Las intrigas hundieron a Sebastian Kurz, el ¡®ni?o prodigio¡¯ de la pol¨ªtica austriaca
El pol¨ªtico ha salido del Gobierno por una investigaci¨®n sobre corrupci¨®n, pero la oposici¨®n cree que ser¨¢ un ¡°canciller en la sombra¡±
El ascenso fue fulgurante; la ca¨ªda, estrepitosa. Celebrado como estrella de la derecha conservadora de Austria, y m¨¢s all¨¢, Sebastian Kurz se ha visto forzado a dejar la Canciller¨ªa envuelto en sospechas de corrupci¨®n menos de cuatro a?os despu¨¦s de ocupar el cargo por primera vez. Su imagen de pol¨ªtico impecable, educado y cercano al ciudadano que propon¨ªa el ¡°cambio real¡± y un ¡°nuevo estilo¡± se ha roto en pocos d¨ªas para dibujar a un dirigente intrigante que supuestamente incit¨® a su c¨ªrculo m¨¢s estrecho a maniobrar para controlar al partido democristiano (?VP) y alcanzar el poder. De ¡°ni?o prodigio¡± de la pol¨ªtica, como lo bautizaron los tabloides, a investigado en una causa judicial que ha sacudido a la rep¨²blica alpina.
Kurz, de 35 a?os, anunci¨® su dimisi¨®n el pasado s¨¢bado ante un esc¨¢ndalo que impuls¨® a su socio en el Gobierno, Los Verdes, a reclamar su sustituci¨®n para salvar la coalici¨®n. Las acusaciones de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n le llevaron a un callej¨®n sin salida. La investigaci¨®n al ya excanciller, a nueve colaboradores cercanos, a su partido y a un grupo de medios apunta a posibles delitos de malversaci¨®n y soborno por una trama para supuestamente pagar con dinero p¨²blico una cobertura informativa favorable a sus intereses y colocar encuestas manipuladas. Las pesquisas arrancan en torno a 2016, cuando Kurz luchaba por hacerse con el liderazgo de su partido. Para entonces, ya exhib¨ªa una trayectoria aparentemente imparable: presidente de las juventudes del partido a los 22 a?os; secretario de Estado de Integraci¨®n a los 24 y ministro de Exteriores tres a?os despu¨¦s. En mayo de 2017 ya controlaba el ?VP y meses despu¨¦s gan¨® sus primeras elecciones generales y se convirti¨® en canciller a los 31 a?os.
La sospecha de que ese ascenso final no fue limpio ha sacado a Kurz ¡ªque niega tener nada que ver¡ª de la Canciller¨ªa, que no del poder. Tras proclamar su inocencia, dio ¡°un paso atr¨¢s¡±, pero seguir¨¢ como l¨ªder del partido mayoritario y ejercer¨¢ de portavoz en el Parlamento. Su sustituto en el cargo, el exministro de Exteriores Alexander Schallenberg, ha subrayado que mantendr¨¢ una ¡°estrecha colaboraci¨®n¡± con ¨¦l.
Los Verdes han aceptado el recambio para mantener el Ejecutivo y sacar adelante sus proyectos, pero las aguas no volver¨¢n f¨¢cilmente a su cauce. La oposici¨®n ¡ªsocialdem¨®cratas (SP?), la ultraderecha y los liberales¡ª denuncia que no basta con destituir a Kurz, ya que este seguir¨¢ como ¡°canciller en la sombra¡±. ¡°El sistema Kurz sigue en el poder¡±, afirm¨® el martes en el Parlamento la l¨ªder del SP?, Pamela Rendi-Wagner. ¡°El nuevo canciller no tiene anclaje en el partido ni experiencia en la pol¨ªtica interior. Necesitar¨¢ ayuda, pero apoyarse en Kurz ahora se ve con ojos cr¨ªticos¡±, explica por tel¨¦fono Kathrin Stainer-H?mmerle, polit¨®loga y profesora de la Escuela Superior de Ciencias Aplicadas de la Universidad de Carintia.
Adem¨¢s, el respaldo cerrado al l¨ªder en el partido se resquebraja. ¡°Ese apoyo ha desaparecido. Los dirigentes regionales se han mostrado cr¨ªticos y se abrir¨¢ una lucha por arrebatarle su poder absoluto¡±, vaticina la experta.
El ?VP se ech¨® en brazos de Kurz en 2017. Le dio carta blanca para darle la vuelta ¡ªcambi¨® hasta el color de la formaci¨®n, de negro a turquesa¡ª. Y con un mensaje de cambio difuso, en el que hab¨ªa algo para todos, y la promesa de mano dura contra la inmigraci¨®n alcanz¨® la Canciller¨ªa. ¡°Brillaba m¨¢s all¨¢ de la frontera de su partido¡±, comentaba por tel¨¦fono poco antes de la dimisi¨®n el consultor pol¨ªtico de Viena Thomas Hofer. ¡°En la UE se le admiraba, presentaba otra interpretaci¨®n del conservadurismo, un contramodelo a Angela Merkel¡±, a la que critic¨® por dejar abiertas las fronteras a los refugiados en 2015.
El ¡®caso Ibiza¡¯
Kurz sufri¨® el primer tropiezo serio en mayo de 2019, cuando tuvo que romper la coalici¨®n con la ultraderecha tras menos de a?o y medio de Gobierno y fue destituido por el Parlamento al quedar en minor¨ªa. El caso Ibiza, que mostr¨® a su vicecanciller ultra, Heinz-Christian Strache, en un v¨ªdeo grabado con c¨¢mara oculta en la isla balear mientras casi vend¨ªa Austria a una falsa oligarca rusa, permiti¨® a la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n abrir varias investigaciones ligadas a pr¨¢cticas de enchufismo y financiaci¨®n ilegal de partidos. Aquel caso no salpic¨® directamente a Kurz, que volvi¨® a ganar las elecciones anticipadas en septiembre de 2019 con una mayor¨ªa a¨²n m¨¢s amplia, y pact¨® su segundo Ejecutivo con Los Verdes.
Sin embargo, el caso Ibiza ha terminado por alcanzarle a trav¨¦s de los mensajes, recogidos en una de las causas, del m¨®vil de Thomas Schmid, un estrecho colaborador que se llamaba a s¨ª mismo ¡°pretoriano¡± de Kurz y que, seg¨²n la investigaci¨®n, tir¨® desde su puesto en el Ministerio de Finanzas de todos los hilos posibles para encumbrarlo. La Fiscal¨ªa deduce de los mensajes de Schmid a otros colaboradores la supuesta publicaci¨®n de encuestas manipuladas en el tabloide ?sterreich a cambio del pago de anuncios. El grupo medi¨¢tico niega un pacto; el excanciller dice no saber nada.
Los mensajes tambi¨¦n revelan intrigas internas. El asesor y Kurz descalifican con palabras gruesas al exjefe de filas Reinhold Mitterlehner, quien presionado se apart¨® de la c¨²pula en 2017 para dar paso al ni?o prodigio. Estos mensajes, que insin¨²an movimientos para hacer saltar por los aires al Gobierno de los socialdem¨®cratas con el ?VP, dejan una imagen ¡°demoledora¡±, seg¨²n el l¨ªder verde y vicecanciller, Werner Kogler, y han escocido tambi¨¦n en el partido democristiano. ¡°Pero, de momento, el ?VP no ve alternativa a Kurz. Muchos han ganado con ¨¦l en las elecciones¡±, apunta Stainer-H?mmerle, que no descarta un intento de volver al poder.
?Podr¨¢ Kurz volver a lo m¨¢s alto? Depende de que las sospechas puedan cristalizar en una acusaci¨®n formal contra ¨¦l, algo que expertos jur¨ªdicos citados por la prensa austriaca ven por ahora dif¨ªcil. Y tambi¨¦n de ¡°c¨®mo lo percibe la poblaci¨®n¡±, donde Kurz ha gozado de una alta aprobaci¨®n, y de si el partido le sigue sosteniendo, se?ala Stainer-H?mmerle. Si el caso se alarga, a?ade, ¡°puede escenificar el papel de v¨ªctima, del canciller de los corazones al que otros quieren impedir el paso¡±.
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