El ultraconservador Ebrahim Rais¨ª gana las elecciones en Ir¨¢n
El jefe del Poder Judicial ha obtenido 17,9 millones de votos del total de 28,9 millones emitidos
Sin sorpresas. Ebrahim Rais¨ª ha ganado las elecciones presidenciales del viernes en Ir¨¢n, con amplia mayor¨ªa, pero bajo la sombra de la participaci¨®n m¨¢s baja de la historia de la Rep¨²blica Isl¨¢mica (48,8%). El ultraconservador jefe del Poder Judicial ha obtenido el 62% de los 28,9 millones de votos emitidos, seg¨²n ha anunciado este s¨¢bado el ministro del Interior, Abdolreza Rahmani-Fazli. Tanto sus dos principales rivales como el presidente saliente, Hasan Rohan¨ª, le felicitaron sin esperar al resultado oficial.
Rahmani-Fazli ha informado de que, concluido el escrutinio, Rais¨ª obten¨ªa 17,9 millones de votos, seguido por el ex jefe de la Guardia Revolucionaria Mohsen Reza¨ª, con 3,4 millones (12%); el moderado ex gobernador del Banco Central Abdolnaser Hemmat¨ª, con 2,4 millones (8,5%); y el diputado Amir Hossein Ghazizadeh Hashem¨ª, no ha llegado al mill¨®n (3,4%). El resto, un 14%, han sido votos nulos, seg¨²n el ministro.
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A pesar de que el resultado sigue el guion previsto, Kian se sorprende de las cifras. ¡°Casi 18 millones de votos¡±, repite en voz alta este ingeniero en paro que gana alg¨²n dinero con la plataforma de movilidad Snapp, el Uber local. ¡°No creo que todos sean realmente simpatizantes de Rais¨ª, muchos como el portero de casa de mis padres, votan porque creen que es un deber religioso, pero tampoco est¨¢n contentos¡±, asegura.
Fruto de ese descontento es la participaci¨®n m¨¢s baja en unas presidenciales desde la revoluci¨®n de 1979, aunque las legislativas del a?o pasado se qued¨® en el 43%. Quiz¨¢ tambi¨¦n el elevado de papeletas nulas. Los llamamientos a boicotear las elecciones, tambi¨¦n contemplaban el voto en blanco para quienes necesitan contar con el sello de voto en su shenasnameh (libreta de familia). Tanto esos votos como el elevado ¨ªndice de abstenci¨®n son interpretados por activistas y opositores como un ejercicio de desobediencia civil en un r¨¦gimen que hasta ahora exhib¨ªa la nutrida asistencia a las urnas como prueba de legitimidad y respaldo popular. Algunos analistas consideran, no obstante, que se ha producido un cambio y que ahora se acepta una elecci¨®n con poca participaci¨®n.
Control de los tres poderes
Ambos factores proyectan sin embargo una sombra sobre la legitimidad del futuro presidente, un protegido del l¨ªder supremo, Ali Jamene¨ª. Con su elecci¨®n, el ala dura del r¨¦gimen tendr¨¢ el control de los tres poderes del Estado desde hace una d¨¦cada. Los ultraconservadores (ellos se denominan principalistas) ya barrieron el a?o pasado en las elecciones parlamentarias y controlan el poder judicial, adem¨¢s de las fuerzas armadas (que dependen directamente del l¨ªder supremo).
En su primera reacci¨®n tras el anuncio de los resultados, el presidente electo ha prometido que su Gobierno ¡°va a hacer todo lo posible para asegurar los medios de vida de la gente¡±. Rais¨ª, de 60 a?os, hizo su campa?a bajo el eslogan ¡°Administraci¨®n popular, Ir¨¢n fuerte¡±, haciendo ¨¦nfasis en la lucha contra la corrupci¨®n, combatir la pobreza, crear empleos y contener la inflaci¨®n. Ese mensaje ha calado en muchos iran¨ªes que se encuentran al l¨ªmite por los efectos econ¨®micos de las sanciones estadounidense y la pandemia de covid-19. Pero el respaldo obtenido est¨¢ lejos del que obtuvo Rohan¨ª en 2013 y 2017 (la ley le impide un tercer mandato consecutivo), con participaciones del 73%.
El hasta ahora jefe del Poder Judicial ha sido mucho m¨¢s parco en sus comentarios de pol¨ªtica exterior. Como el resto de los candidatos, ha dicho que su Gobierno continuar¨ªa las negociaciones para reactivar el acuerdo nuclear. Aunque esa ¨¢rea es prerrogativa del l¨ªder supremo, quien ha dado su visto bueno a las negociaciones de Viena, algunos observadores opinan que el triunfo de Rais¨ª puede complicar su desarrollo. Para empezar, es previsible que quiera nombrar nuevos negociadores, algo que s¨®lo podr¨¢ hacer a partir de agosto cuando tome posesi¨®n. Su recelo de Occidente, y de EE UU, en particular, podr¨ªa dificultar el entendimiento en ese terreno.
El presidente norteamericano Joe Biden ha prometido reintegrar a su pa¨ªs al acuerdo nuclear si Teher¨¢n, por su parte, da marcha atr¨¢s en las violaciones del mismo con las que ha respondido al abandono de EE UU. Pero m¨¢s all¨¢ de las dificultades t¨¦cnicas para fijar los pasos para ese retorno, Washington no esconce que el pacto de 2015 es un primer paso y que el objetivo ¨²ltimo es alcanzar un entendimiento para que Ir¨¢n deje de apoyar a las milicias que operan en varios pa¨ªses ¨¢rabes y ponga coto a su programa de misiles. Aunque ambos asuntos son competencia del l¨ªder supremo, ¨¦ste escucha al presidente y Rais¨ª ser¨¢ probablemente menos favorable a hacer concesiones.
El hecho de que la Administraci¨®n Trump sancionara al presidente electo en 2019 por la represi¨®n interna tambi¨¦n puede suponer un obst¨¢culo. Amnist¨ªa Internacional ha pedido que se investigue a Rais¨ª por cr¨ªmenes contra la humanidad. Le responsabiliza ¡°del asesinato, la desaparici¨®n forzada y la tortura a disidentes pol¨ªticos¡± por su participaci¨®n en la llamada comisi¨®n de la muerte a finales de la d¨¦cada de los ochenta del siglo pasado.
¡°Como jefe del Poder Judicial, Ebrahim Raisi, ha presidido sobre una represi¨®n creciente de los derechos humanos que ha provocado la detenci¨®n arbitraria de cientos de disidentes pac¨ªficos, defensores de los derechos humanos y miembros de grupos minoritarios perseguidos¡±, ha tuiteado Agn¨¨s Callamard, nueva secretaria general de AI y ex relatora de la ONU para las ejecuciones extrajudiciales.
As Head of the Iranian Judiciary, Ebrahim Raisi has presided over a spiralling crackdown on human rights which has seen hundreds of peaceful dissidents, human rights defenders and members of persecuted minority groups arbitrarily detained. https://t.co/Ry0F3vIkql
— Agnes Callamard (@AgnesCallamard) June 19, 2021
Los partidarios de Rais¨ª celebran el triunfo
El cartel anunciaba: Gran fiesta del triunfo del pueblo de Ir¨¢n en la plaza de Enghelab (Revoluci¨®n) a las siete de la tarde. Pero a la hora prevista, no hay rastro de los ¡°amigos revolucionarios¡± que firman el pasqu¨ªn. Tampoco los medio centenar de polic¨ªas y soldados desplegados en la plaza saben nada de la fiesta. Al final, los partidarios del presidente electo, Ebrahim Raisi, han optado por la plaza del Imam Hosein, 5,5 kil¨®metros m¨¢s al Este.
Antes de llegar, ya se oye a todo volumen una canci¨®n nacionalista con la que el maestro de ceremonias intenta atraer la atenci¨®n de los asistentes. Cuando remite la m¨²sica, les pide un aplauso para el nuevo presidente, al que sus seguidores ya han elevado a la dignidad de ayatol¨¢ (hasta hace poco ten¨ªa el rango de hoyatoleslam). Las dos o tres mil personas congregadas responden con entusiasmo.
Hay grupos de chicas con chador, universitarios y familias con ni?os que corretean encantados ondeando banderas iran¨ªes. Tambi¨¦n han instalado unas alfombras para que puedan sentarse los m¨¢s mayores y desde una camioneta reparten refrescos. Todo muy bien organizado, a a?os luz de las espont¨¢neas celebraciones que suscitaron las elecciones del ahora saliente, Hasan Rohan¨ª.
¡°He venido para demostrar mi simpat¨ªa con el pueblo iran¨ª¡±, declara Saide Izadpanah, una estudiante de ingenier¨ªa metal¨²rgica de 25 a?os que, aunque se cubre con el chador lo lleva abierto dejando entrever una bata de color claro. Por supuesto, vot¨® a Rais¨ª porque est¨¢ convencida de que va a mejorar la econom¨ªa y la situaci¨®n del pa¨ªs. ?Le gustar¨ªa que mejorara las relaciones con Occidente? ¡°Es Occidente quien nos rechaza¡±, asegura. Tampoco le preocupa que vaya a limitar las libertades de las mujeres. ¡°Las iran¨ªes tenemos libertad antes y ahora. Eso no va a cambiar¡±, concluye.
Said y Mohamed, ambos de 25 a?os, tambi¨¦n pertenecen al club de fans de Rais¨ª, aunque dicen que son ¡°m¨¢s del pa¨ªs que de Rais¨ª¡±, en consonancia con el mensaje de la fiesta en la que la l¨ªnea entre el patriotismo y el apoyo al presidente electo se difumina. Said, estudiante de ingenier¨ªa industrial, no duda de que va a mejorar Ir¨¢n: ¡°La juventud es la primera fuerza del pa¨ªs y ¨¦l apoya a la juventud¡±.
?Les preocupan las acusaciones de cr¨ªmenes contra la humanidad que pesan contra ¨¦l? ¡°Si se mira con sabidur¨ªa, ¨¦l no tuvo implicaci¨®n directa, pero, aunque la hubiera tenido esos tribunales ejecutaron a traidores que hab¨ªan derramado la sangre de los iran¨ªes¡±, desestima Said. ?Quieren que mejore las relaciones con el exterior? ¡°Es m¨¢s importante que primero el pa¨ªs sea fuerte y podamos hacer frente a las agresiones¡±, responde Mohamed. ?Y el acuerdo nuclear? ¡°Si nos beneficia, s¨ª¡±, a?ade con la anuencia de Said.
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