Joe Biden ordena desclasificar documentos secretos de la investigaci¨®n de los atentados del 11-S

La coincidencia en el tiempo ha convertido en episodios casi gemelos la retirada de EE UU de Afganist¨¢n y la conmemoraci¨®n del vig¨¦simo aniversario del 11-S. Abrumado por las cr¨ªticas al caos que rode¨® el repliegue, el presidente Joe Biden intenta ganarse el favor de los familiares de las v¨ªctimas de los atentados de Al Qaeda al firmar, este viernes, una orden ejecutiva que ordena revisar documentos todav¨ªa secretos de la investigaci¨®n gubernamental de los ataques a las Torres Gemelas y el Pent¨¢gono, con la intenci¨®n de desclasificarlos.

El movimiento se produce en v¨ªsperas de la conmemoraci¨®n, el s¨¢bado de la semana pr¨®xima, de la efem¨¦ride, pero tras el gesto alienta tambi¨¦n la intenci¨®n de cerrar el cap¨ªtulo afgano. El v¨ªnculo entre ambos acontecimientos es indisoluble ¡ªEE UU intervino en Afganist¨¢n en 2001 en busca de los terroristas de Al Qaeda¡ª, aunque el decreto firmado hoy responde en concreto a la petici¨®n de m¨¢s de 1.600 familiares de las casi 3.000 v¨ªctimas mortales de los ataques, para que desclasifique informaci¨®n confidencial. Seg¨²n un comunicado emitido por la Casa Blanca, Biden se ha dirigido al fiscal general, Merrick Garland, y otros organismos implicados para que procedan a la desclasificaci¨®n ¡°en un plazo de seis meses¡±.

¡°No debemos olvidar nunca el dolor permanente de las familias y los seres queridos de los 2.977 inocentes que murieron en el peor atentado terrorista de nuestra historia. Para ellos, no solo fue una tragedia nacional e internacional. Fue un drama personal¡±, ha recordado Biden.

Familiares y amigos de centenares de v¨ªctimas hab¨ªan advertido al mandatario que no ser¨ªa bien recibido en Nueva York, durante los actos conmemorativos, si no lo hac¨ªa. La firma del decreto obedece tambi¨¦n, seg¨²n el comunicado, a una de sus promesas de campa?a. Pero lo cierto es que la ofensiva judicial lanzada por familiares de algunas v¨ªctimas contra Arabia Saud¨ª y otros pa¨ªses por supuesta complicidad con Al Qaeda hab¨ªa puesto contra las cuerdas a la Administraci¨®n de Biden. Los sucesivos Gobiernos de EE UU se hab¨ªan aferrado al secreto de Estado para no publicar informaci¨®n sensible.

El dem¨®crata, que esta semana ha sumado reveses ¡ªcomo los supuestos da?os colaterales de la retirada de Afganist¨¢n, que se a?aden a las cr¨ªticas de los republicanos por la gesti¨®n de la misma; o la pol¨¦mica ley del aborto de Texas¡ª, ha subrayado que su ¡°coraz¨®n sigue al lado de las familias del 11-S que siguen sufriendo¡±. La Administraci¨®n que preside ¡°continuar¨¢ respetuosamente comprometida con los miembros de esta comunidad, a la que agradezco sus opiniones y su visi¨®n mientras trazamos el camino a seguir¡±, explica el comunicado de la Casa Blanca.

Hace exactamente un mes, el Departamento de Justicia anunci¨® que el FBI hab¨ªa decidido revisar los documentos sobre el 11-S para ¡°hallar informaci¨®n adicional que pueda divulgarse lo antes posible¡±. Los familiares de las v¨ªctimas hab¨ªan reclamado poco antes la publicaci¨®n de todos los documentos que demuestran la implicaci¨®n de Arabia Saud¨ª en los ataques. En el alero est¨¢ la tradicional alianza, no exenta de tiranteces, entre los dos pa¨ªses, en la que la Administraci¨®n de Biden parece haber impreso un giro.

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