Las familias de los exmilitares se?alados por el magnicidio en Hait¨ª piden garant¨ªas judiciales

Los detalles de la participaci¨®n de 18 militares colombianos en el magnicidio del presidente de Hait¨ª Jovenel Mo?se, as¨ª como su situaci¨®n, siguen en la sombra. Un mes y diez d¨ªas despu¨¦s ninguno de ellos tiene asistencia legal, ni han sido repatriados los cad¨¢veres de dos hombres abatidos en una operaci¨®n de la polic¨ªa haitiana. ¡°Estamos desesperados, no hemos tenido comunicaci¨®n directa y sabemos que nuestros familiares corren peligro all¨¢, pedimos el debido proceso y que nos den raz¨®n de los cuerpos¡±, dice a EL PA?S Nataly Andrade, esposa del coronel Giovanni Torres, detenido en Puerto Pr¨ªncipe.

El Gobierno de Iv¨¢n Duque tambi¨¦n ha manifestado preocupaci¨®n por el proceso jur¨ªdico de los detenidos y ha enviado este lunes a Hait¨ª al viceministro de relaciones exteriores, Francisco Echeverri, para reunirse con las autoridades de la isla ¡°e insistir en asistencia legal para que puedan defenderse¡±, ha dicho la canciller Marta Luc¨ªa Ram¨ªrez. La Defensor¨ªa del Pueblo, que los visit¨® a comienzos de agosto, tambi¨¦n asegur¨® que aunque han sido interrogados por el Bur¨® Federal de Investigaciones (FBI) y la polic¨ªa haitiana, a los colombianos ¡°no les han permitido hablar con un abogado, ni han sido presentados frente a autoridad judicial¡±.

La esperanza de los familiares, que se han unido para protestar en la plaza de Bol¨ªvar de Bogot¨¢, era un viaje a la isla que qued¨® en pausa por el terremoto. ¡°La delegaci¨®n de familiares aplaz¨® su viaje, por ahora, a pesar de que les conseguimos permiso de ingresar¡±, dijo Ram¨ªrez mientras ellos aseguran que Colombia a¨²n no consegu¨ªa el acceso a sus parientes. Se sabe que ninguno de ellos result¨® afectado por el sismo.

¡°Hasta el momento solo hemos recibido una carta que nos trajo la Defensor¨ªa del Pueblo y pudimos enviarles algo de ropa, dos camisas, ropa interior y dos pantalones¡±, dice Andrade. Como otros familiares, cuenta que habl¨® con su esposo un d¨ªa despu¨¦s del asesinato de Mo?se, mientras se refugiaban en la embajada de Taiw¨¢n, en Puerto Pr¨ªncipe. ¡°La ¨²ltima llamada fue aterradora. Se despidi¨®, me dijo que me amaba y que lo iban a matar. Otros de sus compa?eros me ped¨ªa que los despidiera de sus familias¡±, cuenta.

Torres sobrevivi¨® pero otros como el exsargento Duberney Capador y el sargento primero, Mauricio Romero cayeron en el operativo y a¨²n no es claro d¨®nde se encuentran sus cuerpos. Seg¨²n CNN, varias de sus fuentes dicen que los cad¨¢veres fueron movidos.

El informe de la Defensor¨ªa tambi¨¦n alerta sobre el estado de salud de los capturados a quienes encontr¨® con p¨¦rdida de peso; mu?ecas enrojecidas y ara?azos debido al roce con el metal de las esposas, que tienen 24 horas. ¡°Uno de ellos cojeaba y otro no pod¨ªa sostenerse y tuvo que ser ayudado por su compa?ero¡±, se lee en el documento conocido por EL PA?S. ¡°No cuentan con antibi¨®ticos; varios ten¨ªan puntos de sutura en sus cabezas que, seg¨²n manifestaron, se los pusieron cuando llegaron y pasados m¨¢s de 20 d¨ªas no se los han retirado. Asimismo, tres de ellos presentaban lesiones de consideraci¨®n que, por su apariencia, deber¨ªan ser tratadas en un establecimiento m¨¦dico especializado¡±, indica el informe.

En esa visita, gestionada por la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), varios de los exmilitares les dijeron a los funcionarios colombianos que estaban siendo sometidos a torturas. ¡°El temor a perder la vida o ser torturados en una c¨¢rcel de Hait¨ª se funda en elementos objetivos sobre la situaci¨®n carcelaria de ese pa¨ªs¡±, dice el documento firmado por el defensor del pueblo, Carlos Camargo. Tras el informe, que indicaba que estaban detenidos en un espacio sin luz, los exmilitares fueron trasladados a la penitenciar¨ªa nacional de Hait¨ª y recibieron atenci¨®n m¨¦dica. ¡°Se encuentran en mejores condiciones de salud y est¨¢n aislados del resto de la poblaci¨®n carcelaria en un lugar adecuado¡±, asegur¨® la Canciller.

A m¨¢s de un mes del magnicidio, la investigaci¨®n sigue llena de inc¨®gnitas. Hay al menos 26 detenidos y diez pr¨®fugos, en una trama que involucra varios pa¨ªses de Am¨¦rica Latina. Los m¨¢s visibles son los mercenarios colombianos, cuyas familias insisten en que fueron enga?ados. Seg¨²n la polic¨ªa colombiana, al menos dos de ellos sab¨ªan del magnicidio y fungieron como reclutadores, el resto, al parecer, cre¨ªa que prestar¨ªa seguridad como guardaespaldas. ¡°Independientemente del nivel de conocimiento que se tuviera, lo que queda en evidencia es que hay una participaci¨®n de todo ese grupo en ese magnicidio¡±, ha dicho el presidente Iv¨¢n Duque.

Los colombianos fueron reclutados por la empresa CTU Security, en cuya sede en Miami se habr¨ªa realizado una reuni¨®n clave para planear el asesinato.¡±Nosotros esperamos que la empresa nos ponga un abogado para defenderlos¡±, dice Nataly Andrade, l¨ªder de los familiares de los exmilitares. En la isla, fue detenido Christian Emmanuel Sanon, un m¨¦dico que aspiraba a sustituir a Mo?se en el poder, varios polic¨ªas y miembros de la guardia presidencial y son buscados varios personajes de la pol¨ªtica haitiana. Uno de ellos es Joseph F¨¦lix Badio, exfuncionario del ministerio de justicia de Hait¨ª, que seg¨²n las pesquisas fue quien dio la orden a los exmilitares para asesinar al presidente; el exsenador haitiano John Jo?l Joseph, que habr¨ªa entregado las armas a los mercenarios; el informante de la DEA, Jaar Rodolphe (Dodof); los empresarios haitianos, Desir Gordon Phenil y Ashkard Peter Joseph; as¨ª como la jueza de la Corte Suprema, Windelle Coq Thelot.

Sin embargo, para muchos a¨²n faltan claridad sobre las conexiones de los buscados y quien pag¨® el asesinato. ¡°Solo los oligarcas y el sistema pod¨ªan matarlo¡±, dijo a The New York Times Martine Mo?se, esposa del presidente y sobreviviente del ataque. En la misma entrevista, asegur¨® que los mercenarios colombianos ¡°no fueron a jugar a las escondidas¡± y que ella quiere saber qui¨¦n puso los recursos y dio la orden. El de los exmilitares, que a¨²n no tienen defensa legal, es apenas uno de los cap¨ªtulos de la trama judicial y pol¨ªtica que envuelve a Hait¨ª.

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