchas a trav¨¦s de puertos del Pac¨ªfico¡ª, pero buena parte de la que va al gigante sudamericano lo hace a trav¨¦s de la regi¨®n amaz¨®nica. Para sacarla hasta Brasil hace falta la ayuda de las disidencias lideradas por Gentil Duarte, un antiguo mando de las FARC, pues ellos controlan los r¨ªos desde los llanos hac¨ªa el sur del pa¨ªs. A trav¨¦s de estos corredores fluviales se transporta tanto la pasta base de la coca¨ªna como paquetes de marihuana.
Rutas del tr¨¢fico
Seg¨²n la Polic¨ªa Federal, la marihuana colombiana entra en Brasil a trav¨¦s de otras rutas utilizadas por los narcotraficantes para traer la coca¨ªna. Una sale de Colombia, pasa por Venezuela y entra en Brasil por la frontera con el estado de Roraima. Otra baja hacia Per¨² y Bolivia y entra en territorio brasile?o por los estados de Acre, Mato Grosso y Mato Grosso del Sur. Desde all¨ª, la distribuyen a nivel nacional bandas asociadas a diversas facciones criminales, principalmente el PCC, que domina el tr¨¢fico de drogas en S?o Paulo, el principal mercado de consumo nacional, y el Comando Vermelho, predominante en R¨ªo de Janeiro (el segundo mercado de drogas del pa¨ªs).
En 2014, el PCC comenz¨® su expansi¨®n por todo el pa¨ªs. Tras consolidar toda la ruta de distribuci¨®n de coca¨ªna hacia Europa y ?frica desde el puerto de Santos, la facci¨®n se hace hegem¨®nica en lugares clave de las fronteras con Paraguay y Bolivia, por donde llegan la marihuana y la coca¨ªna producidas en los dos pa¨ªses, respectivamente. En 2016 el PCC rompe una alianza de al menos quince a?os con el CV, con quien empieza a disputarse el territorio. Tras una serie de masacres en las c¨¢rceles de las regiones del norte y del nordeste de Brasil que dejaron decenas de muertos, por la guerra entre facciones provocada por la expansi¨®n del PCC en estas regiones, la situaci¨®n se calm¨® un poco a partir de 2019.
Seg¨²n el director de la Coordinaci¨®n de Represi¨®n de Drogas, Armas y Facciones Criminales de la Polic¨ªa Federal, desde hace al menos dos a?os existe una especie de acuerdo de paz o tregua entre el PCC y otras facciones que operan en la regi¨®n norte, como la Familia del Norte (FDN) y el Comando Vermelho. ¡°Hubo una gran expansi¨®n del PCC, que logr¨® establecerse en la regi¨®n norte y en casi todo el pa¨ªs, y hoy tiene m¨¢s influencia que las otras facciones¡±, informa el comisario Secco. ¡°El CV tambi¨¦n opera en la ruta de la Amazonia, al igual que varias facciones regionales con las que las dos grandes tienen alianzas¡±, afirma. El periodo coincide con el inicio de la llegada de la marihuana colombiana a Brasil en grandes cantidades.
En la pr¨¢ctica, la abundante producci¨®n en el pa¨ªs vecino, unida a la red de distribuci¨®n y a la amplia aceptaci¨®n en el mercado de consumo brasile?o, ha consolidado la ¡°colombinha¡± como otro producto rentable para los narcotraficantes de los dos pa¨ªses.
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