Alejandro Mayorkas: ¡°Nos enfrentamos a ciberataques respaldados por Estados¡±
El responsable de Seguridad Nacional de Biden afirma que la mayor amenaza terrorista de EE UU es la que se origina en el interior del pa¨ªs
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Cuando era beb¨¦, con apenas un a?o de vida, Alejandro Mayorkas (La Habana, 61 a?os) emigr¨® junto con sus padres desde Cuba a EE UU despu¨¦s del triunfo de la revoluci¨®n que llev¨® a Fidel Castro al poder. La familia vivi¨® en Miami y Los ?ngeles, donde Mayorkas estudi¨® Derecho para convertirse a?os despu¨¦s en el fiscal federal m¨¢s joven del pa¨ªs que lo acogi¨®. Desde hace unos meses es el primer latino que ocupa el cargo de secretario de Seguridad Nacional, ¡°uno de los trabajos m¨¢s dif¨ªciles en el Gobierno¡±, seg¨²n el presidente Joe Biden.
Sobre la mesa de trabajo de Mayorkas se amontonan las amenazas: la terrorista, alimentada por el auge del extremismo ideol¨®gico gestado en el interior de Estados Unidos, la crisis migratoria y los ciberataques, sobre todo el ransomware (secuestro de datos en espa?ol), un tipo de programa que restringe el acceso al sistema operativo infectado y pide un rescate a cambio. Para aumentar la coordinaci¨®n y cooperaci¨®n en estos temas con la UE, el secretario de Seguridad Nacional viaj¨® el martes a Portugal y este mi¨¦rcoles a Espa?a, donde se reuni¨® entre otros con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
¡°Los ciberataques son una de las mayores amenazas a las que nos enfrentamos en EE UU y en el mundo¡±, advierte durante una entrevista realizada este mi¨¦rcoles en la Embajada norteamericana en Madrid. Aunque naciera en La Habana, toda la conversaci¨®n discurre en ingl¨¦s.
Pregunta. En mayo, la red de oleoductos Colonial sufri¨® un ciberataque que le oblig¨® a detener el suministro de gasolina durante d¨ªas, lo que provoc¨® problemas de abastecimiento en EE UU. A comienzos de junio, una acci¨®n similar contra la multinacional de carne JBS forz¨® el cierre de varias plantas. ?C¨®mo se puede luchar contra estos ataques? ?Cu¨¢l es la estrategia?
Respuesta. La amenaza de ciberseguridad no es nueva, pero est¨¢ creciendo y es una de nuestras mayores prioridades. Este tipo de ataques ransomware ha crecido un 300% en 2020. Es un gran problema, del que m¨¢s gente est¨¢ siendo consciente tras el ataque a Colonial, porque tuvo un impacto en su vida diaria. Para combatirlos, nos estamos centrando en la colaboraci¨®n p¨²blico-privada, porque el Gobierno federal no puede hacerlo solo. Requiere cooperaci¨®n, compartir informaci¨®n. Como decimos en ciberseguridad, una cadena es tan fuerte como su eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil. Por ello, debemos reforzar las defensas de ese eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil y de todos aquellos que no son lo suficientemente fuertes. Y en eso estamos centrados. Por ejemplo, en el caso de las redes de oleoductos, hemos establecido que las empresas tengan un coordinador de ciberseguridad que est¨¦ disponible las 24 horas del d¨ªa, siete d¨ªas a la semana. Que hagan una evaluaci¨®n de su ciberseguridad y nos presenten un plan. M¨¢s importante, y s¨¦ que esto sucede en Espa?a, que nos informen del ataque enseguida.
P. ?De d¨®nde vienen esos ataques? ?D¨®nde se originan?
R. Sus or¨ªgenes son m¨²ltiples. Nos estamos enfrentando a ciberataques respaldados por Estados, tambi¨¦n a otros dirigidos por organizaciones criminales y aquellos lanzados por una sola persona. El problema es que, al no haber fronteras, un individuo al otro lado del mundo puede lanzar un ataque contra EE UU o Espa?a. Es una de las cosas que he hablado con el ministro del Interior espa?ol: c¨®mo podemos trabajar juntos para ser m¨¢s fuertes.
P. ?Qu¨¦ Estados son los m¨¢s activos?
R. Hemos vinculado recientemente a Rusia con un ataque importante. Y tomamos acciones en respuesta [en abril, la Casa Blanca apunt¨® por primera vez al espionaje ruso al anunciar una bater¨ªa de sanciones contra una treintena de individuos y entidades por, entre otras cosas, los ciberataques masivos].
P. ?Y desde China?
R. Son asuntos de seguridad nacional... Entendemos la amenaza, qui¨¦nes son los actores que buscan hacer da?o y responderemos en consecuencia.
P. ?Dir¨ªa que los ciberataques son la mayor amenaza?
R. Los ciberataques son una de las mayores amenazas a la que nos enfrentamos en EE UU y en el mundo. Pero la amenaza terrorista se mantiene. En todos los a?os que he estado vinculado a la seguridad nacional he visto c¨®mo esta ha ido cambiando. La mayor amenaza terrorista a la que nos enfrentamos hoy en Estados Unidos es la amenaza del terrorismo interior, una conexi¨®n entre ideolog¨ªas radicales y violencia.
P. El asalto al Capitolio en enero mostr¨® el ascenso del extremismo en EE UU. ?Puede volver a suceder algo as¨ª?
R. Es mi responsabilidad, que comparto con otros en el Gobierno, hacer todo lo posible para que eso no suceda otra vez. Aquel fue un d¨ªa muy, muy triste para la historia de EE UU.
P. ?La espiral de radicalizaci¨®n se ha frenado tras la marcha de Donald Trump?
R. Analizamos c¨®mo las ideolog¨ªas extremistas se comunican en las redes sociales y su dimensi¨®n internacional. No entramos en el contenido de los mensajes, aunque sean muy ofensivos, porque debemos respetar el derecho fundamental de la libertad de expresi¨®n. Pero s¨ª buscamos las conexiones entre esos mensajes de odio y las acciones violentas. Lamentablemente vemos una gran cantidad de falsas narrativas en la expresi¨®n de ideolog¨ªas radicales en los dos extremos del espectro pol¨ªtico. Adem¨¢s de mucho sentimiento antigubernamental.
P. ?Es un fen¨®meno marginal o tiene un peso considerable en una parte de la opini¨®n p¨²blica?
R. No es mayoritario, pero es una amenaza tan significativa que tendr¨ªa dudas de calificarla como marginal.
P. En una reuni¨®n el martes con ministros europeos en Lisboa, dijo que ¡°EE UU ha vuelto¡±, en referencia a la relaci¨®n transatl¨¢ntica. ?C¨®mo se materializa esa vuelta? ?Qu¨¦ planes hay?
R. Cooperaci¨®n en terrorismo, por ejemplo. El hecho de que en EE UU nuestra mayor amenaza terrorista sea la que se origina dentro del pa¨ªs, no significa que la amenaza yihadista, por ejemplo, haya desaparecido. Solo que ha cambiado. Para la cooperaci¨®n es vital compartir informaci¨®n, es un factor esencial. Compartimos retos, intercambiamos qu¨¦ pr¨¢cticas nos resultan m¨¢s adecuadas, trabajamos juntos para abordar retos que compartimos.
P. La ampliaci¨®n de la base de Rota, una de las dos que usa EE UU en Espa?a, es controvertida. ?Se ha tomado una decisi¨®n?
R. No voy a entrar en ese tema porque est¨¢ fuera de mi ¨¢rea de conocimiento.
P. Otro de los grandes retos es la crisis migratoria, calificada a veces como un problema de seguridad, especialmente por la anterior Administraci¨®n.
R. Hay muchos aspectos relacionados con la migraci¨®n y son complejos. Es un tema humanitario, porque la gran mayor¨ªa de las personas que nos encontramos en la frontera sur apelan a nuestras leyes de asilo. Huyen de la violencia, de la pobreza; algunas familias mandan a sus hijos peque?os solos porque tienen la esperanza de que tendr¨¢n una vida mejor. Tambi¨¦n hay personas que son detenidas y expulsadas porque su verdadero objetivo es entrar de forma ilegal y cometer actos antisociales. Lo que es importante es no definir a unos por los otros.
P. Una de las cosas por las que ser¨¢ recordada la reciente gira de la vicepresidenta Kamala Harris fue por el mensaje que mand¨® a los migrantes: ¡°No vengan a EE UU¡±, dijo. ?Fue acertado?
R. Fue un mensaje de humanidad. No vengan porque¡ y las razones son muy importantes. Era una frase en medio de un mensaje mucho m¨¢s largo: no dej¨¦is vuestras vidas y las de vuestros seres queridos en manos de los traficantes y mafias que os explotar¨¢n y os har¨¢n mucho da?o. No emprend¨¢is ese peligroso viaje porque, y hay varias razones, estamos centrados en abordar los problemas de origen de la migraci¨®n, de por qu¨¦ la gente, desesperada, deja sus hogares. Estamos creando caminos legales y seguros para obtener protecci¨®n sin tener que emprender ese peligroso viaje, porque estamos reconstruyendo nuestro sistema de asilo, que la anterior Administraci¨®n desmantel¨®. Adem¨¢s, EE UU es, adem¨¢s de un pa¨ªs de inmigrantes, un pa¨ªs de leyes. Las personas que no tengan derecho legalmente a estar en EE UU ser¨¢n devueltas cuando sus solicitudes sean rechazadas.
P. Las cifras muestran que hay m¨¢s mexicanos intentando cruzar la frontera, tras un tiempo en el que la afluencia se fren¨®. ?La nueva Administraci¨®n es vista como m¨¢s tolerante que la anterior y por eso lo intentan?
R. Se refiere a los adultos que viajan solos. Los datos indican el n¨²mero de veces que una persona es detenida intentando cruzar ilegalmente. Como, por la pandemia, estamos expulsando a los adultos que llegan solos de manera irregular (no sucede lo mismo con los menores no acompa?ados), hay personas que son expulsadas e intentan cruzar varias veces m¨¢s. En esa estad¨ªstica hay muchos datos que se refieren a una misma persona detenida intentando entrar varias veces.
P. ?Es buena la relaci¨®n con el presidente mexicano, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador?
R. La vicepresidenta ha visitado M¨¦xico y yo tambi¨¦n, la semana pasada. Mantuve una reuni¨®n muy productiva y positiva con el ministro de Exteriores, Marcelo Ebrard, y otros miembros del Gobierno. El presidente Joe Biden tambi¨¦n ha hablado con el presidente de M¨¦xico y le ha comunicado que valoramos tener a su pa¨ªs como socio.
P. Sobre Marruecos, la decisi¨®n de reconocer la soberan¨ªa marroqu¨ª sobre el S¨¢hara Occidental ha fortalecido la posici¨®n de Rabat. ?La actual Administraci¨®n seguir¨¢ esta estrategia?
R. Esa pregunta tambi¨¦n tendr¨¦ que trasladarla a otros departamentos de mi Gobierno. Lo ¨²nico que puedo decir es que nos preocupa la violencia y apoyamos totalmente los esfuerzos liderados por Naciones Unidas.
P. Volviendo a Am¨¦rica Latina, ?habr¨¢ cambios en la relaci¨®n de EE UU con Cuba y Venezuela?
R. Lamentablemente tampoco est¨¢n esos pa¨ªses entre mis competencias. Washington ha otorgado el estatus de protecci¨®n temporal a los venezolanos que viven en EE UU por la situaci¨®n del pa¨ªs.
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