Ortega y Juan Orlando Hern¨¢ndez, una extra?a alianza preelectoral

Los presidentes de Nicaragua y Honduras, Daniel Ortega y Juan Orlando Hern¨¢ndez, sostuvieron un sorpresivo encuentro en Managua la tarde de este mi¨¦rcoles en el que firmaron decretos con base en la delimitaci¨®n en el Mar Caribe y Golfo de Fonseca, dictados por La Haya a?os atr¨¢s. La inusitada reuni¨®n ocurri¨® a pocas semanas que ambos pa¨ªses concurran a cuestionadas elecciones generales, en las que el mandatario sandinista retendr¨¢ el poder tras haber encarcelado a todos sus contendientes, y el hondure?o termina su periodo salpicado por se?alamientos de nexos con el narcotr¨¢fico.

Dos de los mandatarios centroamericanos m¨¢s criticados por sus marcados autoritarismos estrecharon abrazos en un contexto preelectoral en el cual sus reputaciones est¨¢n por los suelos. Por un lado, Ortega impone este siete de noviembre a unas elecciones sin competencia, ya que apres¨® a todos los siete rivales opositores y m¨¢s de una treintena de cr¨ªticos. La ¨²ltima encuesta de la firma CID-Gallup revel¨® que 65% de la poblaci¨®n votar¨ªa por cualquiera de los presos pol¨ªticos con aspiraciones presidenciales, y el caudillo sandinista solo obtendr¨ªa 19% de intenci¨®n de voto.

El r¨¦gimen sandinista est¨¢ aislado casi por completo por su violenta escalada represiva, ya organismos y la comunidad internacional han adelantado m¨¢s sanciones para su entorno y el desconocimiento de la elecci¨®n, que abre las puertas para ¡°un gobierno ileg¨ªtimo¡±. El pasado 20 de octubre el representante de Honduras ante la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) se abstuvo y no vot¨® a favor o en contra de la contundente resoluci¨®n que aprob¨® el organismo con 26 votos, siete abstenciones y nadie en contra, en la que demanda al r¨¦gimen Ortega-Murillo una soluci¨®n inmediata a la crisis sociopol¨ªtica y la liberaci¨®n de todos los presos pol¨ªticos.

Mientras que Hern¨¢ndez sale del poder con Estados Unidos pis¨¢ndole los talones, menos de un a?o despu¨¦s que su hermano, el exdiputado Tony Hern¨¢ndez, fue condenado a cadena perpetua por un tribunal federal de Nueva York. La judicatura neoyorquina prob¨® que Tony Hern¨¢ndez trafic¨® droga desde Honduras a Estados Unidos durante 12 a?os. La Fiscal¨ªa incluso calific¨® a Honduras de ¡°narcoestado¡±, ya que sostiene que el mandatario el presidente habr¨ªa conspirado junto a su hermano.

Los se?alamientos sobre narcotr¨¢fico que pesan sobre los hermanos Hern¨¢ndez empa?an las elecciones en Honduras, que son percibidas como el refrendamiento ¡°de la autocracia conjugada con un narco estado¡±. No solo el Partido Nacional, encabezado por el presidente saliente es visto con sospechas. Jennifer Avila, directora del medio hondure?o Contracorriente, escribi¨® un an¨¢lisis en el que resalta que ¡°un exconvicto por delitos internacionales relacionados con el lavado de activos, un alcalde enfrentando antejuicio y una candidata que va por su segundo intento por lograr la presidencia, son los principales contendientes en la carrera por la presidencia¡±. Se trata de Yani Rosenthal por el Partido Liberal, Juan Nasry Asfura por el Partido Nacional y Xiomara Castro por el Partido Libertad y Refundaci¨®n fundado tras el golpe de Estado de 2009. ¡°En esta ocasi¨®n, la oposici¨®n al partido oficialista no ha logrado concretar una alianza pol¨ªtica como la de 2017 y, con los vac¨ªos legales de las nuevas instituciones electorales, las elecciones se muestran como un proceso obligado, pero in¨²til, dado que esta es la autocracia hondure?a¡±, sostuvo ?vila.

Desconcierto por tratados firmados

La aparici¨®n de Juan Orlando Hern¨¢ndez y Daniel Ortega en Managua caus¨® desconcierto. ¡°Tenemos una sorpresa, una buena sorpresa, es que nos estamos reuniendo la delegaci¨®n del hermano pueblo y Gobierno de Honduras, delegaci¨®n encabezada por su presidente Juan Orlando Hern¨¢ndez, le damos la bienvenida a nuestra patria¡±, dijo el caudillo sandinista. En ese momento se pens¨® que ambas naciones abrir¨¢n fronteras para que los nicarag¨¹enses acudan sin restricciones al pa¨ªs vecino a vacunarse contra la covid-19, tal cual ha sucedido en las ¨²ltimas semanas.

A falta de dosis en Nicaragua, sus ciudadanos se agolpan en masa en los pueblos fronterizos para recibir vacunas luego que el Gobierno Hern¨¢ndez as¨ª lo dispusiera. Sin embargo, el encuentro entre los presidentes no tuvo nada que ver al respecto y, en cambio, se celebr¨® la firma de decretos de delimitaci¨®n fronteriza de ambos pa¨ªses, que datan desde 1960, con las sentencias del tribunal internacional y que manten¨ªa fuertes tensiones entre Nicaragua, Honduras y El Salvador.

El gran ausente en la cita fue el presidente salvadore?o Nayib Bukele, quien actualmente mantiene una disputa con Honduras en el Golfo de Fonseca, una zona fronteriza compartida por las tres naciones. La pugna es por la isla Conejo, un pe?¨®n de menos de un kil¨®metro cuadrado y ambos pa¨ªses se disputan su soberan¨ªa desde hace varios a?os. Opositores en San Salvador y Tegucigalpa sostienen que el conflicto entre Hern¨¢ndez y Bukele es una ¡°cortina de humo¡± para distraer de los problemas internos de cada pa¨ªs.

Horas despu¨¦s de la firma del tratado Ortega-Hern¨¢ndez, Bukele lanz¨® un mensaje en Twitter, citando uno de la Casa Presidencial hondure?a: ¡°?Qu¨¦ creen que estuvieran diciendo el New York Times, el Washington Post y sus medios afines si yo hubiera firmado este mismo id¨¦ntico tratado geopol¨ªtico con Ortega? Exacto. ?Qu¨¦ estuvieran diciendo los dem¨®cratas en la Casa Blanca?¡±.

La reuni¨®n entre Ortega y Hern¨¢ndez ha causado todo tipo de suspicacias en redes sociales. Los usuarios intentan entender el trasfondo de tan sorpresiva e inusitada reuni¨®n. En s¨ªntesis, muchos coinciden que ambos l¨ªderes autoritarios se solapan, intentando una confrontaci¨®n con Bukele para desviar el foco de sus elecciones sin credibilidad y competencia. Mientras que otros creen que el presidente hondure?o trata de ¡°asegurar su asilo y nacionalidad nicarag¨¹ense¡± para cuando deje el poder, al igual que lo han hecho otros exmandatarios pr¨®fugos de la justicia como Mauricio Funes, cobijado por la impunidad Ortega-Murillo.

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