Muere Jes¨²s Santrich, guerrillero disidente de las FARC, en un ataque
El excomandante de la guerrilla estaba pr¨®fugo desde hace dos a?os y Colombia ofrec¨ªa una recompensa de 620.000 d¨®lares por su captura
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El guerrillero disidente de las FARC Jes¨²s Santrich ha muerto este martes, seg¨²n ha confirmado la facci¨®n disidente de la extinta guerrilla en un comunicado. El Gobierno de Colombia dijo que sus servicios de inteligencia ten¨ªan indicios de que Santrich, de 53 a?os, hab¨ªa muerto en un intercambio de disparos, pero que tratar¨ªa de verificarlo. ¡°Informaci¨®n de inteligencia se?ala que en presuntos enfrentamientos ocurridos ayer en Venezuela habr¨ªa muerto alias ¡°Santrich¡± y otros delincuentes¡±, tuite¨® este martes el ministro de Defensa, Diego Molano.
El disidente de las FARC, una de las piezas clave en el proceso de negociaci¨®n de La Habana entre el anterior Gobierno y la antigua guerrilla, permanec¨ªa escondido en Venezuela porque Estados Unidos le reclamaba por conspirar para exportar 10 toneladas de coca¨ªna. Su fuga en 2019, cuando acababa de tomar posesi¨®n como congresista, puso en cuesti¨®n el proceso de paz entre el Gobierno y las FARC que desmoviliz¨® a 13.000 combatientes.
Este es el golpe m¨¢s importante hasta ahora contra la disidencia de la que fue la guerrilla m¨¢s poderosa de Latinoam¨¦rica. Santrich se uni¨® hace dos a?os a otro guerrillero, Iv¨¢n M¨¢rquez, jefe negociador de las FARC en La Habana, para continuar levantado en armas contra el Gobierno colombiano, en lo que ambos denominaron la Nueva Marquetalia. Discrepaban del proceso de paz al que se hab¨ªa atenido el grueso de la comandancia de las FARC, encabezada por su l¨ªder, Rodrigo Londo?o, alias Timochenko. Su vida en clandestinidad estaba siendo muy agitada. Las disidencias libran desde hace dos meses un combate en territorio venezolano contra el ej¨¦rcito de ese pa¨ªs a orillas del r¨ªo Arauca, en la frontera entre Colombia y Venezuela. Es la mayor operaci¨®n militar lanzada por Caracas en d¨¦cadas. El ministro de defensa venezolano, Vladimir Padrino, denunci¨® la semana pasada que ocho de sus militares han sido secuestrados por los insurrectos.
A diferencia de Santrich, Londo?o opt¨® por dejar las armas y ahora encabeza un partido pol¨ªtico, Comunes. ¡°Sinceramente me da pesar que haya terminado as¨ª, independientemente de que nos traicion¨® cuando nos la jugamos por la paz. Si no lo hubiera hecho de seguro podr¨ªa haber contribuido mucho, pero su locura lo llev¨® a terminar as¨ª¡±, dijo en declaraciones a este peri¨®dico.
El nombre de Santrich era Seuxis Paucias Hern¨¢ndez Solarte. Jes¨²s Santrich era el alias que us¨®, cuando se incorpor¨® a la guerrilla, en memoria de un compa?ero de universidad asesinado. Y con ese nombre ha muerto, ya que nunca regres¨® del todo a la vida civil. Uno de sus momentos m¨¢s controvertidos ocurri¨® en 2012, cuando se comenzaba a instalar la mesa de negociaci¨®n y le preguntaron si las FARC estaban dispuestas a pedir perd¨®n a las v¨ªctimas, Santrich respondi¨®: ¡°Quiz¨¢s, quiz¨¢s, quiz¨¢s¡±. A?os despu¨¦s se disculp¨® por esas palabras.
Sus ¨²ltimos a?os de vida resumen la enorme complejidad que ha supuesto la b¨²squeda de la paz en Colombia tras medio siglo de guerra. Santrich, un guerrillero casi ciego que se guiaba con un bast¨®n, particip¨® en las negociaciones de La Habana. All¨ª fue un quebradero de cabeza para la delegaci¨®n del Gobierno por su dogmatismo y poca flexibilidad. ?l era uno de los encargados de redactar no solo los comunicados conjuntos, sino el acuerdo en s¨ª, midiendo al mil¨ªmetro cada palabra. Su actitud contrastaba con la de otros comandantes de las FARC dispuestos a regresar a la vida civil tras d¨¦cadas en la selva combatiendo al ej¨¦rcito colombiano. Se financiaban con secuestros y extorsiones a campesinos y empresarios de la zona. Antes de que echara a andar la implementaci¨®n de los acuerdos, Santrich fue detenido por tr¨¢fico de droga y encerrado en una c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad en Bogot¨¢. En mayo de 2019, la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), el tribunal encargado de juzgar los cr¨ªmenes del conflicto armado, dispuso su liberaci¨®n y aplic¨® una garant¨ªa de no extradici¨®n a Estados Unidos, como contemplan los acuerdos de paz.
La liberaci¨®n de Santrich provoc¨® un terremoto pol¨ªtico. El ala m¨¢s radical de la derecha, encabezada por el expresidente ?lvaro Uribe, crey¨® ver en este gesto la prueba de que el Estado se rend¨ªa ante las FARC. Ese fue siempre su principal argumento de oposici¨®n al proceso de paz. Dimiti¨® el fiscal general de entonces y la primera ministra de Justicia del presidente Iv¨¢n Duque, que hered¨® la tarea de implementar un proceso, iniciado por el expresidente Juan Manuel Santos, en el que muchos de su partido no creen. Finalmente, Santrich podr¨ªa haber afrontado los cargos en su contra como congresista. Su llegada a la c¨¢mara de representantes calde¨® el ambiente y Santrich, a los pocos d¨ªas, se fug¨®. Opt¨® por volver a las armas, la clandestinidad, la selva, y se uni¨® a Iv¨¢n M¨¢rquez, otro negociador jefe que no se reintegr¨® en la sociedad.
Poco despu¨¦s, los dos aparecieron en un v¨ªdeo rodeados de hombres armados. Santrich llevaba sus caracter¨ªsticas gafas negras y un pa?uelo palestino. ¡°Nunca fuimos vencidos ni derrotados ideol¨®gicamente. Por eso, la lucha contin¨²a. La historia registrar¨¢ en sus p¨¢ginas que fuimos obligados a retomar las armas¡±, dec¨ªa M¨¢rquez.
Desde entonces, el Gobierno ofrec¨ªa una recompensa de 620.000 d¨®lares por informaci¨®n que condujera a la captura de Santrich. La Corte Suprema hab¨ªa autorizado esta semana su extradici¨®n en caso de que lo atraparan. No ocurrir¨¢. Jes¨²s Santrich encontr¨® la muerte despu¨¦s de haberse negado a ser, de nuevo, Seuxis Paucias Hern¨¢ndez Solarte.
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