Las inundaciones ponen a prueba a los candidatos a suceder a Angela Merkel
Los aspirantes se ven lastrados, en unos casos, por sus tropiezos y, en otros, por la falta de tir¨®n entre el electorado
A dos meses de las elecciones generales del 26 de septiembre, las graves inundaciones sufridas por el oeste de Alemania, donde han muerto m¨¢s de 170 personas y se han producido enormes da?os, se han convertido en una prueba de fuego para los principales candidatos a la sucesi¨®n de Angela Merkel. Los votantes y los medios analizan sus gestos, su capacidad de gesti¨®n y sus posturas ante la lucha contra el cambio clim¨¢tico, que ha ganado fuerza como uno de los debates principales tras el desastre. El aspirante democristiano, Armin Laschet (CDU), la l¨ªder verde Annalena Baerbock, y el socialdem¨®crata Olaf Scholz (SPD) afrontan la campa?a con los retos de la cat¨¢strofe de fondo y lastrados por algunos tropiezos o la falta de tir¨®n entre el electorado.
Hasta mediados de julio, la campa?a electoral se centraba en una candidata de Los Verdes cuestionada por una acusaci¨®n de plagio; los esfuerzos de Laschet en afianzarse como l¨ªder nacional tras su elecci¨®n como presidente de la CDU en enero, y un Scholz, ministro de Finanzas en la gran coalici¨®n encabezada por Merkel, esforzado por sacudirse la imagen de dirigente con escaso carisma y los ecos del esc¨¢ndalo financiero de Wirecard.
Pero las im¨¢genes de la devastaci¨®n en los Estados federales de Renania del Norte-Westfalia y Renania-Palatinado cambiaron el escenario. Desde ese d¨ªa ya nadie quiere hablar de pasajes supuestamente plagiados en el libro lanzado en campa?a por Baerbock. Ahora, el protagonista es Laschet, cuyo partido a¨²n es el favorito de las encuestas, pero que ha tropezado ante las c¨¢maras de los medios cuando menos le conven¨ªa. El pasado s¨¢bado, en una visita a la damnificada ciudad de Erfstadt, fue grabado y fotografiado mientras se re¨ªa con algunos acompa?antes en un momento en que el presidente alem¨¢n, Frank-Walter Steinmeier, en primer plano, transmit¨ªa en tono serio su solidaridad con las v¨ªctimas.
¡°Laschet r¨ªe mientras el pa¨ªs llora¡±, sentenci¨® el diario sensacionalista Bild en un titular que sacudi¨® a los estrategas de su campa?a. El conservador, adem¨¢s, no es solo candidato a suceder en el liderazgo del pa¨ªs a Merkel, sino que es ministro presidente de Renania del Norte-Westfalia, uno de los Estados golpeados por las inundaciones.
¡°Si Laschet quiere ser canciller, debe ser capaz de manejar las crisis¡±, escribi¨® el peri¨®dico de Berlin Tagesspiegel en un editorial en el que estim¨® que ha dado motivos para dudar de su capacidad para ser canciller. ¡°Esto no le habr¨ªa ocurrido a Merkel¡±, remat¨®.
¡°Laschet perdi¨® mucha credibilidad con ese gesto¡±, afirma Hajo Funke, un polit¨®logo y profesor em¨¦rito de la Universidad Libre de Berlin. ¡°Ese gesto dej¨® al desnudo de que no estaba del lado de las v¨ªctimas en un momento crucial. Sobre todo en un momento en que ya nadie duda de que las inundaciones se convertir¨¢n el tema central de la campana¡±, a?ade.
En contraste, la canciller mostr¨® d¨ªas despu¨¦s una imagen de sobriedad y empat¨ªa en Renania-Palatinado, donde visit¨® una zona afectada cogida del brazo de la ministra presidenta de la regi¨®n, la socialdem¨®crata Malu Dreyer. Tambi¨¦n visit¨® el Estado de su compa?ero de partido, que obtuvo as¨ª una oportunidad de enmendar la metedura de pata, por la que se ha disculpado reiteradamente.
La fotograf¨ªa de sus risas en pleno desastre probablemente resurja en campa?a, pero est¨¢ por ver si tendr¨¢ efecto en los votantes. De momento, las encuestas mantienen en cabeza a la CDU de Laschet (con su partido hermano b¨¢varo, la CSU) con un 29%, diez puntos por encima de Los Verdes, que a su vez desbancan de la segunda posici¨®n al SPD, con en torno al 16%.
No obstante, una encuesta de la empresa Civey para la revista Der Spiegel, realizadas tras las inundaciones, arroja que solo el 26% considera a Laschet un buen gestor de crisis o cat¨¢strofes, por detr¨¢s del 41% alcanzado por el socialdem¨®crata Scholz, y no muy lejos del 24% de Baerbock.
Otro sondeo de la misma empresa para la revista refleja que el cambio clim¨¢tico ser¨¢ un tema central, como se?ala Funke, y tampoco deja en buen lugar al aspirante de la CDU. El sondeo pregunt¨® a 5.000 personas qu¨¦ candidato ¡°har¨ªa un esfuerzo decidido para abordar el cambio clim¨¢tico como canciller¡±. Solo el 26% opin¨® que as¨ª lo har¨ªa el l¨ªder de la CDU, frente al 35% de Scholz y el 56% de la dirigente ecologista.
El resultado en este ¨²ltimo caso no sorprende tanto, ya que la lucha contra el calentamiento global lleva mucho tiempo entre las prioridades program¨¢ticas de Los Verdes. El partido vivi¨® un momento de gloria en mayo tras designar como candidata a Baerbock, y lleg¨® a superar en intenci¨®n de voto a la CDU. Sin embargo, varios errores de la dirigente, como un curr¨ªculum maquillado y unas primas de Navidad declaradas con retraso, restaron fuelle a Los Verdes, que han ca¨ªdo en las encuestas. Las acusaciones recientes de plagio en su libro Ahora. C¨®mo renovamos nuestro pa¨ªs, rechazadas por la formaci¨®n, han supuesto tambi¨¦n un desgaste a la imagen de Baerbock.
Sin embargo, las inundaciones le han brindado una nueva oportunidad para recuperar el terreno perdido. El cambio clim¨¢tico ha llegado a la campa?a electoral para quedarse. Baerbock tambi¨¦n ha visitado las zonas castigadas por el temporal, pero lo ha hecho de forma discreta, sin acompa?amiento de medios.
Mientras, Olaf Scholz, un pol¨ªtico veterano que ha sido casi todo en el SPD y ahora es ministro de Finanzas, ha sido el encargado de anunciar las ayudas de emergencia de 200 millones de euros del Gobierno y ha prometido que habr¨¢ dinero si hace falta. ¡°Haremos lo que sea necesario para ayudar a todo el mundo tan r¨¢pido como sea posible¡±, enfatiz¨® el pasado mi¨¦rcoles. Pero ha vuelto a la primera l¨ªnea de un partido que no despega en las encuestas y en el que apenas hace ocho meses los militantes rechazaron su centrismo para dirigirlo frente a una opci¨®n m¨¢s izquierdista. La gesti¨®n del coronavirus, acompa?ada de una lluvia de millones de su Ministerio, y la falta de un candidato mejor en un partido en horas bajas han acabado por encumbrarlo con la fama de gestor eficiente.
Scholz utiliza en su campa?a el viejo eslogan ¡°lo que cuenta es el canciller¡±. Es el mismo que utiliz¨® el conservador Kurt-Georg Kiesinger (CDU) en 1969 y con el que perdi¨® la jefatura de Gobierno ante Willy Brandt. El eslogan parece haberse olvidado en la sede del SPD, un partido que lo apuesta todo a Scholz, mientras que la CDU/CSU y los Verdes se centran m¨¢s en el tir¨®n de sus formaciones que en la persona.
Cat¨¢strofes naturales que inclinan la balanza electoral
Las cat¨¢strofes naturales han sido protagonistas en las carreras pol¨ªticas de varios dirigentes destacados en Alemania. Han sido motivo para encumbrar a unos, y han provocado la ca¨ªda de otros. En 1962, el socialdem¨®crata Helmut Schmidt, entonces ministro del Interior del Gobierno regional de Hamburgo, se hizo cargo, con mano de hierro, de responder a unas devastadoras inundaciones que causaron la muerte de m¨¢s de 300 personas. Su gesti¨®n de la cat¨¢strofe le dio la fama de pol¨ªtico sobrio y eficaz, de ¡°Macher¡±, hacedor en alem¨¢n, y abri¨® su camino a la canciller¨ªa.
Las cat¨¢strofes pueden llevar a ganar elecciones, o perderlas. Todav¨ªa se recuerda el ¡°momento de las botas de agua¡± de la campa?a electoral de 2002, cuando el Elba inund¨® amplias zonas del este de Alemania en plena campa?a electoral al Bundestag. Mientras el entonces candidato de la CSU, Edmund Stoiber, segu¨ªa de vacaciones, el canciller del SPD, Gerhard Schr?der, se apresur¨® a entrar en escena como un gestor de crisis marchando por las zonas inundadas con botas de goma, recuperando as¨ª a tiempo la desventaja de su partido en las encuestas.
Stoiber dud¨® en su momento. Cuando Schr?der ya atravesaba la zona del desastre con su chubasquero y una mirada decidida, el conservador, que entonces era el jefe del Gobierno de Baviera, segu¨ªa con su mujer y unos amigos en la isla de Juist, en el Mar del Norte. ¡°No quer¨ªa hacer campa?a en la cat¨¢strofe natural¡±, aleg¨®. Pero al final acudi¨®. Se desplaz¨® hasta donde ya hab¨ªa estado Schr?der, vestido con un polo azul claro.
Perdi¨® las elecciones. ¡°Por supuesto, la dram¨¢tica situaci¨®n de las inundaciones poco antes de las elecciones federales de 2002 fue un factor importante para la posterior victoria electoral de Gerhard Schr?der¡±, admiti¨® el pol¨ªtico b¨¢varo.
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