Draghi busca un hueco en el eje franco-alem¨¢n
Italia y Francia firman el jueves un tratado de cooperaci¨®n privilegiada, impulsado por la gran relaci¨®n entre Macron y el primer ministro italiano, que busca equilibrar la fuerza de Alemania
Italia lleva d¨¦cadas viendo desde una zona de cierto confort en la Uni¨®n Europea c¨®mo Francia y Alemania deciden en las grandes cuestiones. La tercera econom¨ªa de la zona euro, fundadora de la Uni¨®n Europea y uno de los principales reclamos del continente, se ha acostumbrado a ser la potencia l¨ªder de entre los d¨¦biles y la d¨¦bil entre los fuertes. Pero el momento hist¨®rico, creen en Roma, invita a plantear cambios. Justo cuando Francia y Alemania asumen las consecuencias de un periodo electoral, Mario Draghi, primer ministro de Italia, se ha propuesto abrir un espacio relevante para Italia. El jueves, con la llegada de Emmanuel Macron a Roma, se certificar¨¢ la apuesta con la firma del llamado Tratado del Quirinal, un marco legal que agilizar¨¢ las relaciones entre ambos pa¨ªses y que permitir¨¢ hacer un frente com¨²n ante los cambios que se avecinan.
El documento, que est¨¢ compuesto por 12 art¨ªculos, fue ideado por Macron en 2018 para equilibrar el poder econ¨®mico de Alemania. El tratado establece l¨ªneas de cooperaci¨®n en inmigraci¨®n, comercio, asuntos exteriores, seguridad, investigaci¨®n y temas culturales. No se especifican dosieres concretos y cada a?o se mantendr¨¢ una cumbre intergubernamental entre los dos presidentes y los ministros que tengan relevancia en los temas que se traten. Se mira a los pr¨®ximos desaf¨ªos, se?alan fuentes de la negociaci¨®n. Especialmente al frente com¨²n para frenar el retorno a la austeridad econ¨®mica que buscar¨¢n imponer algunos pa¨ªses del norte ¨Cse teme que incluso Alemania¨C y mantener una pol¨ªtica fiscal expansiva. Tambi¨¦n para la reforma del plan de estabilidad.
El documento, subrayan fuentes del Gobierno, no excluye acuerdos de la misma naturaleza con otros pa¨ªses. De hecho, Francia y Alemania ya firmaron un pacto parecido con el conocido Tratado del El¨ªseo (promovido en 1963 por De Gaulle), que se renov¨® con el de Aquisgr¨¢n en 2019. Pero es evidente que el Ejecutivo de Draghi mira hoy m¨¢s al norte que en otros periodos. En 2012 el entonces ministro de Asuntos Europeos, Enzo Moavero Milanesi, invit¨® a Espa?a a la cumbre de preparaci¨®n de un Consejo de Europa. Fue un punto de inflexi¨®n. M¨¢s recientemente, el primer ministro Giuseppe Conte estableci¨® una intensa cooperaci¨®n con Madrid que permiti¨® negociar las dos mejores partidas de los fondos de recuperaci¨®n para paliar los efectos de la pandemia. El tratado, cree una alta fuente diplom¨¢tica italiana, puede suponer ahora un paso atr¨¢s en ese sentido. ¡°Los tratados bilaterales tienen poco sentido en un sistema como el de la Uni¨®n Europea. Pero adem¨¢s, para un estado como Italia es importante mantener un cuadro de cercan¨ªa de naturaleza m¨¢s amplia, tambi¨¦n en el ¨¢mbito europeo. Estos pactos dejan un poco de mal sabor en los pa¨ªses excluidos. La Uni¨®n Europea deber¨ªa superar la necesidad de hacerlos¡±.
Las relaciones entre Italia y Francia en los ¨²ltimos a?os hab¨ªan sido p¨¦simas. Comenzaron a torcerse con la invasi¨®n de Libia en 2011, que aceler¨® Nicolas Sarkozy y a la que Silvio Berlusconi se resisti¨®. Italia se vio obligada a secundarla tras la activaci¨®n de la OTAN. Los a?os, quiz¨¢ de forma casual, como en tantas otras partidas estrat¨¦gicas, dieron parte de raz¨®n al Cavaliere. Pero la guerra por la energ¨ªa entre Total y Eni, las dos compa?¨ªas de bandera nacionales, continu¨® hasta hoy con apuestas distintas de ambos pa¨ªses para encabezar la reconstrucci¨®n: Francia impuls¨® la candidatura del general Haftar e Italia la del primer ministro Al-Serraj. ¡°Sin una verdadera acci¨®n europea nos encontramos ah¨ª a los rusos y a los turcos. Es in¨²til competir entre nosotros. Ahora es muy importante la colaboraci¨®n, se?ala Sandro Gozi, eurodiputado del grupo Renew y uno de los impulsores de este tratado como secretario de Estado de Asuntos Europeos en el periodo de Paolo Gentiloni como primer ministro. Ante el avance turco en la zona libia, cree Roma, Francia es hoy el mal menor.
Los gobiernos de Giuseppe Conte, especialmente el primero, empeoraron las relaciones entre ambos pa¨ªses. Fueron tiempos en los que la agresividad de las empresas francesas, que intentaron hacerse con Mediaset y entraron en el gigante de telefon¨ªa Tim, sumados a los torpes escarceos con los Chalecos Amarillos del entonces vicepresidente, Luigi Di Maio, enturbiaron cualquier soluci¨®n. Matteo Salvini, ministro del Interior, comenz¨® una guerra contra Par¨ªs a cuenta de las fronteras y la inmigraci¨®n y nadie fue capaz de frenar ya la escalada hasta que lleg¨® Draghi. El expresidente del Banco Central Europeo (BCE) mantiene hoy una relaci¨®n personal extraordinaria con Macron, cuentan en su entorno. ¡°Hay que recordar que el presidente franc¨¦s hizo un discurso estupendo de despedida cuando abandon¨® la presidencia del BCE¡±, recuerdan fuentes del Ejecutivo.
Los tiempos ahora han cambiado. Y el momento es adecuado. Mario Draghi se encuentra en la encrucijada de decidir si opta al Palacio del Quirinal, de donde tendr¨¢ que marcharse Sergio Mattarella. Y Emmanuel Macron ingresa en un proceso electoral que le tendr¨¢ apartado del foco en cuestiones internacionales. ¡°Este era el momento perfecto¡±, se?alan fuentes del Gobierno, que subrayan que ambos l¨ªderes se han encontrado ya seis veces en menos de un a?o. ¡°Hay mucho feeling. En esta ¨®ptica la relaci¨®n es muy positiva. Y como consecuencia este tratado ha tenido una aceleraci¨®n y se ha querido cerrar antes del fin de a?o¡±, insisten.
El acuerdo ha generado tensiones en la derecha italiana, especialmente en Hermanos de Italia. El partido de Meloni cree que ¡°es escandaloso que no se haya informado al Parlamento de su contenido¡±. Algo que la ley, sin embargo, prev¨¦ hacer a posteriori. Pero el documento ha sido aplaudido por la mayor¨ªa de socios del Ejecutivo de unidad. El diputado del Partito Democratico Piero Fassino, experto observador exterior y presidente de la Comisi¨®n de Asuntos Internacionales de la C¨¢mara de Diputados, cree que ¡°es un salto de calidad para actuar sobre la base de estrategias comunes en los principales dosieres de la agenda europea e internacional. Adem¨¢s, no hay que olvidar que Francia es despu¨¦s de Alemania el segundo socio comercial de Italia, con intereses comunes en el Mediterr¨¢neo, estamos entre fundadores de la Uni¨®n Europea. No creo que esto suponga un intento por romper el eje franco-alem¨¢n, que tiene una larga historia con ra¨ªces. La UE en los ¨²ltimos 65 a?os ha vivido sobre ese binomio, pero tambi¨¦n sobre el puente italo-alem¨¢n con las democracias cristianas que gobernaron durante d¨¦cadas sus pa¨ªses con gran entendimiento¡±. Italia, en cualquier caso, mira hacia ese punto de Europa para afrontar las reformas que vienen.
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