El Estado Isl¨¢mico se atribuye el asesinato a sangre fr¨ªa de 10 desactivadores de minas en Afganist¨¢n
El Gobierno de Kabul hab¨ªa acusado a los talibanes, pero la guerrilla desminti¨® su implicaci¨®n y Halo Trust, la organizaci¨®n atacada, dijo que estos les ayudaron a repeler a los asaltantes
El Estado Isl¨¢mico se ha atribuido este mi¨¦rcoles el asalto la v¨ªspera contra un campamento de Halo Trust, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que se dedica a la retirada de minas y artefactos explosivos, en el norte de Afganist¨¢n. Los pistoleros mataron a sangre fr¨ªa a 10 desactivadores de minas e hirieron a 16, seg¨²n inform¨® la ONG. Casi de inmediato el Gobierno afgano responsabiliz¨® a los talibanes, pero un portavoz de la guerrilla conden¨® el ataque y el director de Halo declar¨® que la rama local del grupo ayud¨® a sus empleados a repeler a los asaltantes.
La agresi¨®n se produjo el martes a las 21.50 hora local (las 19.20 hora peninsular espa?ola) cuando unos encapuchados irrumpieron en el campamento de desminado de Halo en la provincia de Baghlan, al norte de Kabul. Diez empleados resultaron muertos y otros 16 heridos, seg¨²n el comunicado de la organizaci¨®n. En el momento del ataque hab¨ªa en el lugar unos 110 hombres, ¡°miembros de las comunidades locales, que hab¨ªa terminado su trabajo en los campos de minas de los alrededores¡±. Los asaltantes fueron ¡°cama por cama¡± dispar¨¢ndoles ¡°a sangre fr¨ªa¡±.
Tanto la polic¨ªa de Baghlan como el portavoz del Ministerio de Interior, Tareq Arian, responsabilizaron a los talibanes. Sin embargo, la organizaci¨®n de desminado evit¨® acusar directamente a nadie y atribuy¨® lo ocurrido a ¡°un grupo armado desconocido¡±. Adem¨¢s, su director ejecutivo, James Cowan, declar¨® a la BBC que los talibanes locales acudieron en ayuda de sus empleados y lograron echar a los agresores.
Desde que el a?o pasado los talibanes firmaron en Doha un acuerdo con EE UU para la salida de las tropas extranjeras, se han producido numerosos atentados y asesinatos que nadie reclama y que alientan el miedo entre la poblaci¨®n. Pero esa guerrilla, que se comprometi¨® con Washington a no atacar los grandes centros urbanos y reducir las v¨ªctimas civiles, no es el ¨²nico grupo insurgente que opera en Afganist¨¢n. La rama local del Estado Isl¨¢mico, que surgi¨® en 2014, a menudo est¨¢ detr¨¢s de las acciones m¨¢s brutales.
El Estado Isl¨¢mico en Joras¨¢n, como se denomina la franquicia afgana, se ha atribuido el ataque contra Halo, seg¨²n ha informado el grupo de an¨¢lisis de amenazas yihadistas SITE.
ISKP Claims Attack on HALO Trust Mine Clearance Staff in Baghlan https://t.co/kNAL1PDiNk pic.twitter.com/m0pjWBGO9F
— SITE Intel - Jihadist Threat (@siteintel_jt) June 9, 2021
Un elemento apuntaba en ese sentido. En un v¨ªdeo que la polic¨ªa de Baghlan hab¨ªa compartido con los periodistas afganos, uno de los supervivientes dice que, antes de disparar, los asaltantes preguntaron si hab¨ªa alg¨²n miembro de la comunidad hazara. ¡°Llegaron cinco o seis hombres armados, nos condujeron a una habitaci¨®n. Primero nos quitaron el dinero y los m¨®viles, preguntaron qui¨¦n era nuestro l¨ªder y si hab¨ªa alg¨²n hazara entre nosotros¡±, relataba el hombre quien, a pesar de resultar herido en la cabeza, logr¨® escapar por una ventana.
Otro testigo citado por la agencia France Presse cont¨® que uno de los presentes se identific¨® como hazara y fue asesinado de inmediato. Luego, los pistoleros, todos encapuchados, dispararon contra el resto.
Los hazara, una minor¨ªa ¨¦tnica que profesa la rama chi¨ª del islam, est¨¢n en el punto de mira del Estado Isl¨¢mico, un grupo supremacista sun¨ª que no reconoce su credo y les considera infieles. Han sido objetivo de numerosos atentados. El m¨¢s reciente, el pasado 8 de mayo, contra una escuela de ni?as en Kabul, dej¨® 85 muertos y 147 heridos. Sin embargo, ni el Estado Isl¨¢mico ni los talibanes se responsabilizaron de este ni de otros ataques anteriores.
Con anterioridad, la guerrilla talib¨¢n, cuyo objetivo declarado es derribar al Gobierno afgano respaldado por la comunidad internacional, hab¨ªa negado su implicaci¨®n en el asesinato de los empleados de Halo. ¡°Tenemos relaciones normales con las ONG, nuestros combatientes nunca llevan a cabo semejantes actos brutales¡±, ha tuiteado su portavoz, Mujahid Zabihullah.
Pero incluso cuando el Estado Isl¨¢mico se atribuye un atentado, el Gobierno afgano culpa de forma rutinaria a los talibanes e insiste en que aquel fue desmantelado hace dos a?os cuando se destruyeron sus bases en la provincia de Nangarhar. Seg¨²n el portavoz de Interior, entre el 24 de mayo y el 7 de junio, los talibanes han llevado a cabo 30 asesinatos, 115 ataques con bomba y 6 atentados suicidas, con el resultado de 75 civiles muertos.
La guerrilla talib¨¢n no s¨®lo lleva dos d¨¦cadas atacando a los representantes del Gobierno, sino que ante la retirada de las tropas extranjeras del pa¨ªs est¨¢ tratando de ganar terreno, sobre todo en las zonas rurales. Sus milicianos disputan el control gubernamental en 26 de las 34 provincias del pa¨ªs y en los ¨²ltimos d¨ªas han logrado capturar 10 distritos, seg¨²n fuentes oficiales. Desde hace varias semanas, Baghlan es escenario de fuertes combates entre ellos y las fuerzas de seguridad.
Despu¨¦s de cuatro d¨¦cadas largas de guerras sucesivas, Afganist¨¢n est¨¢ sembrado de minas y munici¨®n sin explotar. Varias organizaciones trabajan para eliminar el peligro que plantea para la poblaci¨®n, un esfuerzo que se redobl¨® a partir de que EE UU echara del poder a los talibanes en 2001. Halo, presente en el pa¨ªs asi¨¢tico desde su fundaci¨®n en 1988, es la mayor de ellas y en su d¨ªa recibi¨® el sonoro apoyo de la fallecida princesa Diana de Gales. La mayor¨ªa de sus empleados no son artificieros, sino habitantes de las zonas en las que trabajan, que conocen el terreno y a quienes la ONG forma para las tareas de desminado.
La salida de las tropas internacionales de Afganist¨¢n, que debe concluir antes del 11 de septiembre de este a?o, coincidiendo con el aniversario de los atentados que motivaron la intervenci¨®n estadounidense, ha desatado el p¨¢nico de los afganos que han trabajado con los ej¨¦rcitos extranjeros y tambi¨¦n entre el personal de las ONG. Temen que los talibanes tomen represalias contra ellos. A principios de semana, los talibanes difundieron un mensaje tratando de tranquilizarles y asegurando que, si se arrepent¨ªan de lo que hab¨ªan hecho, no deber¨ªan tener ning¨²n temor. El aumento de solicitudes de visados, por parte sobre todo de traductores, es una muestra tangible de la desconfianza que generan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.