Las diferencias internas en el Gobierno argentino alejan un acuerdo con el FMI

El presidente argentino, Alberto Fern¨¢ndez, y su ministro de Econom¨ªa, Mart¨ªn Guzm¨¢n, han realizado esta semana una r¨¢pida gira por Lisboa, Madrid, Par¨ªs y Roma. Han obtenido palabras de apoyo por parte de los gobiernos y tambi¨¦n del Fondo Monetario Internacional y el Club de Par¨ªs, las instituciones acreedoras con las que necesita urgentemente renegociar sus deudas. Pero un posible acuerdo parece cada vez m¨¢s lejano: las profundas divisiones internas en el gobierno de Buenos Aires impiden presentar una propuesta concreta. La inflaci¨®n, entretanto, sigue desbocada.

El trabajo del ministro Guzm¨¢n se asemeja al de S¨ªsifo en la mitolog¨ªa griega: empuja cuesta arriba la piedra del saneamiento econ¨®mico y, antes de llegar a la cima, ve c¨®mo la piedra vuelve a rodar ladera abajo. El mismo d¨ªa en que se reuni¨® en Roma con altos funcionarios del FMI, y unas horas antes de que Alberto Fern¨¢ndez y la directora de la instituci¨®n, Kristalina Giorgieva, hablaran cara a cara por primera vez, la mayor¨ªa kirchnerista en el Senado aprob¨® una resoluci¨®n que desautorizaba un elemento esencial en la estrategia de Guzm¨¢n para renegociar la deuda.

El ministro de Econom¨ªa decidi¨® utilizar los 4.350 millones de d¨®lares que Argentina recibir¨¢ este a?o del FMI, por la ampliaci¨®n de capital del organismo, a seguir pagando cuotas de la deuda y evitar el ¡°default¡±. En 2021, a Argentina le corresponde devolver 3.800 millones de d¨®lares en capital y 1.300 millones en intereses. Guzm¨¢n quiere demostrar que el gobierno argentino respeta sus compromisos. Pero el Senado, dirigido por la vicepresidenta y ex presidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, apuesta por otra estrategia. El jueves aprob¨® una resoluci¨®n no vinculante en la que se exige al gobierno que destine los 4.350 millones a ¡°paliar la pandemia¡±, no a pagar deuda.

Los portavoces de la vicepresidenta aseguran que la resoluci¨®n no va dirigida al Gobierno, al que dicen respaldar, sino al FMI. Nadie lo ha interpretado as¨ª, ni en el Fondo ni en los mercados financieros: pese al fuerte aumento en el precio de la soja, la principal exportaci¨®n argentina, que ha superado los 600 d¨®lares por tonelada y promete elevar sustancialmente los ingresos de d¨®lares en las arcas p¨²blicas, el riesgo-pa¨ªs sigue subiendo y supera ya los 1.600 puntos. Eso significa que los compradores de bonos argentinos exigen unos intereses 16 puntos por encima de los que rigen en Estados Unidos, para compensar el alto riesgo de impago. Ahora mismo, Argentina paga intereses de casi el 20% por sus bonos bajo legislaci¨®n extranjera.

El encuentro entre Alberto Fern¨¢ndez y Kristalina Georgieva en Roma dur¨® casi dos horas y fue definido como ¡°positivo¡±. La directora de la instituci¨®n multilateral explic¨® que ambos se hab¨ªan comprometido a ¡°seguir trabajando juntos en un programa respaldado por el FMI que puede ayudar a Argentina¡±. La palabra clave en la frase es ¡°programa¡±. Ese programa, de momento, no existe porque la vicepresidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner y sus fieles se niegan a aceptar un acuerdo, con sus inevitables condiciones de ajuste fiscal y control por parte de los inspectores del Fondo (los llamados ¡°hombres de negro¡±), antes de las elecciones parlamentarias previstas para noviembre.

Las diferencias entre lo que Guzm¨¢n y Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner quieren conseguir del FMI son profundas. El ministro aspira a que se rebajen los intereses de la deuda (ahora del 3%) y a que el plazo de repago se ampl¨ªe de tres a diez a?os. La vicepresidenta cree que diez a?os son pocos y exige m¨¢s, hasta 20, lo que requerir¨ªa cambiar los estatutos del FMI previo acuerdo de todos sus socios: algo pr¨¢cticamente imposible.

El kirchnerismo quiere despejar la deuda hacia un futuro lejano y ganar votos con gasto en las elecciones de noviembre. Semanas atr¨¢s, el bando de la vicepresidenta desautoriz¨® a Guzm¨¢n (y de rebote al presidente) impidiendo el cese del subsecretario de Energ¨ªa, el kirchnerista Federico Basualdo, a quien el ministro quer¨ªa echar por negarse a reducir las subvenciones en las tarifas de gas y electricidad. Los peones de la vicepresidenta, como Axel Kicillof, ex ministro de Econom¨ªa y actual gobernador provincial de Buenos Aires, quieren mantener las subvenciones e incluso aumentarlas en las zonas m¨¢s pobres. A ese gasto p¨²blico se a?adi¨® esta semana la creaci¨®n de un fondo extraordinario de 180.000 millones de pesos (casi 1.800 millones de d¨®lares al cambio oficial) destinado a combatir los da?os causados por la pandemia en la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable. Casi el 45% de los argentinos viven en la pobreza.

Inflaci¨®n en alza

Guzm¨¢n solo puede sufragar esos gastos emitiendo bonos de inter¨¦s elevado (el mencionado 20%), imprimiendo papel moneda y alejando el objetivo de reducir el d¨¦ficit presupuestario. Todo ello contribuye a alimentar la inflaci¨®n, que en abril subi¨® el 4,1%. En los cuatro primeros meses de 2021, los precios han aumentado el 17,6%, lo que hace imposible lograr el objetivo del 29% anual fijado en los presupuestos. Los analistas estiman que este a?o quedar¨¢ en torno al 45%. La inflaci¨®n encarece la vida y reduce los salarios reales. Se estima que el poder adquisitivo de los argentinos ha ca¨ªdo ya casi un 20% en lo que va de a?o.

En estos momentos, la m¨¢xima urgencia para el presidente Fern¨¢ndez y el ministro Guzm¨¢n consiste en lograr que se aplace el pago de su deuda con el Club de Par¨ªs. Son 2.400 millones de d¨®lares y vencen a final de este mes. Un ¡°default¡± con esa instituci¨®n multilateral a?adir¨ªa otra dificultad a la renegociaci¨®n con el FMI. El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, con mucho peso en el Club de Par¨ªs, dijo respaldar a Argentina, pero le dej¨® claro a Fern¨¢ndez que para llegar a un acuerdo con dicha instituci¨®n hac¨ªa falta un acuerdo previo con el FMI. La ¨²nica opci¨®n para el gobierno argentino parece consistir en que le permitan demorarlo todo hasta despu¨¦s de las elecciones. Y despu¨¦s ya se ver¨¢.

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