El jefe del Estado Mayor de EE UU alerta de la posibilidad de un ataque de Al Qaeda o el ISIS desde Afganist¨¢n
Los dos oficiales al mando de la retirada insisten en que recomendaron a Biden dejar un ret¨¦n de 2.500 soldados, en contra de lo manifestado por el presidente
El secretario de Defensa de EE UU, Lloyd Austin, ha reconocido este martes ante el Congreso que el r¨¢pido colapso de Afganist¨¢n hall¨® desprevenido al Pent¨¢gono, aunque asumi¨® errores de c¨¢lculo a la hora de interpretar se?ales como la corrupci¨®n y la desmoralizaci¨®n del Ej¨¦rcito afgano ante el avance de los talibanes, as¨ª como el ¡°liderazgo mediocre¡± del Gobierno de Kabul. La oposici¨®n republicana esperaba esta convocatoria -...
El secretario de Defensa de EE UU, Lloyd Austin, ha reconocido este martes ante el Congreso que el r¨¢pido colapso de Afganist¨¢n hall¨® desprevenido al Pent¨¢gono, aunque asumi¨® errores de c¨¢lculo a la hora de interpretar se?ales como la corrupci¨®n y la desmoralizaci¨®n del Ej¨¦rcito afgano ante el avance de los talibanes, as¨ª como el ¡°liderazgo mediocre¡± del Gobierno de Kabul. La oposici¨®n republicana esperaba esta convocatoria -como la del secretario de Estado, Antony Blinken, hace dos semanas- para sacar partido pol¨ªtico de la atropellada retirada de Afganist¨¢n, que puso fin oficialmente a veinte a?os de intervenci¨®n militar en el pa¨ªs centroasi¨¢tico y ha dejado v¨ªa libre a una posible reconstituci¨®n de Al Qaeda o el Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas inglesas), lo que constituye ¡°una amenaza real para EE UU¡±, seg¨²n el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, que tambi¨¦n declar¨® en la audiencia.
En una comparecencia ante el comit¨¦ de Servicios Armados del Senado, a la que seguir¨¢ este mi¨¦rcoles otra ante la misma instancia de la C¨¢mara de Representantes, Austin asegur¨® que la arrolladora victoria talib¨¢n fue imprevista. ¡°El hecho de que el Ej¨¦rcito afgano que nosotros y nuestros aliados entrenamos y formamos se deshiciera en muchos casos sin efectuar un solo disparo nos pill¨® a todos por sorpresa¡±, ha declarado el jefe del Pent¨¢gono. ¡°Ser¨ªa deshonesto contarlo de otro modo¡±, subray¨®.
¡°Debemos tener en cuenta una verdad inc¨®moda, el hecho de que no entendimos del todo la profundidad de la corrupci¨®n y el liderazgo mediocre en sus rangos superiores, tampoco el efecto da?ino de las rotaciones frecuentes e inexplicables hechas por el presidente [Ashraf] Ghani con sus comandantes¡±, expuso Austin, recordando que el acuerdo de Doha, que en febrero de 2020 pact¨® las condiciones de la retirada entre el presidente Donald Trump y los talibanes, tuvo ¡°un efecto desmoralizador sobre los soldados afganos¡±.
Austin se ha aferrado al discurso oficial de la Administraci¨®n dem¨®crata, el mismo que sostuvo Blinken dos semanas atr¨¢s: defender la retirada de Afganist¨¢n y encarecer la labor de los militares que lograron evacuar a 124.000 personas del pa¨ªs en apenas dos semanas, a un coste muy alto: los 13 soldados estadounidenses muertos en un ataque suicida en el aeropuerto de Kabul en la recta final del colosal puente a¨¦reo instrumentado por EE UU y sus aliados. Austin reformul¨® las cr¨ªticas de republicanos y un pu?ado de dem¨®cratas en leve autocr¨ªtica. ¡°?Que [la evacuaci¨®n] fue perfecta? Desde luego que no¡±, dijo, citando el caso de los afganos que intentaron huir agarrados al fuselaje de los aviones estadounidenses y que murieron al caer al vac¨ªo sobre la pista.
Junto a Austin, han testificado los dos oficiales de mayor rango implicados en el operativo, el general Mark Milley, responsable de la Junta de Jefes de Estado Mayor, y el general Frank McKenzie, al frente del Comando Central de EE UU. Su intervenci¨®n produjo los titulares m¨¢s rotundos. Ambos reconocieron que hab¨ªan aconsejado a Biden mantener un ret¨¦n de 2.500 soldados en Afganist¨¢n, en abierta contradicci¨®n con la versi¨®n del mandatario. La Casa Blanca ha rehusado por el momento confirmar el consejo de los oficiales. Milley lanz¨® adem¨¢s una seria advertencia sobre la posibilidad real de que Afganist¨¢n se convierta de nuevo en base de grupos terroristas como Al Qaeda, que podr¨ªa intentar golpear a EE UU gracias al apoyo de las nuevas autoridades afganas. Los talibanes ¡°son todav¨ªa una organizaci¨®n terrorista, que a¨²n no ha roto lazos con Al Qaeda¡±. ¡°Debemos seguir protegiendo a EE UU y a su poblaci¨®n de ataques terroristas desde Afganist¨¢n. Una Al Qaeda o un ISIS reconstituidos con aspiraciones de atacar EE UU es una posibilidad muy real¡±, alert¨®.
La advertencia de Milley apenas si ha logrado acallar la controversia que le persigue desde hace semanas, cuando en el adelanto del libro Peril (Peligro), de los periodistas Robert Costa y Bob Woodward se le atribuyen llamadas a su h¨®mologo chino para alertarle de un hipot¨¦tico ataque de EE UU en el tramo final de la presidencia de Trump, as¨ª como una reuni¨®n secreta con la c¨²pula militar para instrumentar planes de contingencia tras el asalto al Capitolio en enero. Milley ha defendido este martes sus contactos con sus interlocutores chinos mientras aseguraba ¡°estar seguro de que Trump en ning¨²n momento quiso atacar a China¡±. La pol¨¦mica, alimentada por los c¨ªrculos pol¨ªticos y period¨ªsticos de Washington, se basa en las dos conversaciones telef¨®nicas que Milley mantuvo con su hom¨®logo chino, una en octubre de 2020 y otra en enero, justo antes de asumir la presidencia Joe Biden, para tranquilizar a Pek¨ªn y transmitirle que EE UU no iba a lanzar ning¨²n ataque en su contra. Los republicanos han pedido su dimisi¨®n desde que estall¨® la pol¨¦mica y Trump, que sea juzgado por traici¨®n por obrar ¡°a espaldas del presidente¡±. Biden, sin embargo, le ha testimoniado su ¡°gran confianza¡±.
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