Gabriel Boric ofrece a Chile m¨¢s Estado, pero con equilibrio fiscal
El candidato de la izquierda a la presidencia retoma la agenda de las revueltas de 2019 por mejores servicios de salud y educaci¨®n gratuita
El candidato de la izquierda chilena, Gabriel Boric, promete poner patas para arriba buena parte del modelo chileno. Heredero de las protestas estudiantiles de 2011, su campa?a recupera como propias las demandas de las revueltas sociales de 2019, cuando cientos de miles de personas salieron a la calle contra la desigualdad y por m¨¢s presencia del Estado en la educaci¨®n y la salud. ¡°Se nos ha encomendado la disputa por la democracia, la justicia, la inclusi¨®n, el respeto, por la dignidad de todos y todas¡±, declar¨® el candidato en la noche de la primera vuelta, el 21 de noviembre pasado, cuando ya sab¨ªa que ser¨ªa el rival del derechista extremo Jos¨¦ Antonio Kast en el desempate del 19 de diciembre.
Boric se presenta por la alianza Apruebo Dignidad, tras vencer en elecciones primarias al favorito de la interna, el comunista Daniel Jadue. El Partido Comunista es la principal fuerza de la coalici¨®n de Boric, y ser¨¢n sus l¨ªderes quienes, seg¨²n han prometido, velar¨¢n por el cumplimiento de las promesas de campa?a. En t¨¦rminos generales, Boric pretende establecer un Estado de bienestar con un sistema de protecci¨®n social que garantice derechos b¨¢sicos universales.
Para el candidato de la izquierda, el cambio comienza por reducir el abismo que separa la calidad de las prestaciones de salud privadas y p¨²blicas. Propone para ello un Fondo Universal de Salud (FUS) encargado de administrar los fondos que aportan los trabajadores y los recursos que suma el Estado. En educaci¨®n, Boric promete ampliar el beneficio de la gratuidad en las universidades y eliminar a los bancos como fuente de financiaci¨®n del sistema. Quiere, incluso, condonar las deudas a los estudiantes que se han endeudado de por vida con la banca para pagar sus carreras.
Sus propuestas implican agrandar el Estado, una m¨¢xima que choca de frente contra la herencia de la dictadura y la pol¨ªtica de austeridad y Estado m¨ªnimo mantenidas durante la transici¨®n democr¨¢tica. Para financiar esos cambios, y aumentar la recaudaci¨®n, Boric propone un impuesto extraordinario a los m¨¢s ricos y m¨¢s carga impositiva sobre las mineras, responsables de la mayor parte del ingreso de divisas v¨ªa exportaciones. Su programa aumenta la presi¨®n tributaria hasta el 8% del PIB, aunque tras los cambios que introdujo para atraer a los sectores moderados del electorado los plazos ser¨¢n m¨¢s largos.
La muletilla de Boric de cara a la segunda vuelta ha sido, de hecho, la ¡°sostenibilidad fiscal¡±, un intento por alejar el fantasma de un descalabro del gasto que tanto asusta a los inversores y a los grandes empresarios. El viernes, durante un debate por radio con su rival de la extrema derecha, Boric dijo que reducir¨ªa las expectativas iniciales de recaudaci¨®n y se comprometi¨® a ¡°la convergencia fiscal¡±. ¡°Por eso vamos a respetar el presupuesto que se aprob¨® en el Parlamento para el pr¨®ximo a?o. Entonces iremos priorizando. Nos interesa en particular la reforma de salud, pero vamos a tener que avanzar en funci¨®n de que aprobemos la reforma tributaria. Parte de nuestro programa solo se har¨¢ efectivo en la medida en que alcancemos la recaudaci¨®n y el crecimiento esperado¡±, explic¨®.
Sobre la deuda externa, prometi¨® mantenerla por debajo del 40%, como ahora. ¡°La estabilidad de largo plazo es un compromiso de nuestro Gobierno¡±, agreg¨® Boric, en un mensaje al coraz¨®n de las cr¨ªticas que recibe por su alianza con los sectores m¨¢s extremos de la izquierda. Boric ya no habla de cambiarlo todo de ra¨ªz, en parte porque sus necesidades electorales lo han obligado a acercarse a la Democracia Cristina y el Partido Socialista, los dos partidos que gobernaron Chile entre 1990 y 2010 bajo la f¨®rmula de la Concertaci¨®n. El recambio generacional llevaba impl¨ªcito criticar y desconocer el legado de esos partidos tradicionales. ¡°Yo creo en la socialdemocracia y en la colaboraci¨®n del sector p¨²blico y privado y no me gustan las hegemon¨ªas de ning¨²n sector, como hoy en Chile tenemos la hegemon¨ªa del mercado por sobre lo p¨²blico¡±, dijo Boric durante el ¨²ltimo debate.
Una de las propuestas del candidato que m¨¢s espuma levanta en Chile es la eliminaci¨®n del sistema privado de pensiones, las AFP. Boric promete reemplazarlo por un sistema solidario estatal, donde los aportes de los trabajadores sean administrados por un ente p¨²blico aut¨®nomo y no una empresa privada, como hasta ahora. Tambi¨¦n obligado por los sectores moderados, dice que los recursos de las AFP ser¨¢n heredables y que los cambios al sistema ser¨¢n graduales. No van a interferir, dijo, ¡°en la propiedad de los fondos ahorrados hasta la fecha¡±. Cualquier cambio saldr¨¢ de un debate p¨²blico, acorde con ¡°las dificultades t¨¦cnicas y pol¨ªticas de este tipo de reformas¡± estructurales.
La agenda social de Boric es la tradicional de la izquierda progresista: derecho al aborto, reconocimiento a la diversidad sexual y el matrimonio igualitario y profundizaci¨®n de la paridad de g¨¦nero. Pero ha tenido que adaptar su discurso sobre la seguridad y el orden, la bandera que tanto r¨¦dito pol¨ªtico ha dado a su rival Kast, un promotor de la mano dura contra la inmigraci¨®n, la delincuencia y todo lo que su la derecha considera ¡°terrorismo¡±. El conflicto mapuche por la propiedad de tierras ancestrales oblig¨® a Boric a tomar partido en el sur del pa¨ªs, en la Araucan¨ªa, donde el voto fue para la derecha extrema el 21 de noviembre. Boric se opone a la militarizaci¨®n de esa regi¨®n, pero defiende la idea de combatir el delito. ¡°Separo de manera tajante a quienes cometen delitos de las justas reivindicaciones del Pueblo Naci¨®n Mapuche¡±, dijo. Sobre la seguridad urbana, otra de las preocupaciones ciudadanas que ha dado alas al discurso de Kast, Boric promete ¡°aumentar y reestructurar la dotaci¨®n de la polic¨ªa para que est¨¦ donde se necesite¡±.
Los resultados de la primera vuelta pusieron en evidencia que el de Boric es un voto urbano, muy s¨®lido en grandes ciudades como Santiago, la capital, pero d¨¦bil en las regiones rurales del norte y el sur. Por eso el candidato ha intentado en las ¨²ltimas semanas seducir a esos sectores prometi¨¦ndoles ¡°mayor financiamiento estatal y mejores servicios¡±. Especialmente complejo en las zonas rurales del norte es el tema migratorio. El derechista Kast lo sald¨® prometiendo que construir¨¢ una zanja en al frontera para detener a la inmigraci¨®n, una soluci¨®n radical inaceptable para el electorado progresista de la izquierda. Boric dice, en cambio, que la inmigraci¨®n debe abordarse ¡°desde el punto de vista de los Derechos Humanos¡±.
Tanto Boric como Kast deber¨¢n el pr¨®ximo domingo captar al voto del centro, espantado por programas que consider¨® radicales. Tendr¨¢n adem¨¢s que seducir al 46,25% de los electores que el 21 de noviembre decidieron quedarse en su casa. Boric y Kast llegan al desempate con un capital electoral por debajo del 30%. Si bien los sondeos dan m¨¢s chances de triunfo al candidato izquierdista, hay un 25% de indecisos que alcanzan para torcer cualquier previsi¨®n.
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