Las protestas contra el certificado covid se desinflan en Italia
Draghi sale airoso de su primer pulso en las calles y se mantiene firme en la medida, como v¨ªa para apuntalar la recuperaci¨®n
La imposici¨®n de mostrar el certificado de vacunaci¨®n contra la covid-19 para acceder al lugar de trabajo, tanto en el sector p¨²blico como en el privado, ha entrado en vigor este viernes en Italia y pese a las amenazas de paralizar el pa¨ªs con protestas por parte de algunos sectores, las manifestaciones en general han pinchado y no ha habido rastro del bloqueo que promet¨ªan algunos sectores, como los empleados portuarios, que amenazaron con bloquear algunos puertos estrat¨¦gicos como G¨¦nova o Trieste.
El primer ministro Mario Draghi, que ha apostado firmemente por la medida -conocida como Green Pass, en Italia- para apuntalar la recuperaci¨®n econ¨®mica, ha conseguido capear as¨ª su primer gran escollo en las calles. Era su primera prueba de fuego ciudadana desde que el pasado febrero tom¨® las riendas del Gobierno de gran coalici¨®n en el que participan t¨¦cnicos y pol¨ªticos de todas las formaciones pol¨ªticas, salvo la minoritaria y ultraderechista Hermanos de Italia. Y ha conseguido salir airoso. El expresidente del Banco Central Europeo se ha mantenido firme en su postura y no ha cedido a las presiones de quienes ped¨ªan, entre otras cosas, retrasar la entrada en vigor de las restricciones, rebajar el precio de las pruebas de detecci¨®n de coronavirus o ampliar la validez de las mismas de dos a tres d¨ªas, para abaratar el coste de esta opci¨®n. El salvoconducto sanitario resulta cada vez m¨¢s imprescindible para la vida diaria en Italia y, para ello, es necesario estar vacunado, haber superado la infecci¨®n recientemente o dar negativo en una prueba con validez de 48 horas. Hacerlo obligatorio para acceder al puesto de trabajo es en la pr¨¢ctica un modo de empujar a todo el mundo a vacunarse, ya que la opci¨®n de realizarse pruebas de coronavirus para conseguir el salvoconducto sanitario, por su precio y su din¨¢mica, no resulta realmente viable.
El Gobierno estaba preocupado, especialmente, por la protesta anunciada por los estibadores de puertos clave como el de G¨¦nova, cercano a Francia, o el de Trieste, puerta de entrada y salida para las mercanc¨ªas y transportistas de Europa del Este. Ah¨ª se tem¨ªa la mayor manifestaci¨®n y finalmente unos 3.000 trabajadores se movilizaron en las d¨¢rsenas, pero sin obstaculizar la actividad de quienes eligieron no sumarse a la huelga, por lo que solo se registraron algunos retrasos.
Las protestas se replicaron por todo el territorio nacional, pero no generaron complicaciones graves, m¨¢s all¨¢ de retrasos puntuales en los transportes p¨²blicos en ciudades como Mil¨¢n, Verona, Padua o Venecia.
En Roma, donde la pasada semana centenares de manifestantes neofascistas, infiltrados en una marcha antivacunas de unas 10.000 personas, convirtieron el centro en una batalla campal y asediaron la sede de un sindicato, la concentraci¨®n de este viernes pas¨® sin pena ni gloria. Estaba convocada en la enorme explanada del Circo M¨¢ximo ante la posibilidad de que la afluencia fuera multitudinaria, pero finalmente solo participaron varios centenares de personas, que denunciaron una presunta violaci¨®n de sus derechos y libertades. En la concentraci¨®n se vislumbr¨® tambi¨¦n un pu?ado de banderas que ped¨ªan la salida de Italia de la Uni¨®n Europea y pancartas que clamaban contra una ¡°falsa pandemia¡±. El m¨¦dico antivacunas Pasquale Bacco subi¨® al escenario para pedir libertad y poder elegir si vacunarse o no. Otros exponentes antivacunas clamaron desde el palco contra ¡°un modo de pensar contrario a la vida e impuesto por ley¡±.
Seg¨²n la patronal de la industria, el primer d¨ªa de obligatoriedad del certificado sanitario ¡°ha ido bien¡±, en declaraciones de su presidente, Carlo Bonomi. ¡°Por las noticias que tenemos y por los contactos dentro del sistema creo que ha prevalecido la responsabilidad, que es lo que ped¨ªamos. Afortunadamente las cosas est¨¢n yendo bien y espero que as¨ª siga en los pr¨®ximos d¨ªas¡±, ha puntualizado.
En Italia, con 60 millones de habitantes, han completado la pauta de vacunaci¨®n m¨¢s de 43 millones de personas, en torno al 80% de la poblaci¨®n. Seg¨²n los datos de la Fundaci¨®n Gimbe, cerca de cuatro millones de trabajadores no est¨¢n inmunizados. Estas cifras invitaban a pensar que las protestas tendr¨ªan un mayor seguimiento.
Numerosos manifestantes han anunciado su intenci¨®n de continuar las concentraciones hasta que el Gobierno rectifique. Aunque todo apunta a que Draghi no contempla tan siquiera la opci¨®n de revocar la obligatoriedad del pasaporte covid, una medida que cuenta adem¨¢s con el visto bueno de los partidos que sostienen su coalici¨®n de unidad nacional.
Este s¨¢bado se espera una marcha masiva por el centro de Roma de rechazo a los movimientos neofascistas que la semana pasada intentaron asaltar la sede del Gobierno y que acabaron provocando graves disturbios. Estos grupos de ultraderecha, muchos de ellos de impronta fascista, est¨¢n viviendo un auge en los ¨²ltimos tiempos, alimentados por el descontento popular con las medidas anticovid adoptadas por el Ejecutivo.
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