Ramona Dom¨ªnguez, la ¨²ltima v¨ªctima del horror nazi de Oradour

Ramona Dom¨ªnguez Gil ya est¨¢ con los suyos. La exiliada republicana cuyo rastro estuvo perdido m¨¢s de siete d¨¦cadas ha sido oficialmente reconocida este martes como la v¨ªctima 643 de la matanza de civiles que las tropas nazis perpetraron en la localidad francesa de Oradour-sur-Glane el 10 de junio de 1944. En v¨ªsperas del 77? aniversario de uno de los episodios m¨¢s siniestros de la ocupaci¨®n nazi en Francia, el nombre de Ramona, cuya identidad descubri¨® un profesor catal¨¢n aficionado a la historia que alert¨® a las autoridades locales de la existencia de una v¨ªctima espa?ola m¨¢s ¡ªen total fallecieron 19 espa?oles en Oradour, 11 de ellos ni?os¡ª, ha sido incluido, este martes, en las placas conmemorativas del ¡°pueblo m¨¢rtir¡± cuyas ruinas calcinadas el general Charles de Gaulle orden¨® no reconstruir para ¡°conservar el recuerdo, para que nunca m¨¢s se produzca una desgracia semejante¡±.

Fotogaler¨ªa: Un pueblo congelado en el horror

¡°Se llamaba Ramona Dom¨ªnguez Gil, ten¨ªa 73 a?os y hab¨ªa huido del franquismo con los suyos, como tantos otros espa?oles que intentaron, arriesgando sus vidas, combatir la opresi¨®n. Encontr¨® refugio aqu¨ª, en Oradour (¡­) y muri¨® aqu¨ª, en Oradour, con los suyos, v¨ªctima de la furia loca, de la ignominia de los hombres, v¨ªctima del mayor ultraje de la humanidad y de los valores de la rep¨²blica¡±, dijo el presidente del consejo departamental de Haute-Vienne, Jean-Claude Leblois, en la ceremonia en la que fue incorporada la foto de Dom¨ªnguez a la Galer¨ªa de los Retratos del Centro de la Memoria de Oradour.

¡°Madame, su recuerdo ya no se borrar¨¢¡±, prometi¨® ante representantes locales y del c¨®nsul general espa?ol en Burdeos, Rafael Tormo P¨¦rez, que deposit¨® una corona de flores ante el memorial a las v¨ªctimas del cementerio de Oradour, hermanado desde 2017 con el pueblo espa?ol de Belchite.

El gran ausente al acto fue, parad¨®jicamente, el principal responsable de que Ramona haya sido reconocida: David Ferrer Revull. Este profesor de Ingl¨¦s de Sabadell, de 51 a?os, ha sido el que, mediante una exhaustiva investigaci¨®n, motivada ¨²nicamente por un gusto por la historia y un deseo de que no se perdiera la memoria del exilio republicano, especialmente en el episodio tan olvidado de Oradour, descubri¨® no solamente que muchos de los espa?oles reconocidos como v¨ªctimas de la matanza nazi estaban mal identificados ¡ªapellidos confundidos o mal escritos, igual que fechas de nacimiento u otros datos incorrectos¡ª, sino que en los registros franceses faltaba una v¨ªctima, Ramona Dom¨ªnguez.

Para Ferrer, que no pudo acudir a Oradour por motivos de trabajo, con esta ceremonia ¡°las autoridades francesas muestran una voluntad manifiesta de poner a Ramona en el lugar de la historia que le corresponde¡±, dice por tel¨¦fono. Supone tambi¨¦n una ¡°voluntad de homenajear a las v¨ªctimas del fascismo, tengan la procedencia que tengan¡±, algo que dice que falta todav¨ªa en Espa?a, pa¨ªs de origen de Ramona y sus compatriotas fallecidos en Oradour, aunque empieza a haber algunos gestos, como la inauguraci¨®n este jueves en Barber¨¤ del Vall¨¨s (Barcelona) de unos jardines dedicados a las hermanas Angelina y Emilia Masachs, dos de las v¨ªctimas espa?olas m¨¢s j¨®venes de Oradour (7 y 11 a?os).

Una matanza hasta hoy incomprensible

La pesadilla de Oradour sorprendi¨® a los espa?oles como Ramona, una aragonesa asentada en Catalu?a, en el que quiz¨¢s fuera el primer momento de esperanza y tranquilidad tras largos a?os de guerra, primero en su pa¨ªs y luego en la Francia que los acogi¨® ¡ªno en las mejores condiciones en muchos casos¡ª tras la victoria del franquismo. Cuatro d¨ªas antes del fat¨ªdico 10 de junio, se hab¨ªa producido el desembarco de Normand¨ªa, que abri¨® la esperanza de que la pesadilla de la guerra estaba por fin a punto de terminar. Con lo que no contaban los habitantes de Oradour, entonces una pr¨®spera poblaci¨®n de 1.574 habitantes cercana a Limoges, era con la furia que la amenaza de derrota llev¨® a las tropas nazis enviadas como refuerzo al frente normando a realizar una ¡°acci¨®n ejemplarizante¡± a su paso ¡ªy Oradour les quedaba de camino¡ª para que los franceses no se envalentonaran con las noticias de la llegada de las fuerzas aliadas.

En junio de 1944, Ramona llevaba ya cuatro a?os viviendo en Oradour, adonde hab¨ªa llegado siguiendo a su hijo, Joan T¨¦llez Dom¨ªnguez, un anarcosindicalista de Barcelona que, ante el avance de las tropas franquistas sobre Catalu?a, emprendi¨® la huida a Francia en febrero de 1939, durante la Retirada, junto a su madre y su mujer, Marina Dom¨¨nech, as¨ª como con los dos hijos de la pareja, Miquel y Harmonia. El ¨²ltimo miembro de la familia T¨¦llez Dom¨¨nech, Llibert, naci¨® en el hospital de Limoges del que depend¨ªa la vecina Oradour, en 1942.

Todos perdieron la vida el 10 de junio de 1944, cuando llegaron a Oradour los soldados de las tres secciones de la tercera compa?¨ªa del regimiento blindado Der F¨¹hrer de la divisi¨®n Waffen SS Das Reich. R¨¢pidamente, los efectivos nazis cercaron el pueblo y separaron a los hombres de las mujeres y los ni?os, que obligaron a entrar en la iglesia. Mientras los hombres eran ametrallados en varias partes de Oradour, en cuyas ruinas se multiplican las placas recordando los lugares de las ejecuciones, las mujeres y ni?os sufr¨ªan un destino m¨¢s horrible si cabe a¨²n, ya que la iglesia fue incendiada con las puertas cerradas. Quienes no murieron asfixiados o quemados, lo hicieron abatidos por las balas de los soldados apostados fuera. Se salvaron apenas un pu?ado de habitantes. De ellos, solo Robert H¨¦bras, que ten¨ªa 19 a?os el d¨ªa de la matanza, sigue vivo. Este martes, asisti¨® emocionado a una ceremonia que ¡°significa que la memoria existe¡±, celebr¨®.

El saldo siniestro de esa jornada fat¨ªdica fue, durante d¨¦cadas, de 642 v¨ªctimas, recordadas cada a?o, el 10 de junio, en una ceremonia. La pr¨®xima conmemoraci¨®n ya honrar¨¢ a los 643 muertos, tras la inclusi¨®n de Ramona Dom¨ªnguez por el trabajo casi detectivesco de Ferrer Revull. Gracias a ¨¦l, los espa?oles de Oradour ¡°ya no son an¨®nimos¡±, dice Amada Pedrola Rosseaud, vicepresidenta del Ateneo Republicano de Limoges.

¡°Ramona ha permitido que se conozca a los otros¡±, reflexiona Ferrer Revull. ¡°De ser la desconocida, la que no figuraba en las listas, ha sido la que pone un poco de luz sobre todos los dem¨¢s¡±, insiste.