Colombianos sin Colombia: 400.000 exiliados batallan contra el olvido oficial
ACNUR indica que entre los a?os 2000 y 2012 miles de colombianos se vieron forzados a desplazarse m¨¢s all¨¢ de las fronteras del pa¨ªs por su seguridad. Las autoridades solamente registran 50.000 v¨ªctimas de ese delito
¡°El exilio es muy duro, es un terreno ¨¢rido donde una se vive preguntando, ?qu¨¦ hago yo aqu¨ª? Y eso es lo que intenta el sistema, que nosotras y nosotros nos vayamos al olvido¡±. Leonora Casta?o Cano ha sido v¨ªctima del conflicto armado colombiano y sigue sin poder volver al pa¨ªs. Sus palabras representan las de los miles de exiliados por el conflicto armado en Colombia.
Al menos cincuenta de ellos se reunieron en Bogot¨¢ para hablar de sus historias en el Foro Internacional de V¨ªctimas y entregar un informe a la Comisi¨®n de la Verdad y a la Jurisdicci¨®n para la Paz. Para muchos era la primera vez que retornaban al pa¨ªs en a?os. Otros solo pudieron conectarse desde el refugio. Si regresan, temen perder su estatus y enfrentarse a la violencia de la que huyeron.
Lo que la violencia no pudo callar es el cuarto de varios informes que relata qui¨¦nes los hicieron huir del pa¨ªs, qu¨¦ se fractur¨® en sus vidas y c¨®mo han intentado reorganizarse pol¨ªticamente desde el exterior. La persecuci¨®n ¡°no ha sido una acci¨®n aislada ni mucho menos casual¡±, indican en el ¨²ltimo de los documentos. ¡°Adem¨¢s, no es un patr¨®n de persecuci¨®n que, a d¨ªa de hoy, a?o 2021, haya cesado. Lamentablemente, las amenazas, intimidaciones, encarcelamientos, asesinatos, desapariciones y desplazamientos contin¨²an, situaci¨®n que sigue lanzando a la incertidumbre del exilio a muchas lideresas y l¨ªderes sociales¡±.
Germ¨¢n ?vila es uno de esos expulsados. Estudiante y activista universitario de Tunja, una peque?a ciudad del centro del pa¨ªs, en el a?o 2000 sufri¨® un atentado contra su vida que lo hizo rodar primero dentro de Colombia hasta que las intimidaciones se hicieron tan fuertes que decidi¨® irse del pa¨ªs con su esposa y su beb¨¦ de apenas ocho meses. ¡°Mario Benedetti, en su libro Andamios, escribi¨® que para el emigrado-exiliado, la patria termina siendo justo el lugar en que no estamos¡±, recuerda ?vila en un texto que titul¨® Ser colombiano sin Colombia.
No est¨¢ claro cu¨¢ntos son esos ¡°colombianos sin Colombia¡±. ?vila dice que hay un subregistro y que muchos no se reportan por miedo y desconfianza. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indica que entre los a?os 2000 y 2012 cerca de 400.000 colombianos se vieron forzados a desplazarse m¨¢s all¨¢ de las fronteras del pa¨ªs por su seguridad. Pero solamente hay registradas 50.000 v¨ªctimas de ese delito ante las autoridades colombianas.
El acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC supuso una esperanza para muchos de los exiliados. La creaci¨®n de Sistema de Verdad Justicia Reparaci¨®n y no Repetici¨®n creado en el Acuerdo, les ha permitido a miles de v¨ªctimas acercarse a procesos de justicia o de b¨²squeda de informaci¨®n sobre sus casos. Desde el exterior, esperan lo mismo para ellos. ¡°Pedimos a la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP) abrir un caso de investigaci¨®n sobre desplazamiento forzado transfronterizo: el asilo y refugio son patrones a investigar. De acuerdo con los organizadores del encuentro, en el exterior viven m¨¢s de 5 millones de colombianos.
El informe plantea que la salida de Colombia al exilio o el destierro ha sido utilizada como una estrategia para fracturar procesos ¡°organizativos y asociativos¡± y truncar, con la expulsi¨®n territorial de los l¨ªderes, las iniciativas de resistencia. ¡°Otro patr¨®n es que ha habido olas de exilio determinadas principalmente por el accionar de fuerzas estatales y paraestatales. Una de las grandes se dio a mediados de los ochenta y los noventa contra miembros de la Uni¨®n Patri¨®tica. A finales de los noventa se dio un periodo refractario. Pero regres¨® en el 2000, con la pol¨ªtica de seguridad democr¨¢tica¡±, dice ?vila quien afirma que, con los ataques a l¨ªderes sociales en la actualidad, se podr¨ªa dar otra ola.
El exilio- agregan- tambi¨¦n implic¨® la destrucci¨®n de sus proyectos personales. ¡°El no reconocimiento de la experiencia laboral adquirida en Colombia, hace que el trabajador for¨¢neo tenga que empezar su hoja de vida de nuevo¡±, dice el documento. Una dificultad, junto a la falta de conocimiento del idioma del pa¨ªs al que llegan, ha sido m¨¢s profunda en personas mayores con perfiles laborales ya definidos o con formaci¨®n emp¨ªrica, que no es certificada.
Por eso, entre otras cosas, le exigen al Estado colombiano que promueva acuerdos con los principales pa¨ªses receptores de poblaci¨®n colombiana para ¡°garantizar el reconocimiento de t¨ªtulos universitarios, t¨¦cnicos, aportes a pensiones, etc¡±. Tambi¨¦n, que se siga buscando a sus familiares desaparecidos y se implemente el Acuerdo de Paz de modo que, en alg¨²n momento, puedan pensar en retornar con seguridad a su pa¨ªs y retomar la vida que quedo atravesada por el exilio.
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