Tres muertos por una explosi¨®n en un aeropuerto de C¨²cuta

Colombia ha amanecido con los fantasmas de la guerra que vivi¨® durante medio siglo. Dos polic¨ªas y un hombre que al parecer transportaba una carga de explosivos murieron de madrugada en el aeropuerto de C¨²cuta, una ciudad colombiana en la frontera con Venezuela. La secuencia de hechos todav¨ªa resulta confusa, pero las primeras hip¨®tesis apuntan a que un atacante, que el Gobierno ha tildado de terrorista, llevaba consigo los explosivos en el momento de la detonaci¨®n. El hombre muri¨® en el instante. Dos polic¨ªas expertos en desactivar artefactos se acercaron a comprobar lo que hab¨ªa ocurrido y sufrieron el impacto de una nueva explosi¨®n.

¡°El ataque terrorista con explosivos en el aeropuerto Camilo Daza de C¨²cuta, cobr¨® la vida de dos h¨¦roes de nuestra @PoliciaColombia: William Bare?o y David Reyes, cuando desactivaban una segunda carga en inmediaciones de la pista. A sus familias toda la solidaridad¡±, escribi¨® el presidente Iv¨¢n Duque en Twitter, revelando as¨ª la identidad de los polic¨ªas. Los agentes hab¨ªan sido condecorados recientemente por llevar a cabo tareas de desminado en el Norte de Santander y la regi¨®n del Catatumbo, lugares donde hist¨®ricamente han combatido la guerrilla, los paramilitares y el ej¨¦rcito colombiano.

Los cabos sueltos todav¨ªa son muchos. En el momento del ataque estaba a punto de despegar un vuelo a Panam¨¢. Las viviendas de los alrededores del aeropuerto se han visto afectadas por las detonaciones. El gobernador de la zona, Silvano Serrano, explic¨® que dos personas accedieron a la terminal con explosivos. En la huida, se supone que tras la primera explosi¨®n, dejaron atr¨¢s la carga, oculta en una maleta, que m¨¢s tarde se encontraron los dos polic¨ªas.

No es el primer atentado que registra C¨²cuta este a?o. En junio, un coche bomba explot¨® en un cant¨®n militar. 34 soldados y dos civiles resultaron heridos. Diez d¨ªas m¨¢s tarde, en plena crisis del pa¨ªs por las protestas contra el Gobierno, el helic¨®ptero en el que viajaba el presidente Duque recibi¨® una r¨¢faga de fusil. El suceso siempre estuvo rodeado de misterio. Las disidencias de las FARC, las que no se acogieron al proceso de paz en 2016 y siguen ocultas en el monte subsistiendo con el tr¨¢fico de drogas y otras actividades ilegales, reivindicaron estos ataques. Por ahora no se han pronunciado respecto al de este martes.

C¨²cuta es la capital de Norte de Santander, sobre la porosa frontera de m¨¢s de 2.200 kil¨®metros con Venezuela. Se trata de uno de los departamentos m¨¢s golpeados por el conflicto armado que Colombia busca dejar atr¨¢s desde hace m¨¢s cuatro a?os, cuando sell¨® los acuerdos con las FARC, hoy desarmadas y convertidas en un partido pol¨ªtico. Es tambi¨¦n el departamento con m¨¢s cultivos de hoja de coca en el pa¨ªs, concentrados en la regi¨®n del Catatumbo, en la que todav¨ªa operan un archipi¨¦lago de grupos armados ilegales, entre ellos el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), la ¨²ltima guerrilla activa. El presidente Duque ten¨ªa la intenci¨®n de negociar con el ELN, pero el grupo armado reivindic¨® el atentado con un coche bomba contra una escuela de cadetes de polic¨ªa en Bogot¨¢ que dej¨® 20 muertos. Eso aniquil¨® cualquier posibilidad de di¨¢logo.

Los niveles de violencia se han desplomado desde la firma de la paz. Sin embargo persisten focos de conflicto en lugares remotos, donde la presencia del Estado todav¨ªa es muy d¨¦bil. La semana pasada se supo que dos de los delincuentes m¨¢s buscados de Colombia, Henry Castellanos, Roma?a, y Hern¨¢n Dar¨ªo Vel¨¢squez, alias El Paisa, murieron del lado venezolano de la frontera. Eran dos excombatientes de las FARC que se negaron a volver a la vida civil, liderados por Iv¨¢n M¨¢rquez, un guerrillero que lleg¨® a estar en las conversaciones con el Gobierno en La Habana. Estados Unidos ofrec¨ªa 10 millones de d¨®lares por sus detenciones. Ante la falta de informaci¨®n, los expertos especulan con que fueron asesinados por la facci¨®n de Gentil Duarte, otro exguerrillero y se?or de la guerra. Duarte se ha impuesto a las bravas en esa zona de sombra donde todav¨ªa reina el caos.

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