Ricardo Z¨²?iga, enviado de EE UU para Centroam¨¦rica: ¡°La respuesta a una democracia imperfecta es m¨¢s democracia, no el populismo¡±
El diplom¨¢tico de origen hondure?o, n¨²mero dos del Hemisferio Occidental en el Departamento de Estado, aborda en entrevista en EL PA?S la crisis y amenazas a los derechos humanos en la regi¨®n
Pocas personas en Estados Unidos conocen el llamado tri¨¢ngulo norte de Centroam¨¦rica -Honduras, Guatemala y El Salvador- como el diplom¨¢tico Ricardo Z¨²?iga, a quien el presidente Joe Biden nombr¨® nada m¨¢s llegar al Gobierno enviado especial para ese pedazo de Am¨¦rica convertido hoy por hoy en un polvor¨ªn. Z¨²?iga (Tegucigalpa, 51 a?os) ya trabaj¨® como asesor especial para el presidente Barack Obama entre 2012 y 2015. Curtido tambi¨¦n en Cuba y M¨¦xico, ha sido nombrado, adem¨¢s, n¨²mero dos en la secretar¨ªa adjunta de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental.
Pregunta. Am¨¦rica Latina atraviesa crisis simult¨¢neas, con serias amenazas a los derechos humanos. ?Vivimos el peor momento en d¨¦cadas?
Respuesta. Vivimos un momento muy amenazante porque las sociedades se encuentran bajo presi¨®n por problemas estructurales , como la desigualdad, la falta de inversi¨®n en capital humano, la exclusi¨®n, entre otros, que coinciden con una enorme frustraci¨®n con la clase pol¨ªtica. Pero creo que hay una gran diferencia entre esta crisis de la confianza y las anteriores. Ahora hay poco apoyo a un modelo autoritario a partir de una determinada ideolog¨ªa, no es eso lo que est¨¢ en juego. Lo que hay es una gran frustraci¨®n por los gobiernos que no han satisfecho las necesidades de la sociedad. Es una crisis mucho menos ideol¨®gica, es una crisis de confianza en los gobiernos. Y hay otra diferencia importante respecto a los 80 o los 2000, que los gobiernos autoritarios de la regi¨®n han mostrado su fracaso a la hora de solucionar los problemas. As¨ª que mucha gente siente que no hay soluci¨®n. Lo que nosotros vemos necesario es que las democracias se comprometan a responder a las necesidades de la gente de forma muy pr¨¢ctica.
P. Esa frustraci¨®n ha alentado una ola populista aguda en sitios como Nicaragua o El Salvador. ?Qu¨¦ puede hacerse llegados a este punto?
R. La respuesta a una democracia imperfecta es m¨¢s democracia, no el populismo o el autoritarismo, ya que, como hemos visto en todo el mundo y, muy especialmente, en Am¨¦rica, la concentraci¨®n de poder conduce a m¨¢s corrupci¨®n, menos eficacia y menos transparencia. Cuanta m¨¢s democracia, en cambio, m¨¢s rendici¨®n de cuentas y mejor gobernanza. Necesitan herramientas para invertir y ah¨ª es donde entran Estados Unidos y la comunidad internacional, en conjunto, con iniciativas como, por ejemplo, Build Back Better World, que combina la inversi¨®n p¨²blica y privada en ¨¢reas de crecimiento. Tambi¨¦n son importantes las inversiones en un sistema judicial en el que la gente pueda tener confianza.
P. ?Pero c¨®mo se puede poner en marcha todo eso en pa¨ªses que se oponen, como Nicaragua?
R. Muchas veces no se puede porque el propio Gobierno lo obstaculiza al intentar controlar los recursos y desviarlos a s¨ª mismos o sus aliados. En el caso de Nicaragua, que lo que tiene es una dictadura diagnosticada sin mandato democr¨¢tico, no hay garant¨ªas. Y eso acabar¨¢ desincentivando la inversi¨®n de las empresas. En muchos lugares de Centroam¨¦rica la corrupci¨®n y la falta de transparencia son los grandes impedimentos a las inversiones.
P. Cuba y Venezuela han demostrado que una crisis econ¨®mica, por dura que sea, no acaba con reg¨ªmenes como esos.
R. Eso es una se?al de alarma para todos nosotros. Si tener un flujo m¨ªnimo de recursos sirve para mantenerse, el poder del resto de la regi¨®n que es democr¨¢tico debe preocuparse mucho porque significa que el autoritarismo prospera pese a crear una enorme destrucci¨®n. Si vemos el ejemplo de Venezuela, parte del motivo por el que han logrado mantenerse en el poder es porque mucha gente en lugar de reaccionar contra el Gobiernos, se han visto forzados a abandonar el pa¨ªs.
P. Vemos c¨®mo la Administraci¨®n de Biden ha impuesto m¨²ltiples sanciones a todos estos pa¨ªses, Venezuela, Cuba, Nicaragua¡ Pero no parecen dar resultado. ?Qu¨¦ m¨¢s se puede hacer? ?Existe frustraci¨®n en su Gobierno?
R. Somos los primeros en decir que las sanciones tienen un prop¨®sito. No se imponen s¨®lo para demostrar nuestro descontento con determinados actores aunque es importante para nosotros hacerlo. Es importante que las sanciones identifiquen a los individuos involucrados en actividades antidemocr¨¢ticas, aunque no vayan a derivar en un cambio inmediato de la situaci¨®n. En muchos casos llev¨® muchos a?os llegar a este punto y va a llevar muchos a?os volver a una senda positiva.
P. ?Qu¨¦ espera del proceso de negociaci¨®n sobre Venezuela en M¨¦xico que ahora est¨¢ estancado?
R. Estados Unidos respalda esas conversaciones, es el canal adecuado para un di¨¢logo entre los distintos actores. Lo que creemos es que esas conversaciones deben ir dirigidas a la restauraci¨®n del imperio de la ley y esperamos resultados concretos, como la liberaci¨®n de presos pol¨ªticos, la mejora del acceso a la ayuda humanitaria internacional o el respeto a la libertad de expresi¨®n, entre otros. Una elecci¨®n libre y justa deber¨ªa ser nuestro objetivo, desgraciadamente actualmente no existen las condiciones para ello.
P. En el caso de Cuba, el Gobierno mexicano ha sido muy cr¨ªtico con la pol¨ªtica de sanciones por parte de Estados Unidos.
R. Muchos pa¨ªses pueden discrepar de nosotros en el asunto de las sanciones o el embargo pero al mismo tiempo ser muy cr¨ªticos con la situaci¨®n de derechos humanos en Cuba. No son cosas incompatibles. Con las sanciones se quiere negar recursos a un Gobierno que contin¨²a restringiendo esos derechos. Hay pa¨ªses que no tienen esas sanciones pero s¨ª est¨¢n a favor de los derechos humanos.
P. ?Dir¨ªa que El Salvador se est¨¢ convirtiendo en una Nicaragua a c¨¢mara r¨¢pida?
R. Nuestra relaci¨®n con El Salvador es muy importante e intensa, hay millones de salvadore?os en Estados Unidos. Estamos muy preocupados por la direcci¨®n que est¨¢ tomando el pa¨ªs, sobre todo en los ¨²ltimos meses, cuando hemos visto una convenci¨®n de poder en el Ejecutivo, actos intimidatorios contra los medios de comunicaci¨®n y la sociedad civil, la destituci¨®n irregular de miembros del Tribunal Constitucional que pretende mermar la independencia de esta Corte¡ Y hemos expresado nuestra preocupaci¨®n con la continua presencia de actores corruptos en el liderazgo de El Salvador. Nos preocupa especialmente la velocidad de unos cambios que buscan socavar los valores democr¨¢ticos. Es muy importante que trabajemos con la comunidad internacional sobre este asunto. Tambi¨¦n hemos visto c¨®mo diplom¨¢ticos y funcionarios estadounidenses han sufrido una serie de ataques en redes sociales por parte de cuentas asociadas al Gobierno salvadore?o m¨¢s propios de adversarios que de pa¨ªses amigos. La puerta est¨¢ abierta, seguimos muy interesados en tener buena relaci¨®n con el Gobierno de El Salvador.
P. Respecto a la inmigraci¨®n y las inversiones en las zonas m¨¢s afectadas, ?qu¨¦ vamos a ver en los pr¨®ximos meses por parte de la Administraci¨®n de Estados Unidos?
R. Viaj¨¦ recientemente a Colombia, Ecuador y Panam¨¢ para informar a algunos agentes del sector privado, la sociedad civil y el Gobierno de estos pa¨ªses sobre c¨®mo deber¨ªamos desarrollar el Build Back Better World. Queremos el apoyo de los pa¨ªses del G-7 para esta iniciativa, ver qu¨¦ podemos hacer hacer para agilizar las herramientas de financiaci¨®n. Van a ser importantes las inversiones en educaci¨®n, en formaci¨®n profesional y todas las relacionadas con la energ¨ªa renovable y el cambio clim¨¢tico.
P. La Administraci¨®n de Biden ha recibido cr¨ªticas sobre una falta de estrategia clara respecto a Am¨¦rica Latina y el inmovilismo por la presi¨®n de la oposici¨®n republicana [sobre Cuba y Venezuela especialmente].
R. Hemos mantenido una relaci¨®n intensa con los l¨ªderes de toda la regi¨®n. He acompa?ado al secretario [de Estado, Antony Blinken] a reuniones a Centroam¨¦rica, ¨¦l tambi¨¦n ha viajado a Ecuador y Colombia para abordar las causas de la inmigraci¨®n irregular, que es un asunto que afecta a otras partes de la regi¨®n m¨¢s incluso que a Estados Unidos, si simplemente mira el n¨²mero de venezolanos que transitan a trav¨¦s de Per¨² o Colombia, por poner un ejemplo. El hecho de que este Gobierno haya puesto la lucha contra la corrupci¨®n en el centro de la pol¨ªtica exterior ya refleja muy bien la importancia de los intereses de la regi¨®n. Tambi¨¦n estamos en contacto con la sociedad civil en la defensa de los derechos, no solo LGBT, sino tambi¨¦n de las comunidades ind¨ªgenas y otros que se sientan excluidos.
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