Polonia pierde el rastro de la ni?a Eileen

Tiene cuatro a?os, se cree que su nombre es Eileen y desde el lunes, cuando los guardias fronterizos polacos supuestamente expulsaron a sus padres por la frontera con Bielorrusia, se desconoce qu¨¦ ha sido de ella. Ese d¨ªa por la noche, amparados en la oscuridad, los progenitores de la ni?a hab¨ªan entrado en Polonia. Exhaustos por la dura traves¨ªa a trav¨¦s de los bosques que rodean el conf¨ªn entre los dos pa¨ªses, estos padres, originarios de Irak, pidieron a uno de sus compa?eros de desventura que llevara a su hija en brazos. La aparici¨®n de una patrulla fronteriza polaca hizo que los inmigrantes se dispersaran y que la pareja perdiera de vista a Eileen en las cercan¨ªas de Sidra, una localidad a unos 20 kil¨®metros de la linde con Bielorrusia, relata desde Polonia a EL PA?S Anna Alboth, portavoz de la ONG Minority Rights Group.

Desde entonces, nada se sabe del paradero de la peque?a. Su caso ¨Dsostiene Alboth¨D es el primero registrado por las ONG polacas de un menor de corta edad perdido en esa frontera que, desde mediados de a?o, miles de migrantes procedentes de pa¨ªses como Irak, Afganist¨¢n y Siria han tratado de atravesar para entrar en la Uni¨®n Europea. Antes, otras familias ¡°hab¨ªan sido separadas¡± en el vaiv¨¦n de expulsiones mutuas de migrantes entre Polonia y Bielorrusia, precisa la trabajadora humanitaria. Pero nunca hasta ahora se hab¨ªa conocido un caso como el de esta ni?a.

Al llegar ante la valla fronteriza, sus padres explicaron a los guardias polacos que la ni?a hab¨ªa desaparecido, algo que, seg¨²n su testimonio, no obtuvo respuesta. M¨¢s tarde, alguien dio la voz de alarma a trav¨¦s de la l¨ªnea de asistencia telef¨®nica para migrantes de Grupa Granica, el colectivo de 14 ONG locales ¨Dentre ellas la de Alboth¨D que desde el verano pal¨ªan con su ayuda las dur¨ªsimas condiciones de escasez de agua, alimentos, fr¨ªo intenso y abusos de derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad polacas y bielorrusas que padecen los migrantes. Con el tiempo y temperaturas que en estas fechas pueden llegar a los 15 grados bajo cero en contra, los activistas llamaron a diversas puertas, entre ellas la del Defensor del Pueblo polaco, para que las autoridades empezaran a buscar a la menor.

Fue esa instituci¨®n la que logr¨® que la Guardia de Fronteras polaca lanzara finalmente una operaci¨®n de b¨²squeda que comenz¨® horas despu¨¦s de la desaparici¨®n de la peque?a y concluy¨® el martes por la tarde, cuando el cuerpo de seguridad asegur¨® a trav¨¦s de un tuit que ¡°no hab¨ªa ni?os entre quienes hab¨ªan intentado cruzar la frontera¡± y que, tras recibir la informaci¨®n de la desaparici¨®n de la ni?a, ¡°la zona fue registrada desde tierra y aire durante varias horas¡±, utilizando ¡°sistemas de visi¨®n nocturna y t¨¦rmica¡±.

Los miembros de Grupa Granica ya se hab¨ªan organizado para buscar ellos mismos a Eileen. Para ello, pidieron un ¡°permiso especial para penetrar en la zona fronteriza y buscar a la ni?a¡±, explica la trabajadora humanitaria. Las ONG no obtuvieron respuesta y solo un grupo de unos 25 activistas residentes en el ¨¢rea ¨Dlos ¨²nicos autorizados a penetrar en ella¨D empez¨® a recorrer los bosques buscando a Eileen. Fuera de la zona restringida, otros voluntarios peinaron tambi¨¦n el terreno para tratar de hallar a la ni?a.

Polonia decret¨® el 2 de septiembre el estado de emergencia en un intento de controlar el flujo migratorio orquestado por el r¨¦gimen bielorruso de Aleksandr Lukashenko, que busca ¡°desestabilizar a la Uni¨®n¡±, en palabras de la Comisi¨®n Europea. Esta medida jur¨ªdica de car¨¢cter excepcional fue posteriormente reemplazada por un cambio legal que permite al Gobierno prohibir de forma indefinida el acceso a algunas ¨¢reas de la frontera polaca a todos los civiles ¨Dexcepto a los residentes o las personas que viven, trabajan o estudian en la zona¨D, incluidos los periodistas, sujetos a permisos especiales, y los miembros de ONG.

Tras varios d¨ªas de b¨²squeda infructuosa, los activistas polacos abandonaron este jueves la b¨²squeda de Eileen, confirm¨® la portavoz de la ONG: ¡°Nuestros equipos han peinado toda la zona donde podr¨ªa estar la ni?a. No hay rastro de ella. Es imposible que ella sola haya seguido caminando. Como no se ha encontrado su cuerpo, suponemos que quiz¨¢s ha sido expulsada tambi¨¦n hacia Bielorrusia, tal vez con otro grupo de personas. Estamos haciendo todo lo posible para averiguar su paradero contactando con todas nuestras fuentes. De momento no hay nada confirmado¡±, recalca.

Una vez devueltos a la exrep¨²blica sovi¨¦tica, muchos migrantes tratan de permanecer en la zona fronteriza con Polonia. Otros son trasladados a centros de detenci¨®n. La Cruz Roja calcula que hay entre 1.400 y 1.800 migrantes en el centro de acogida de Bruzgi, en la regi¨®n de Grodno. El c¨¢lculo de la Organizaci¨®n Internacional de Migraciones (OIM), que forma parte del sistema de Naciones Unidas, cifra en torno a 7.000 los migrantes en Bielorrusia.

Los potenciales refugiados que logran entrar en suelo europeo son rechazados sistem¨¢ticamente y devueltos a terceros pa¨ªses sin un examen individual de sus solicitudes de protecci¨®n internacional, seg¨²n denuncia Cruz Roja. A esto se suma la propuesta de la Comisi¨®n Europea de la semana pasada que, una vez aprobada, permitir¨¢ a Polonia, Lituania y Letonia mantener a los demandantes de asilo en la tierra de nadie aleda?a a las fronteras y relajar durante seis meses las garant¨ªas de protecci¨®n de las directivas comunitarias.

¡°Esta crisis no ha terminado¡±, clama Alboth, pese a lo que parecen ¡°creer muchos europeos¡± y frente al ¡°inter¨¦s menguante¡± de los medios de comunicaci¨®n. Las nuevas sanciones de la UE contra las aerol¨ªneas que trasladen a migrantes a la capital bielorrusa, Minsk, aprobadas el 15 de noviembre, han conseguido frenar los vuelos. Pero, como sostiene la portavoz de Minority Rights Group, no por ello los migrantes han desaparecido de la frontera. Un lugar en el que, deplora, las organizaciones internacionales est¨¢n ausentes. ¡°Aqu¨ª, en el terreno, las ONG polacas estamos solas¡±.

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