Los titubeos de Biden en pol¨ªtica migratoria marcan su reuni¨®n con L¨®pez Obrador

El sue?o de una Norteam¨¦rica fuerte y unida es tan viejo como los obst¨¢culos reales que hay en el camino para que un d¨ªa se haga realidad. Joe Biden ha citado este jueves en Washington al presidente de M¨¦xico, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, y al primer ministro de Canad¨¢, Justin Trudeau, para tratar asuntos como la salida del largo t¨²nel de la pandemia, el cambio clim¨¢tico, la situaci¨®n en Cuba y la crisis del desabastecimiento. Aunque el tema m¨¢s importante del orden del d¨ªa, el que determinar¨¢ el resto de las discusiones, ser¨¢ el m¨¢s viejo y el m¨¢s real de esos obst¨¢culos: la inmigraci¨®n. Es la primera vez que se ver¨¢n las caras.

La cita entre los mandatarios, la primera en cinco a?os de esa trilateral conocida como los Three Amigos, relaci¨®n especial que Donald Trump ningune¨®, llega una semana despu¨¦s de que se abrieran las fronteras terrestres entre los pa¨ªses, tras 20 meses de estar cerradas para los viajes no esenciales y en medio de las cr¨ªticas al presidente de Estados Unidos por la inacci¨®n de su Administraci¨®n en materia de inmigraci¨®n. Su llegada a la Casa Blanca hizo despertar la esperanza en la regi¨®n de que revertir¨ªa la agresiva pol¨ªtica de Trump. Diez meses despu¨¦s, esa esperanza se ha tornado en abierto escepticismo e impaciencia.

Pese a que la Casa Blanca ha hecho suyo el discurso de M¨¦xico de que los problemas migratorios van m¨¢s all¨¢ del vecino del Sur y que la mejor opci¨®n es atajarlos en los pa¨ªses de origen, L¨®pez Obrador llega a Washington (con una comitiva en la que se cuenta el titular del Instituto Nacional de Migraci¨®n, Francisco Gardu?o) dispuesto a poner encima de la mesa de los encuentros bilaterales y trilaterales del jueves la promesa que hizo el presidente de Estados Unidos de proponer una ley que regularice a 11 millones de mexicanos indocumentados, muchos considerados trabajadores esenciales durante la pandemia. En su conferencia diaria matutina del martes, el mandatario mexicano, que emprende su segunda visita a Estados Unidos en menos de dos semanas, compar¨® la comunidad de cubano americanos (unos cuatro millones), con la de mexicanos (38) y la capacidad de una y de otra de influir en las decisiones legislativas de Washington. ¡°Hay millones de ciudadanos estadounidenses-mexicanos que deben estar atentos y tener dos objetivos, solo dos: defender a los mexicanos y defender a M¨¦xico¡±, a?adi¨® L¨®pez Obrador, en lo que se ha interpretado como una advertencia velada a los congresistas y senadores que voten en contra de esa ley cuando llegue al Capitolio.

Las positivas se?ales que dio Biden en sus primeros compases como presidente se han topado, sobre todo, con el T¨ªtulo 42, que sigue en vigor. La normativa, que Trump desempolv¨® durante la pandemia, permite devoluciones en caliente alegando razones sanitarias para evitar la expansi¨®n del coronavirus. Esa herramienta ha permitido la expulsi¨®n de unos 800.000 migrantes en nueve meses, seg¨²n denuncia Kenneth Roth en una carta abierta enviada este mi¨¦rcoles a los tres l¨ªderes norteamericanos. ¡°Eso pr¨¢cticamente duplica la cantidad de los ¨²ltimos 11 meses del mandato de Trump¡±, escribe. ¡°Muchos solicitantes de asilo son transferidos a la custodia de autoridades migratorias mexicanas, quienes los expulsan a Am¨¦rica Central, en algunos casos abandon¨¢ndolos cerca de cruces fronterizos en zonas remotas¡±.

Biden no ha derogado el T¨ªtulo 42 pese a que, durante una comisi¨®n de investigaci¨®n del Congreso sobre la gesti¨®n de la crisis sanitaria de la anterior Administraci¨®n, varios expertos reconocieron el viernes pasado que la decisi¨®n de aplicarlo ¡°no obedeci¨® a razones cient¨ªficas¡±. Entre las im¨¢genes que de momento han definido la era Biden destacan las de los agentes hostigando a caballo en septiembre a migrantes haitianos. Entonces, el secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Alejandro Mayorkas, defendi¨® ese T¨ªtulo 42 bas¨¢ndose en esos supuestos motivos sanitarios.

El presidente de Estados Unidos tambi¨¦n se ha demostrado incapaz de levantar la orden Remain in Mexico (Qu¨¦dense en M¨¦xico), otra de las pol¨¦micas medidas de Trump para parar en la frontera sur, una de las m¨¢s transitadas del planeta, el flujo migratorio, llegado fundamentalmente de la regi¨®n centroamericana. Seg¨²n esa orden, los migrantes que solicitan asilo deben permanecer del lado mexicano hasta el d¨ªa en que el juez examine su caso. Promulgada en 2019, fue revocada por Biden seg¨²n lleg¨® a la Casa Blanca por ¡°su alto e injustificable coste humano¡±, pero un tribunal federal de Texas resolvi¨® en agosto que entrara de nuevo en vigor. Mayorkas anunci¨® el pasado viernes que intentar¨ªan de nuevo revocar esa decisi¨®n judicial. Desde que ech¨® a andar, unos 70.000 inmigrantes han sido expulsados invocando la doctrina Remain in Mexico.

El primer encuentro en persona entre Biden y L¨®pez Obrador se produce despu¨¦s de que en agosto y septiembre bajara el n¨²mero de migrantes aprehendidos en la frontera sur de Estados Unidos por primera vez en casi a?o y medio. Esa cifra pas¨® de poco m¨¢s de 17.000 aprehensiones en junio de 2020, un m¨ªnimo de los ¨²ltimos a?os en plena crisis del coronavirus, a m¨¢s de 213.500 en julio de este a?o. En agosto, ese n¨²mero descendi¨® a 209.840 mientras que en septiembre 192.001 migrantes sin documentos acabaron en las estad¨ªsticas de la Patrulla Fronteriza estadounidense.

Las presiones de la Administraci¨®n de Biden a su vecino del sur se han topado, sin embargo, con un rechazo que no se hab¨ªa producido durante el Gobierno de Donald Trump. Como contraprestaci¨®n a las cesiones en materia migratoria, M¨¦xico quiere que Estados Unidos colabore en neutralizar el tr¨¢fico de armas de su pa¨ªs al sur y que terminan en manos del narcotr¨¢fico. Hasta ahora, la Casa Blanca se ha mostrado inflexible al respecto.

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