Islamabad, Kabul y Washington: un rompecabezas que no encaja

Las escaramuzas, ataques y muertos no cesan en el d¨ªa a d¨ªa de la regi¨®n fronteriza que separa el norte de Pakist¨¢n de Afganist¨¢n. Mientras, la vida sigue apacible en Islamabad, la capital, a pesar de que el r¨ªo de las relaciones con la Casa Blanca baja cada vez m¨¢s oscuro y revuelto. ¡°Washington est¨¢ muy debilitado despu¨¦s del colapso del Ej¨¦rcito t¨ªtere, el Gobierno t¨ªtere y la entrada triunfal de la guerrilla talib¨¢n en Kabul. Pakist¨¢n se ha fortalecido enormemente debido a sus estrechos v¨ªnculos con los talibanes¡±, se?ala sin ambages desde Londres el escritor e intelectual paquistan¨ª Tariq Ali. La de ¡°Gobierno t¨ªtere¡± es la misma expresi¨®n que el primer ministro paquistan¨ª, Imran Khan, emple¨® el mi¨¦rcoles en una entrevista concedida a la CNN en la que defendi¨® a los talibanes.

Ajenos a disputas entre Estados, varios vendedores callejeros muestran gafas de sol de dudosa autenticidad en el centro de Islamabad. ¡°Americanas, americanas. Originales, originales¡±, es la garant¨ªa y el reclamo que pregonan para tratar de atraer a posibles compradores. Las sacan de la funda y las acarician con la gamuza sin convencer a la clientela. La escena, en las inmediaciones del restaurante Kabul, tiene lugar no solo mientras la crisis afgana tensa la cuerda de las relaciones entre Pakist¨¢n y Estados Unidos.

Tambi¨¦n otras potencias regionales mueven ficha para ganar posiciones en el nuevo tablero. Con los fondos del nuevo Emirato bloqueados y la comunidad internacional presionando a los talibanes para que respeten los derechos de la poblaci¨®n, vecinos y aliados como Pakist¨¢n o China ya han aprobado los primeros env¨ªos de ayuda para tratar de sortear la crisis humana.

La Administraci¨®n que preside Joe Biden se queda en una posici¨®n de debilidad tras los 20 a?os de guerra en que ha liderado la coalici¨®n internacional en Afganist¨¢n, seg¨²n los expertos consultados. ¡°El protagonismo de Washington ha retrocedido mientras que el de Islamabad ha avanzado¡± con ¡°un Gobierno amigo en Kabul¡±, opina Michael Kugelman, subdirector del programa de Asia del laboratorio de ideas Wilson Center de Washington. Est¨¢ convencido de que la actual coyuntura va a complicar al presidente dem¨®crata la resoluci¨®n de varios problemas como la evacuaci¨®n de los estadounidenses que est¨¢n todav¨ªa en Afganist¨¢n, hacer llegar ayuda humanitaria y mantener cierta capacidad antiterrorista frente a Al Qaeda y el ISIS (siglas inglesas del Estado Isl¨¢mico). Para lograr esos objetivos es necesaria ¡°la cooperaci¨®n con los talibanes¡±, afirma el analista, pese a que tanto EE UU como la guerrilla sun¨ª afgana tienen en el ISIS un enemigo com¨²n. Atacar desde sus bases militares en otros pa¨ªses a los integrantes de esos grupos terroristas va a ser ¡°incluso m¨¢s duro ahora¡± pero ¡°a Estados Unidos no le queda otra opci¨®n a menos que colabore con los talibanes en la lucha contra el terrorismo. Y no creo que eso ocurra, al menos de manera profunda¡±.

¡°Esperar de ellos que sean como cualquier otro pa¨ªs desarrollado ser¨ªa muy naif y est¨²pido¡±.

Hamayoun Khan, coordinador de proyectos en Pakist¨¢n de la Fundaci¨®n Friedrich Ebert

Gracias a que controlan la totalidad del territorio afgano, algo que no consiguieron en su anterior mandato entre 1996 y 2001, ¡°los talibanes en la actualidad son m¨¢s fuertes¡±, afirma Hamayoun Khan, coordinador de proyectos en Pakist¨¢n de la Fundaci¨®n Friedrich Ebert. ¡°Afganist¨¢n es un pa¨ªs que lleva sumido en la lucha cuatro d¨¦cadas. La mayor¨ªa de los que mandan no han disfrutado de la civilizaci¨®n, han estado en las monta?as. Esperar de ellos que sean como cualquier otro pa¨ªs desarrollado ser¨ªa muy na¨ªf y est¨²pido¡±.

Para Tariq Ali, la guerra tambi¨¦n la han acabado ganando ¡°las personas que han sido objeto de los bombardeos regulares de Estados Unidos y la OTAN, los ataques con aviones no tripulados, las torturas y los asesinatos¡±. Y a?ade que ¡°fue la ira popular contra la ocupaci¨®n la que sent¨® las bases para el resurgimiento de los talibanes. Sin eso, su victoria es inexplicable¡±.

La prensa paquistan¨ª aireaba en portada el jueves la entrevista a Imran Khan en la que dejaba claro el distanciamiento de Biden. Lo hizo justo al d¨ªa siguiente de la conversaci¨®n del mandatario paquistan¨ª con el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin.

India, perjudicada

El cambio de r¨¦gimen y la llegada del Emirato, cuyos responsables ya ten¨ªan estrechos v¨ªnculos con Qatar y Turqu¨ªa que se han ido reforzando, tambi¨¦n multiplica las inc¨®gnitas sobre el reequilibrio regional. ¡°La posici¨®n de India se ha debilitado¡±, comenta Tariq Ali en referencia a la otra potencia nuclear de la regi¨®n y enemigo sempiterno de Islamabad. ¡°Es China el pa¨ªs que emerge como actor clave en la regi¨®n flanqueado por Rusia e Ir¨¢n. La combinaci¨®n de su m¨²sculo econ¨®mico y su estrategia geopol¨ªtica no encuentra rival¡±. El escritor destaca el acercamiento de Teher¨¢n, la gran potencia chi¨ª, a los talibanes y la posibilidad de que su Constituci¨®n inspire una nueva carta magna afgana.

Michael Kugelman dibuja un panorama de consenso con los principales actores cerrando filas en torno a los talibanes en un intento de disfrutar de ¡°m¨¢s estabilidad y menos terrorismo¡±. La ¨²nica excepci¨®n, entiende tambi¨¦n, es la India, que ¡°durante mucho tiempo ha estado preocupada por los talibanes debido a sus estrechos v¨ªnculos con Pakist¨¢n¡±. El subdirector del programa de Asia del laboratorio de ideas Wilson Center destaca que la India ¡°fue el ¨²ltimo actor regional en abrir canales¡± con los talibanes, por lo que es menos influyente frente al papel de ¡°sus rivales paquistan¨ªes y chinos¡±. Por eso calcula que ¡°Nueva Delhi corre el riesgo de quedar excluida de Afganist¨¢n¡±.

¡°La guerra contra el terror lo que ha conseguido es incrementar el terrorismo como hemos visto en Londres, Par¨ªs o Madrid¡±

Tariq Ali, escritor e intelectual paquistan¨ª

Siguiendo la tradici¨®n de la administraci¨®n afgana, los talibanes, aunque no hacen de ello un pilar de sus reivindicaciones, no han reconocido nunca la L¨ªnea Durand, que dividi¨® a pastunes y baluchis. Esta demarcaci¨®n, erigida por los brit¨¢nicos en 1893, recorre a lo largo de m¨¢s de 2.600 kil¨®metros la actual separaci¨®n entre Afganist¨¢n y Pakist¨¢n. La inestabilidad en torno a esa frontera mantiene su ritmo cotidiano. En las ¨²ltimas horas, seg¨²n recoge el diario paquistan¨ª The News, siete militares y cinco ¡°terroristas¡± han muerto en enfrentamientos en la regi¨®n de Wazirist¨¢n, en el noroeste del pa¨ªs.

¡°Por primera vez en casi 20 a?os, Pakist¨¢n tendr¨¢ un gobierno amigo en Kabul y tendr¨¢ la oportunidad de ayudar a moldear las pol¨ªticas y de desarrollar su gobierno a trav¨¦s de sus estrechos v¨ªnculos con los talibanes¡±, seg¨²n Michael Kugelman. Hamayoun Khan no lo ve tan claro. ¡°Que los talibanes van a hacer lo que Pakist¨¢n les diga, no es as¨ª¡±, a?ade sentado en el despacho de su oficina de Islamabad. ¡°Esa idea de que Pakist¨¢n tiene un mando con el que maneja Afganist¨¢n es muy negativa¡± pese a que ¡°es verdad que Pakist¨¢n tiene influencia¡±, afirma el analista de la Fundaci¨®n Friedrich Ebert. Pone algunos ejemplos de esa hist¨®rica permeabilidad como el hecho de que su pa¨ªs acoja a talibanes heridos para darles tratamiento m¨¦dico o sea refugio de sus familias as¨ª como territorio donde viven varios millones de refugiados afganos. Aun as¨ª cree que la capacidad de influencia es menor ahora que tiene un gobierno que controla por vez primera todo el pa¨ªs. Pese a todo, el jefe de los servicios secretos paquistan¨ªes se plant¨® en Kabul cuando no hab¨ªa sido ni nombrado el ejecutivo y se dej¨® ver delante de los periodistas.

¡°La guerra contra el terror lo que ha conseguido es incrementar el terrorismo como hemos visto en Londres, Par¨ªs o Madrid. Estados Unidos o ha destruido o ha mercadeado con el viejo mundo ¨¢rabe¡±, se?ala Tariq Ali. ¡°La ¨²nica estrategia efectiva contra el terrorismo es poner fin a las condiciones que lo crearon. No debe haber m¨¢s tropas occidentales en el mundo del islam y debe aumentar la presi¨®n desde EE UU y la UE para que Israel termine su ocupaci¨®n¡±.

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